Durante la jornada de ayer, 12 de diciembre, el Ejército de los Estados Unidos concretó el lanzamiento de su nuevo misil hipersónico Dark Eagle desde las instalaciones de la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral, Florida. La prueba, realizada en conjunto con la Armada de EE.UU., representa un nuevo paso en el desarrollo de las Fuerzas Armadas estadounidenses para contar con sistemas de misiles hipersónicos que puedan ser desplegados desde múltiples plataformas. Tampoco debe pasarse por alto la búsqueda del Pentágono de cerrar la brecha con otras potencias, como China y Rusia, las cuales cuentan en sus arsenales con armamento de este tipo en servicio desde hace años.
Por brindar una somera descripción del Dark Eagle, este surge de un programa conjunto entre el Ejército y la Armada de los Estados Unidos denominado Long Range Hypersonic Weapon (LRHW). Este tiene como objetivo desarrollar un misil hipersónico común para ambas fuerzas, de modo que pueda ser desplegado desde varias de sus plataformas en servicio o que están siendo introducidas.
En el caso de la Armada de EE.UU., el LRHW será desplegado desde los destructores furtivos clase Zumwalt, cuya primera unidad está siendo sometida a trabajos de modernización por HII, los cuales incluyen la capacidad de lanzamiento. Recientemente, como se informó días atrás, el USS Zumwalt volvió a ser puesto a flote como parte de los requisitos para iniciar las pruebas de homologación. También debe destacarse que la US Navy busca dotar a los futuros submarinos de ataque clase Virginia Block V con esta capacidad.
Por su parte, el Ejército de los Estados Unidos planea desplegar el LRHW desde un sistema de lanzamiento terrestre de misiles hipersónicos, referido oficialmente como Dark Eagle, que ha sido sometido a diversas pruebas y evaluaciones en los últimos años.
En cuanto a las características del misil hipersónico lanzado ayer desde Cabo Cañaveral, se compone de un misil común denominado All Up Round (AUR), que está siendo desarrollado para los mencionados programas del Ejército y la Armada. Este consta de dos componentes principales: un cohete de dos etapas y un vehículo de planeo hipersónico sin propulsión, que, como indica su denominación, planea hacia su objetivo siguiendo diversas trayectorias atmosféricas a velocidades superiores a Mach 5. El Ejército ha señalado que este misil alcanza velocidades de hasta Mach 17 con un alcance máximo de 2.775 kilómetros.
Regresando a los detalles de la prueba realizada ayer, esta fue llevada a cabo por la Oficina de Capacidades Rápidas y Tecnologías Críticas del Ejército de los Estados Unidos, en colaboración con los Programas de Sistemas Estratégicos de la Armada de los Estados Unidos. Desde el Departamento de Defensa destacaron la realización de esta prueba, indicando: “Esta es la segunda prueba de vuelo exitosa de extremo a extremo del All Up Round (AUR) realizada este año y fue el primer evento de fuego real del sistema de Armas Hipersónicas de Largo Alcance, utilizando un Centro de Operaciones de Batería y un Lanzador-Elevador Transportable”.
Tanto las autoridades del Departamento de Defensa como las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos han destacado este hito. Entre ellas se encuentra el Secretario de la Armada, Carlos Del Toro, quien expresó: “Esta prueba marca un hito importante en el desarrollo de uno de nuestros sistemas de armas más avanzados. A medida que nos acercamos a la primera entrega de esta capacidad a nuestros socios del Ejército, continuaremos avanzando para integrar el Conventional Prompt Strike en nuestros buques de superficie y submarinos de la Armada, con el objetivo de garantizar que sigamos siendo la fuerza de combate más destacada del mundo“.
Sin embargo, la realización de esta prueba de lanzamiento también es un testimonio de los retrasos que han afectado el desarrollo de esta clase de misiles para el Ejército de los Estados Unidos, que debió modificar la fecha de su despliegue operacional. Para ilustrar esta situación, el año pasado la fuerza canceló tres pruebas programadas (sin brindar detalles sobre los motivos y problemas). En junio pasado, se registró una prueba exitosa de lanzamiento del misil común, pero utilizando un sistema de lanzamiento diferente al que será empleado en el Dark Eagle.
La realidad muestra que el desarrollo de esta clase de tecnologías por parte de los Estados Unidos aún tiene un largo camino de pruebas y maduración antes de su entrada en servicio y posteriores despliegues operacionales. El caso más evidente es el del misil hipersónico AGM-183A ARRW de la Fuerza Aérea de EE.UU. (USAF), cuyo destino, a pesar de seguir recibiendo financiamiento en menor medida y de haberse realizado pruebas de lanzamiento en el Pacífico, es incierto, con una posible cancelación próxima.
Por último, la obtención de capacidades de combate hipersónico se ha convertido en una necesidad crítica para las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos frente a un hipotético escenario de conflicto con la República Popular China en el Pacífico, donde el Gigante Asiático ha demostrado un rápido desarrollo de diversos sistemas. Este hecho ha sido reconocido con gran preocupación por Washington en varios informes divulgados al público.
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