En el marco de la Operación Noble Shield de la OTAN, el Buque de Aprovisionamiento en Combate (BAC) Cantabria de la Armada Española, integrado a la Agrupación Naval Permanente de la OTAN número 2 (SNMG-2), ha completado exitosamente su despliegue de tres meses en el Mar Mediterráneo. Así, el pasado 7 de diciembre, se hizo efectivo su regreso a su base en el Arsenal Militar de Ferrol, en La Coruña.

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Desde el 27 de septiembre, el Cantabria (A-15) se incorporó a la SNMG-2, que opera en aguas del Mediterráneo y constituye el núcleo de la “Fuerza Marítima de Muy Alta Disponibilidad de la OTAN”. Esta agrupación fue movilizada en respuesta a la invasión de Ucrania por parte de Rusia, con el propósito de reforzar la disuasión y la defensa colectiva de la OTAN en el ámbito marítimo. Para cumplir este objetivo, los países miembros aportan buques durante períodos que suelen oscilar entre los 4 y los 6 meses, dependiendo de las necesidades operativas y las capacidades disponibles de cada nación.

La Operación Noble Shield incluye, entre otras tareas, la vigilancia marítima, el monitoreo de actividades ilegales en el mar (como parte de la operación complementaria Sea Guardian) y la presencia naval en puertos aliados para reforzar la cooperación internacional. Estas acciones se complementan con patrullas constantes y ejercicios conjuntos que mejoran la interoperabilidad de las fuerzas aliadas.

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Por su parte, el BAC Cantabria destacó por su capacidad para proporcionar apoyo logístico en alta mar. Equipado con cinco estaciones de aprovisionamiento (dos por cada banda y una en la popa), el buque puede transferir líquidos y sólidos, esenciales para garantizar la operatividad de otras unidades navales. En esta coyuntura, realizó ejercicios de reabastecimiento en alta mar, suministrando combustible, víveres y repuestos a buques aliados como la fragata española Cristóbal Colón y la italiana Federico Martinengo. Además, conforme a los objetivos de la operación, el Cantabria participó en diversas actividades y ejercicios de adiestramiento diseñados para fortalecer la interoperabilidad y las capacidades conjuntas de la OTAN.

Adicionalmente, el Cantabria cuenta con una amplia cubierta de vuelo y un hangar que facilitan el trabajo con helicópteros de tipo medio y pesado, ampliando así su versatilidad en misiones operativas. Allí, ha tenido lugar la primera toma del helicóptero Nival H135 tras la certificación de los pilotos de la misión, en el mes de octubre.

En este contexto, cabe agregar que la fragata española Cristóbal Colón de la Armada española también desempeñó un papel destacado. Durante su despliegue, llevó a cabo actividades combinadas, incluyendo ejercicios de defensa aérea, comunicaciones y navegación en colaboración con la fragata italiana Federico Martinengo de la Marina Militare. Además, realizó tareas de patrullaje y seguimiento de unidades navales rusas, como la fragata Almirante Gorshkov de la Flota del Mar del Norte, que navegaba en el Mediterráneo Oriental.

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Finalmente, el acto de recibimiento de su dotación, compuesta por 170 hombres y mujeres, estuvo presidido por el Comandante de la 31ª Escuadrilla de Superficie, el capitán de navío Jesús Viñas Barciela, quien destacó la importancia del despliegue y el compromiso de la tripulación en la misión de la OTAN.

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