Dando un giro importante en sus intenciones de adquirir un nuevo lote de cazas Rafale, Grecia habría llegado a la decisión de que sus ejemplares ya adquiridos a Francia son suficientes para satisfacer las necesidades de su Fuerza Aérea por el momento, prefiriendo liberar los fondos necesarios para ello y utilizarlos en otros programas de su cartera de defensa. En ese sentido se manifestó en una entrevista reciente el Primer Ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, quién deslizó en cambio una posible compra de más cazas furtivos F-35.
Ahondando en detalles, Atenas habría desistido de una operación para hacerse con una nueva media docena de cazas Rafale de la variante F4 anunciado en el curso del mes de mayo de 2024, mismos que se habrían sumado a la flota de veinticuatro aeronaves en su versión F3R de segunda mano vendidos por el Ejército del Aire y del Espacio francés. De este total, cabe resaltar que unos dieciocho pertenecen al modelo EG monoplaza del avión fabricado por Dassault, mientras que los seis restantes son de la configuración DG biplaza.
Por lo pronto, los estos nuevos aviones Rafale habrían brindado a la Fuerza Aérea Helénica la capacidad de sostener sus capacidades con mayor facilidad mientras avanza en el retiro de sus viejos fuselajes F4 Phantom II, Mirage 2000-5 Mk.2 y sus F-16 del Bloque 30. Resulta útil recordar en esa línea, que al momento de delinearse esta posible compra, parte de la flota de Mirage era negociada por la Fuerza Aérea de la India para engrosar sus números; mientras que en el caso de los F-16 se jugó con una posible transferencia de aeronaves a la Fuerza Aérea de Ucrania y con una posible venta a los EE.UU. que finalmente no tuvo lugar.
Sin embargo, como afirmara el PM Mitsotakis durante la entrevista realizada en el marco de su visita a la base aérea de Tanagra: “Tenemos 24 (NdE: cazas Rafale), creemos que son absolutamente suficientes, en combinación, por supuesto, con la decisión que hemos tomado de adquirir 20 aviones F-35 en la primera fase.” Destacando las virtudes de este último, Mitsotakis proseguía: “Se trata de aviones de quinta generación, totalmente sigilosos, es decir, prácticamente invisibles a cualquier radar. Son aviones que funcionan y cooperan muy bien con los F-16 que ya tenemos y que eventualmente se instalarán en Andravida, donde también estamos iniciando inversiones muy importantes para poder acogerlos. Estimamos que los tendremos antes de 2030.”
En relación a esto último, es menester traer a colación que Grecia adquirió ya una flota de 20 cazas F-35 a cambio de 3.500 millones de dólares en julio de este año, previendo recibir los primeros ejemplares de cara al 2028. Agregados a ellos, Atenas mantiene la opción de concretar la adquisición de otro lote de 20 unidades adicionales, contando ya con la autorización correspondiente de los EE.UU. para llevarse a cabo; lo que finalmente parecería ser la decisión del ejecutivo griego si se analiza con detenimiento lo manifestado por el propio Mitsotakis.
Finalmente, no puede eludirse que el desistimiento de comprar más cazas Rafale en favor de una apuesta hacia el caza furtivo se produce en un momento particular, en el que Turquía (rival regional para Grecia) da pasos hacia un posible regreso al programa F-35; del cuál había sido suspendido durante la pasada administración de Donald Trump a causa de comprar sistemas antiaéreos S-400 de origen ruso. Tal y como reportamos anteriormente, el ministro de defensa turco Yaşar Güler afirmaba “Hemos vuelto a presentar oficialmente nuestra oferta para comprar el F-35“, quedando a la espera de mayores novedades desde Washington.
*Imagenes empleadas a modo ilustrativo
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