Cazas de quinta generación F-35A Lightning II de la Real Fuerza Aérea de los Países Bajos formaron parte del paquete de aviones de combate de la OTAN que fueron desplegados para interceptar a bombarderos Tu-22M3 rusos armados con misiles antibuque de largo alcance Kh-22/32. Las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia realizaron un ejercicio sobre aguas del Mar Báltico, actividad que también incluyó escoltas Su-27.
Conforme a lo informado por la Real Fuerza Aérea neerlandesa, “…dos F-35A holandeses despegaron ayer de Estonia para interceptar dos Su-27 y dos bombarderos Backfire rusos. Dos JAS 39 Gripen suecos tomaron el relevo de los F-35A al este de Gotland…”. Los cazas de quinta generación desplegaron desde la base estonia de Ämari.
Tal como informamos al cierre de la jornada de ayer, las Fuerzas Aeroespaciales Rusas (VKS) llevaron a cabo vuelos de patrullas de largo alcance con sus bombarderos estratégicos Tupolev Tu-22M3, aeronaves que contaron con el apoyo de cazas Sukhoi Su-30SM y Su-27 como escolta. La patrulla, realizada durante horas de la mañana, se extendió por más de cinco horas, comprendiendo un despliegue prolongado sobre aguas del Ártico, el Atlántico Norte, el océano Pacífico, el mar Negro y el mar Báltico.
A lo largo de su patrulla, las aeronaves rusas fueron interceptadas por distintos cazas de la OTAN. Desde la cartera de Defensa rusa se confirmó que los aviones de combate que salieron al encuentro de la formación de las VKS pertenecieron a las Fuerzas Aéreas de Finlandia, Suecia y Países Bajos con sus F-35A Lightning II, los cuales realizaron la identificación visual de las aeronaves después de ser alertadas por el Comando Aéreo de la OTAN.
La presencia de los F-35A Lightning II neerlandeses en Estonia obedece al despliegue rotativo que realizan las Fuerzas Aérea de la OTAN en el marco de la misión Baltic Air Policing. Durante la ceremonia de recepción a inicios de diciembre, el teniente general Thorsten Poschwatta, comandante del Centro de Operaciones Aéreas Combinadas de la OTAN en Uedem, Alemania, destacó que “…los primeros aviones de la OTAN que utilizarán esta pista recientemente renovada serán aviones de combate de quinta generación; esta es una clara demostración de cómo los aliados invierten en nueva tecnología de vanguardia y capacidad para hacer frente a las amenazas actuales y futuras…”.
Los costes totales del proyecto para la puesta a punto de la base aérea de Ämari fueron de 18,5 millones de euros. Se trata de “…una inversión para impulsar la infraestructura de la OTAN en la región. En Ämari, Estonia demostrará que es totalmente capaz de apoyar las operaciones de aviones de quinta generación mientras reanuda los vuelos de vigilancia aérea de la OTAN las 24 horas, los 7 días de la semana. Esta es una contribución importante a la preparación de la Alianza en el flanco oriental…”.
Las bases aéreas de Ämari y Šiauliai desempeñan un papel vital para las misiones de policía aérea de la OTAN en la región del Mar Báltico, ya que concentran capacidades de alto nivel bajo el Sistema Integrado de Defensa Aérea y de Misiles de la Alianza. “…Con el nuevo despliegue de los aviones de combate italianos, franceses y holandeses, la OTAN cuenta con una sólida capacidad aérea que envía una señal clara a los adversarios potenciales sobre la preparación y el compromiso colectivos de los Aliados para preservar la integridad territorial…”, detalló el Comando Aéreo Aliado.
La presencia de los bombarderos Tu-22M3 junto a sus escoltas obedece a despliegues usuales de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia. La particularidad de este caso fue la presencia de misiles antibuque de largo alcance, uno de los roles previstos para los bombarderos rusos. Sus objetivos son buques militares de alto valor, como pueden ser los portaaviones y buques anfibios.
Imagen de portada: Koninklijke Luchtmacht
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