Tras una semana de la firma del nuevo contrato adjudicado a Navantia para la construcción de tres nuevas corbetas Avante 2200 destinadas a la Armada de Arabia Saudita (RSNF), el día de ayer tuvo lugar la celebración del acto de corte de la plancha de acero del primero de esta nueva serie de buques. De este modo, se da inicio oficial a su construcción en el Taller de Unidades Abiertas Planas José Antonio Rodríguez Poch.

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Este avance ha sido posible gracias al marco de colaboración establecido en 2018 entre los ministerios de defensa de España y Arabia Saudita, que buscó impulsar los esfuerzos conjuntos en el sector de la defensa y mejorar las capacidades navales de la Armada saudí. En este contexto, ese mismo año, Navantia llegó a un acuerdo con la empresa estatal Saudi Arabian Military Industries (SAMI) para la creación de una joint venture con sede en Arabia Saudita.

Dicha joint venture ha desempeñado un papel clave, siendo responsable del suministro e integración de los sistemas de combate para futuros programas navales en territorio saudí. Entre estos, se destaca el contrato firmado en 2018 para la construcción de cinco corbetas, valorado en 1.800 millones de euros, que culminó exitosamente con la entrega de la quinta unidad en marzo de este año, cumpliendo los plazos estipulados en la negociación.

El éxito operativo y el cumplimiento de los plazos, pese a las adversidades globales recientes, han consolidado la confianza del Ministerio de Defensa saudí en Navantia. Esta confianza se ha traducido en la adjudicación del nuevo contrato para la construcción de tres corbetas adicionales de la clase Avante 2200 para la Real Marina Saudí.

Lejos de ser una decisión aislada, la elección del modelo Avante 2200 responde al contexto geopolítico del país. Este modelo es ideal para proteger los intereses nacionales de Arabia Saudita y proyectar poder en el Golfo Pérsico y el Mar Rojo. Las crecientes disputas con Irán, la coalición contra los hutíes en la Guerra de Yemen, y las amenazas de piratería en el Golfo de Adén y el Cuerno de África, sumadas al terrorismo en la región, refuerzan la necesidad de estos buques.

Además, el contrato incluye el suministro de un paquete de apoyo logístico integrado y la formación de las tripulaciones. Esto se complementará con un periodo de evaluación operativa de los buques por parte de la Armada saudí en la base naval de Rota, donde Navantia ofrecerá servicios de apoyo técnico. Asimismo, se capacitará a un centenar de ingenieros saudíes, lo que fomenta la transferencia tecnológica contemplada tanto en el contrato actual como en el anterior.

Con una entrega prevista para finalizar en 2028, Navantia será responsable de construir y entregar la primera unidad. Por su parte, la segunda y la tercera corbetas serán finalizadas en Arabia Saudita, donde se realizará la instalación, integración y pruebas de los sistemas de combate, tal como se llevó a cabo en el contrato anterior.

En cuanto a sus capacidades, las corbetas destacan por su diseño polivalente basado en el modelo Avante 2200 de Navantia. Estas embarcaciones están especialmente diseñadas para misiones de vigilancia, control del tráfico marítimo, búsqueda y rescate, y asistencia a otros buques, entre otras funciones. Asimismo, poseen importantes capacidades de defensa de activos estratégicos, inteligencia y operaciones antisubmarinas, antiaéreas, antisuperficie y de guerra electrónica.

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Por último, estas corbetas incorporan tecnologías propias de Navantia, como el sistema de combate HAZEM (desarrollado en colaboración con SAMINavantia), el sistema de comunicaciones integradas HERMESYS, la dirección de tiro DORNA, el Sistema Integrado de Control de Plataforma, el puente integrado MINERVA, así como motores propulsores bajo licencia de MTU, generadores diésel, y cajas reductoras fabricadas bajo licencia de Schelde. Además, la unidad de negocio de Reparaciones de Navantia participará en los trabajos de mantenimiento durante las varadas de las corbetas en San Fernando.

En esta oportunidad se ha contado con la presencia del presidente de Navantia, Ricardo Domínguez y del contralmirante de la RSNF, Mansour Aljuaid.

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