En el curso de la semana pasada, la Armada de Estados Unidos (US Navy) dio a conocer que espera poder culminar la etapa de diseño de sus nuevas fragatas clase Constellation para el mes de mayo del próximo año 2025, buscando volver a encaminar el programa tras considerables retrasos. La noticia fue deslizada por el Secretario Adjunto de la Marina para Investigación, Desarrollo y Adquisición, Nickolas Guertin, quién a su vez planteó la posibilidad de que la fuerza busque a un segundo astillero para complementar la labor de Fincantieri Marinette Marine a partir del año fiscal 2027.
Cabe recordar, que el mencionado fabricante y la Armada estadounidense habían estipulado que la primera entrega de una de estas nuevas fragatas de misiles guiados para 2026, aunque fueron registrados diversos obstáculos, y consecuentes retrasos, a la hora de integrar las mejoras solicitadas por la fuerza sobre el diseño base del modelo FREMM que fue adquirido por sus pares de Italia y Francia. En ese sentido, el secretario Guertin declaraba: “Mientras tanto, le hemos otorgado a esa compañía un puñado de barcos diferentes, y vamos a llevarlos al lugar donde puedan construirlos rápidamente, sabiendo que estamos significativamente retrasados en sacar el primer barco.”
Según se expresa desde medios especializados locales, el retraso antes descrito podría tener un impacto de tres años en el cronograma de entregas, a lo que se ha de agregar una problemática generalizada para los astilleros estadounidenses observable en los últimos años: la falta de mano de obra calificada. Tal y como se mencionaba inicialmente, esto llevaría a la US Navy a buscar potenciales candidatos para sumarse al proceso de fabricación de los nuevos buques de la clase Constellation, a fines de compensar estos retrasos con un ritmo de producción más acelerado.
Al respecto de este asunto se manifestaba Mark Vandroff, quién funge como director ejecutivo de Fincantieri Marinette Marine, durante el Foro de Defensa del Instituto Naval en Washington: “Con la fragata lo que tienes es un contratista responsable del diseño funcional, pero el gobierno tiene que aprobar cada artefacto (…) Luego de haberlo puesto en marcha, nos preguntamos por qué había tardado mucho más de lo que habíamos estimado originalmente. Porque la industria no tenía la capacidad que pensábamos que teníamos para hacer el diseño.”
Ahondando en detalles, la Armada de EE.UU. ya emitió a mediados de noviembre una solicitud de información al complejo militar industrial local para conocer que astilleros estarían en condiciones de sumarse al programa. Acorde a un portavoz del secretario Guertin, ello derivó en que diversos posibles candidatos hayan respondido al llamado, entrando la US Navy en una fase de investigación de mercado para seleccionar la mejor opción de cara al 2027. Puesto en sus propias palabras: “Estamos considerando, bien, a partir de un plan de construcción naval de 30 años, que necesitamos tener más capacidad para construir fragatas. Así que estamos haciendo esa investigación de mercado ahora.”
Por lo pronto, la lista de candidatos presentada por el portavoz incluiría a: Austal USA, Bollinger, Ingalls Shipbuilding de HII y General Dynamics Bath Iron Works. En todos estos casos, existen preocupaciones respecto de su capacidades para poder solventar el obstáculo antes mencionado respecto de la contratación de personal, como así también sobre como lograrían producir las Constellation a la par que desarrollan sus propios proyectos; por tanto se ha mencionado también la posibilidad de que se seleccione a dos astilleros para trabajar en conjunto, tal y como ocurre en el caso de General Dynamics y HII con los submarinos.
Finalmente, se ha observado una creciente preocupación respecto de si las nuevas fragatas (una vez hayan logrado integrar las modificaciones pretendidas por la Armada de EE.UU.) tendrán la capacidad antes prevista en términos de espacio y peso para incorporar desarrollos futuros en sus instancias de modernización. Pasando revista de algunas de dichas modificaciones, podemos encontrar cambios que van desde la hélice del buque, a fines de reducir su firma acústica, hasta el aumento de la eslora en unos 23.6 pies (casi unos 7 metros) para acomodar generadores más grandes.
*Imagenes empleadas a modo ilustrativo.
Te puede interesar: Con su puesta nuevamente a flote, HII avanza en la modernización del destructor de misiles hipersónicos USS Zumwalt de la Armada de EE.UU.