Un reciente informe del Pentágono, desde los Estados Unidos advirtieron que a pesar de los desafíos internos que enfrenta la República Popular China, el Ejército Popular de Liberación (EPL) continúa ampliando sus capacidades militares para consolidarse como una fuerza armada con proyección global. Según el documento, este avance incluye desarrollos significativos en los ámbitos nuclear, espacial y aéreo, aunque se ve acompañado de problemas como la destitución del ministro de Defensa por corrupción y la desaceleración económica del país.
Expansión del arsenal nuclear
En el ámbito nuclear, el informe destaca que China ha incrementado de manera sustancial su arsenal. Actualmente, cuenta con más de 600 cabezas nucleares operativas, lo que representa un aumento de 100 en comparación con el año anterior y de 200 respecto a los últimos dos años. De mantenerse esta tendencia, el Pentágono proyecta que China podría superar las 1.000 cabezas nucleares para 2030 y continuar expandiéndose hasta 2035, alineándose con los objetivos estratégicos del EPL para convertirse en una potencia militar avanzada.
Desarrollo de capacidades espaciales
En lo que respecta al espacio, China está fortaleciendo sus capacidades contra espaciales para neutralizar activos estratégicos de Estados Unidos en órbita. Entre las capacidades mencionadas en el informe se incluyen misiles antisatélites de ascenso directo, satélites orbitales diseñados para operar cerca de otros en el espacio, sistemas de guerra electrónica y tecnologías de energía dirigida. Este enfoque refleja el interés de Pekín en obtener una ventaja estratégica en el dominio espacial, considerado esencial para la guerra moderna.
Proyección aérea y operaciones conjuntas de China
Por su parte, la Fuerza Aérea del EPL (PLAAF) está trabajando para expandir sus capacidades operativas más allá de sus fronteras inmediatas. Un ejemplo de este esfuerzo es el ejercicio combinado realizado junto a las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia, en el que bombarderos estratégicos sobrevolaron espacio aéreo internacional dentro de la ADIZ de Alaska, demostrando una mayor cooperación y capacidades de proyección de su aviación de combate.
Según el informe, la Fuerza Aérea y la Armada de del Ejército Popular de Liberación combinan más de 3.150 aeronaves, lo que las convierte en las mayores fuerzas de aviación de la región y las terceras del mundo. De este total, aproximadamente 2.400 son aviones de combate, incluyendo cazas, bombarderos y aviones de ataque. Entre estos destaca el bombardero estratégico H-6, con capacidad para portar armas nucleares, misiles de crucero y con capacidad de ser reabastecido en vuelo, lo que refuerza el componente aéreo de la tríada nuclear del Gigante Asiático.
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