No es una novedad que el Ejército Argentino evalúa y sopesa opciones para reequipar e incrementar las capacidades de sus unidades de artillería. En el segmento de artillería autopropulsada, cuya única plataforma actual son los VCA Palmaría de 155 mm, se están considerando alternativas para llenar el vacío generado por la baja de los AMX MK F3 hace años. Estas opciones incluyen desde la adquisición de nuevos vehículos de combate de artillería hasta el desarrollo local, aprovechando material aún preservado en los arsenales de la fuerza.
La realidad muestra que, independientemente de los esfuerzos en la formulación de planes y propuestas, la disponibilidad de recursos y otros proyectos con mayor prioridad impiden la necesaria modernización del arma de artillería del Ejército a estándares actuales y futuros.
A finales de 2023, con la presentación del entonces Proyecto de Presupuesto 2024, se permitió obtener un panorama de algunos de los proyectos que el Ejército Argentino impulsa, con dispar suerte, año tras año. Uno de ellos es la incorporación de nuevos vehículos de combate de artillería autopropulsada para reemplazar a los mencionados AMX MK F3, complementando a los actuales VCA Palmaria.
Entre las diversas propuestas analizadas, se incluyó el ofrecimiento de Estados Unidos para la adquisición de 36 vehículos M109A5, realizado a través del programa Excess Defense Articles (Artículos Excedentes de Defensa). La propuesta, valuada en 1.661.914 dólares por unidad, requería sumar aparte los trabajos de puesta a punto y modernización en línea con los requerimientos de la fuerza. Sin embargo, como el lector podrá apreciar, esta posibilidad, al igual que muchas otras, no llegó a buen puerto.
No obstante, años atrás, y en línea con los desarrollos actuales en el segmento de apoyo de fuego de artillería, el Ejército inició estudios para dotarse de una plataforma más versátil y económica en comparación con los VCA autopropulsados a orugas. En detalle, según reporta Zona Militar, se realizaron análisis sobre dos de los máximos exponentes de la nueva generación de vehículos de combate de artillería sobre ruedas: el ATMOS de Elbit Systems y el CAESAR de Nexter (KNDS).
Respecto a esto, el actual requerimiento de la fuerza no es otro que la adquisición de 72 nuevos VCA, en línea con lo establecido por el PLANCAMIL. Como se señaló en un artículo publicado en mayo del corriente año: “el Ejército contempló dos combinaciones: la A, integrada por M109 KAWEST y ATMOS; y la B, con M109 KAWEST y CAESAR. El VCA norteamericano y el VCA sobre ruedas no solo reemplazarán material dado de baja y aún en servicio, sino que también pasarán a ser material de dotación (caso del ATMOS) de las unidades que integran la Fuerza de Despliegue Rápido”.
Se añadiría que, con estas 72 unidades, se buscaría dotar a cuatro grupos de artillería (18 VCA por unidad), siendo las fuerzas de despliegue rápido las más urgidas en equipamiento. Según el artículo: “…la capacidad de tiro de artillería autopropulsada se encuentra perdida, no habiendo un medio idóneo que pueda reemplazarla”.
Esto no ha impedido que se sigan barajando otras posibilidades menos ortodoxas, como la recuperación de material dado de baja. Más precisamente, se ha planteado la integración de los cañones de los AMX MK F3 sobre chasis de camiones IVECO 6×6. Actualmente, esta propuesta, surgida años atrás, solo se encuentra en estudios de factibilidad, considerando las limitaciones locales para desarrollar este tipo de plataformas.
Por sintetizar, se requerirían nuevos sistemas de puntería, refuerzos en el chasis de los camiones, sistemas de protección para los operadores, almacenamiento adecuado de proyectiles y cargas propelentes, sistemas de autocarga de municiones, y capacidad todoterreno, entre otros desafíos a superar (inclusive la compatibilidad de munición inteligente y de rango extendida, como su adquisición). Y, en el caso de avanzar, la capacidad industrial para concretar la producción de las cantidades requeridas por el Ejército a fin de que no suceda con otros proyectos quedaron solo en unos cuantos prototipos y unidades de pre-serie.
Al día de hoy, esta solución parece una propuesta improvisada y desesperada para un requerimiento de largo aliento que enfrenta el Ejército Argentino, siempre aquejado por limitaciones presupuestarias. Esto impide que este proyecto, al igual que muchos otros, se concrete, o de hacerlo, no en los números requeridos.
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Cuántas vueltas tiene esta calesita!