Cazas y bombarderos estratégicos de las Fuerzas Aeroespaciales Rusas (VKS) y las Fuerzas Aéreas de Finlandia, Países Bajos y Suecia han protagonizado un nuevo episodio en el Báltico. Este se produjo cuando una escuadrilla de Tu-22M3 inició una patrulla sobre aguas internacionales del mar Báltico, escoltada por aviones de combate. La detección de la formación provocó la activación de los protocolos QRA de los países de la OTAN, que realizaron una respuesta escalonada para interceptar el vuelo de los aviones rusos.

Según lo comunicado por el Ministerio de Defensa de la Federación Rusa en la jornada de hoy, 17 de diciembre, las VKS llevaron a cabo vuelos de patrullas planificadas mediante el despliegue de bombarderos estratégicos Tupolev Tu-22M3, escoltados por aviones de combate Sukhoi Su-30SM y Su-27. La patrulla, realizada durante horas de la mañana, tuvo una duración de cinco horas, comprendiendo un despliegue prolongado sobre aguas neutrales del Ártico, el Atlántico Norte, el océano Pacífico, el mar Negro y el mar Báltico.

A lo largo del trayecto de las aeronaves, el Ministerio de Defensa ruso confirmó que estas fueron acompañadas por aeronaves extranjeras, tratándose de aviones de combate de las Fuerzas Aéreas de Finlandia, Suecia y Países Bajos, que realizaron la identificación visual de las aeronaves después de ser alertadas por el Comando Aéreo de la OTAN.

La respuesta de los países de la OTAN consistió en la aproximación e interceptación para la identificación de las aeronaves rusas. De este despliegue participaron, en primer término, los F/A-18 finlandeses, seguidos de los JAS-39 Gripen de Suecia y los cazas furtivos F-35A de la Real Fuerza Aérea de los Países Bajos; estos últimos desplegados, presumiblemente, desde la base aérea Ämari, en Estonia, donde vienen realizando desde principios de mes misiones de Policía Aérea.

Si bien ambas fuerzas no brindaron detalles, fuentes abiertas de información (OSINT) permitieron identificar varios aspectos de la formación de aeronaves rusas. En primer lugar, se observó que los bombarderos Tu-22M3 estaban equipados con misiles antibuque Kh-22/32; mientras que uno de los Su-30SM (presumiblemente perteneciente al 14° Regimiento de Aviación de Combate) estaba armado con misiles aire-aire de medio alcance R-77-1, misiles aire-aire de corto alcance R-73 y equipado con un pod de contramedidas electrónicas SAP 518-SM, visibles en las punteras de sus alas.

Como ha sido reportado en múltiples ocasiones, estos episodios protagonizados por fuerzas de la OTAN y de las Fuerzas Armadas de Rusia son moneda corriente en el Báltico, así como en regiones aledañas de importancia, como el Atlántico Norte y el Ártico. Ambas fuerzas buscan medir los tiempos de respuesta de los sistemas de defensa aérea y radar integrados, así como su capacidad de disuasión para responder a cualquier posible violación del espacio aéreo soberano.

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