Un reciente video capturado por un drone del canal Syria TV permite apreciar que Rusia aún mantiene decenas de aviones de combate en la base aérea de Jmeimim en Siria. La secuencia revela al detalle la infraestructura utilizada por las fuerzas de Moscú, disposición de radares, sistemas de defensa antiaérea, pañoles y depósitos. Tras la caída del régimen de al-Assad, la presencia rusa en Siria se mantiene en una incógnita, particularmente por el apoyo que Moscú brindó al régimen durante la cruenta guerra civil.
Gracias a las secuencias tomadas por el medio periodístico sirio, se tiene constancia que las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia cuentan en la base de Jmeimim con al menos cuatro cazabombarderos Su-34, siete Su-24 y cuatro Su-30SM2. Las aeronaves se encuentran alojadas en hangaretes reforzados, protección que llamativamente no suele apreciarse en las bases aérea en territorio ruso. Esta carencia de infraestructura ha costado caro a Rusia, ya que no han sido poco los ataques ucranianos que han dañado y destruido aviones y helicópteros de combate en los casi tres años de conflicto.
Al momento de que el drone tomó esta secuencia, en la base Jmeimim también se encontraban tres aviones de transporte Il-76 y un solitario An-72. Asimismo, en una captura de hangares alejados se logran distinguir varios helicópteros de transporte de personal de la familia Mi-8.
Un detalle de relevancia son los sistemas de defensa antiaéreos: En el video no solo se logran distinguir algunas posiciones protegidas para los Panstir, sino que también se aprecia claramente una batería del sistema S400. La particularidad de este caso es que los lanzadores se encuentran en posición horizontal, por lo que no se encontraría en servicio. También se logra distinguir un radar de vigilancia aérea de baja altitud Kasta 2.
Con la situación en Siria aún lejos de definirse, la posibilidad de que Moscú pueda sostener su posición en territorio sirio aún es una incógnita. Rusia mantiene dos grandes bases: la aérea de Jmeimim y la naval de Tartus, así como otras posiciones de menor tamaño. El apoyo irrestricto brindado por Putin al régimen de al-Assad hacía presumir durante la guerra civil hacía presumir una rápida salida de Siria, sin embargo, el contexto podría estar desarrollándose en favor de Moscú.
Reciente reportes indicaron que las fuerzas rebeldes sirias y Rusia están llevando adelante negociaciones para alcanzar un acuerdo que permita a Moscú continuar con su presencia militar en Siria. Un trato entre ambas partes permitirá que las fuerzas rusas no pierdan un punto logístico clave en el Mediterráneo, además de que podría estar sobre la mesa reinstaurar la protección aérea que se ofrecía previamente, limitando una vez más el accionar de Israel y EE.UU. en los cielos sirios.
Imagen de portada: Captura Syria TV
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