Continuando con el desarrollo de la Campaña Antártica de Verano 2024/25, el rompehielos ARA “Almirante Irízar” (Q-5) de la Armada Argentina concretó el recambio de personal y el inicio del reabastecimiento en la Base Conjunta Antártica Esperanza, ubicada estratégicamente en punta Foca, bahía Esperanza, dentro del estrecho Antártico.

Durante 24 horas ininterrumpidas, se llevaron a cabo operaciones logísticas con embarcaciones menores, descargando equipaje, material general y replegando al personal saliente. El Grupo Playa, liderado por el Teniente de Fragata Lucas Pini, estuvo a cargo de la coordinación de las maniobras en tierra para garantizar la transferencia eficiente de los envíos del buque a los depósitos de la base. Estas tareas se desarrollaron mediante el empleo de las Embarcaciones de Desembarco de Personal y Vehículos (EDPV) y botes semirrígidos, siendo esta una técnica similar a la de un desembarco anfibio.

Respetco a esta instancia, el Capitán de Navío Sebastián Musa, comandante del rompehielos, elogió la dedicación del personal al afirmar que “La voluntad y la entrega del personal de la unidad que opera tanto en el buque como en la costa es admirable. En la Antártida se trabaja día a día con bajas temperaturas, viento y condiciones extremas y cambiantes que requieren de una férrea vocación y experiencia”.

Durante esta etapa, se trasladó al personal científico y militar que concluyó la última invernada. Estos integrantes fueron replegados hacia la Base Conjunta Antártica Marambio, donde helicópteros Bell 212 de la Fuerza Aérea Argentina completaron su traslado en múltiples vuelos. Desde allí serán transportados por aviones C-130 Hércules hacia Río Gallegos y luego a Buenos Aires.

A pesar de haber completado las descargas iniciales en Esperanza, las condiciones hidrometeorológicas adversas obligaron al ARA “Almirante Irízar” a mantenerse en la zona, aguardando la oportunidad de dirigirse hacia Marambio. Esta base es un punto clave para el transporte aéreo hacia y desde el continente, desempeñando un rol vital en la logística antártica argentina.

Desde su inauguración en 1952, la Base Esperanza, cuenta con una rica historia que incluye la fundación de la primera escuela antártica y su consolidación como un centro de investigación científica de relevancia internacional. Actualmente, allí se realizan estudios de glaciología, sismología, biología marina y terrestre, y se recolectan datos meteorológicos cruciales para la región. Además, la Base permite que familias acompañen a los invernantes, reforzando el carácter humano y comunitario de la misión argentina en la Antártida, contribuyendo a la permanencia ininterrumpida en el continente blanco desde hace mas de 120 años.

*Créditos de las imágenes: Armada Argentina.-

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