En su tránsito de regreso al océano Atlántico, la fragata rusa de misiles Almirante Gorshkov continúa siendo vigilada por unidades de la Armada Española mientras navega en aguas del litoral gallego. Recientemente, el buque de la Armada de Rusia fue identificado y monitoreada por la fragata Almirante Juan de Borbón (F-102) en la desembocadura del río Miño, en la frontera entre Portugal y España, tras finalizar su despliegue en el mar Mediterráneo.

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Desde el 2 de noviembre, la fragata del Proyecto 22350 construida en el Astillero Severnaya Verf en San Petersburg, ha estado cumpliendo su misión de despliegue de larga distancia como parte de la fuerza operativa permanente de la Armada rusa. Partiendo desde la base naval principal de la Flota del Norte, en Severomorsk, el buque ha recorrido diversos puntos estratégicos en los que ha llevado a cabo misiones diplomáticas-militares, ejercicios de entrenamiento y el lanzamiento de misiles hipersónicos, tecnología con la que está equipada esta unidad.

Antes de ingresar al Mediterráneo, durante su tránsito por el océano Atlántico, la tripulación del Almirante Gorshkov llevó a cabo diversas actividades, como la práctica de detección y seguimiento de un submarino enemigo imaginario, en interacción con un helicóptero de guerra antisubmarina Ka-27 basado en la cubierta del buque. Asimismo, se perfeccionaron las habilidades de la tripulación en tácticas defensivas para proteger la embarcación de posibles torpedos enemigos. Estas prácticas incluyeron simulaciones computarizadas de situaciones tácticas, en las que se “destruyó” teóricamente un torpedo atacante. Además, el equipo de guerra antisubmarina realizó maniobras cronometradas para detectar un torpedo y neutralizarlo mediante un arma interceptora.

No obstante, el complejo contexto internacional actual, marcado por el estallido de diversos conflictos, ha intensificado las tensiones y la rivalidad en torno a la proyección naval de poder y las estrategias de disuasión. Tanto Rusia como las fuerzas aliadas de la OTAN han realizado diversas actividades que evidencian esta competencia.

En este sentido, no es la primera vez que unidades de la Armada Española monitorean y vigilan la actividad de este buque ruso tras concluir el pasado 16 de diciembre del presente su despliegue en estas aguas. Por ejemplo, el pasado 4 de diciembre, durante los lanzamientos de misiles hipersónicos realizados por la fragata Almirante Gorshkov en aguas internacionales al este de Chipre, la fragata española Cristóbal Colón estuvo presente realizando tareas de seguimiento. Más recientemente, la fragata Navarra de la Armada Española llevó a cabo labores de vigilancia durante el tránsito de la unidad rusa hacia el Mediterráneo oriental.

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En el caso más reciente, la fragata Almirante Juan de Borbón asumió el seguimiento del buque ruso tras localizarlo a la altura de la desembocadura del río Miño. En ese momento, relevó a un buque de la Marina y Fuerza Aérea de Portugal y continuó el monitoreo. Finalmente, se prevé que, una vez cumplido su cometido, la fragata española transfiera la responsabilidad de vigilancia a una unidad de la Marina francesa.

*Fotografía de portada: Fuerza Aérea de Portugal.

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