Continuando con la búsqueda de modernizar su Fuerza Aérea, Turquía estaría interesada en avanzar con la compra de doce de los C-130J Super Hércules que fueron dados de baja por el Reino Unido en junio del año pasado, tratándose de aeronaves con más de 24 años en su historial de servicio. Actualmente, los ejemplares se mantienen almacenados en el aeropuerto de Cambridge, siendo la compñaía Marshall Aerospace el principal contratista involucrado en su mantenimiento hasta concretarse finalmente una venta.
La noticia fue confirmada por el medio especializado neerlandés Scramble, el cuál dió a conocer que Ankara habría decidido traccionar los planes de adquisición anunciados a inicios de este año, a la par que el país encara un programa de extensión de vida útil de sus propios C-130B y C-130E que ha denominado ERCIYES. En ese sentido, no resultaría extraño que las unidades británicas reciban trabajos similares, máxime considerando que de poder brindarles un mantenimiento sostenido los fuselajes aún podrían volar por varios años más. Originalmente, la Real Fuerza Aérea británica preveía mantener una flota de 14 ejemplares en servicio hasta 2035; esto previo a su reemplazo por las plataformas Airbus A400M y el Boeing C-17A Globemaster III.
Cabe recordar, que la flota actual de aviones C-130J almacenadas en el sureste inglés estaría compuesta por 15 unidades, siendo 2 de ellos de la variante C5 y 13 de la versión C4; es decir la denominación británica del C-130J-30. Anteriormente, el Reino Unido había concretado en 2018 la venta de un lote de cinco aeronaves a la Fuerza Aérea de Bangladesh, terminando el plazo de entregas este mismo año. Además, otra unidad fue vendida a la Armada de EE.UU. para su uso como avión de apoyo para su escuadrón de acrobacias “Blue Angels”, mientras que otras dos unidades fueron vendidas a la Fuerza Aérea de Bahréin.
En caso de finalmente concretarse la compra, Turquía se haría con un importante complemento no sólo para sus actuales aeronaves de la familia C-130, sino que también para su flota de 45 CN-235M que deberían cumplir las funciones de transporte aéreo. La cuestión no es menor, en tanto buena parte de estos aviones habían sido configurados para realizar misiones de inteligencia, transporte VIP o vuelos de evacuación médica. Para despliegues de mayor escala, la Fuerza Aérea Turca dispone también de sus propios A-400M, a la vez que también dispone de sistemas Transall C-160; aunque estos si cumplían unicamente funciones de inteligencia.
Por último, profundizando en algunos aspectos del programa ERCIYES antes mencionado, ha de resaltarse que Turquía ha logrado presentar importantes mejoras en materia de aviónica y digitalización. En suma, se han incluído nuevos visores nocturnos para la tripulación, mientras que se actualizaron los sistemas anticolisión y de navegación para mejorar la navegabilidad de la aeronave. Otras mejoras se observan en cuánto a la incorporación de nuevos sistemas de enlace de datos táctico Link 16 y nuevos computadores que automatizarían varios procesos que antes requerían un tripulante, permitiendo reducir la cantidad de efectivos necesarios para operar la aeronave.
*Imagenes empleadas a modo ilustrativo
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