En el marco de las operaciones de la OTAN, el Subgrupo Táctico de Infantería de Marina española desplegado en Rumanía participó en el ejercicio militar multinacional Eagle Defender el pasado 23 de diciembre. Este ejercicio tuvo como objetivo reforzar la interoperabilidad de las fuerzas aliadas que integran el Grupo Táctico. Cabe destacar que fue el último ejercicio realizado por la unidad en el año.

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Dadas las crecientes tensiones y el estallido de la guerra en Ucrania, Rumanía se ha convertido en un terreno clave para reforzar la defensa en Europa del Este. Esta región no solo permite una demostración de capacidades por parte de los miembros de la OTAN, sino también contribuye a la seguridad colectiva debido a su proximidad con Rusia y su frontera con Ucrania.

En este contexto, bajo liderazgo francés, el Subgrupo Táctico Mecanizado de Infantería de Marina español se integró al Battle Group Multinacional, compuesto también por unidades de Bélgica y Luxemburgo. Además de los más de 250 militares desplegados, España aportó aproximadamente 40 vehículos, entre los que destacan los Vehículos de Combate de Infantería Piraña IIIC, blindados 8×8 equipados con misiles anticarro Spike; los Vehículos de Alta Movilidad Tácticos VAMTAC ST5; y, por primera vez en una operación internacional, los sistemas de morteros integrados EIMOS de 81 mm.

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En esta línea, el Eagle Defender, considerado un ejercicio clave para la Alianza, consta de tres fases diseñadas para aumentar la capacidad de respuesta en el flanco este. En este caso, las fases integraron a todas las unidades en un dispositivo defensivo que simuló un despliegue real en la frontera entre Rumanía y Ucrania.

El ejercicio, al implicar el despliegue real de todos los medios del Grupo Táctico, requirió una serie de actividades para garantizar su correcta ejecución. Como es lógico, lo primero fue el despliegue de las unidades de apoyo logístico, encargadas de suministrar el material necesario para un despliegue de varios días. Este trabajo preparó el terreno para la construcción de posiciones defensivas, tarea que se realizó en colaboración con las unidades de ingeniería y la compañía mecanizada de Francia.

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Posteriormente, una vez preparado el terreno, el Subgrupo Táctico de Infantería de Marina español relevó a la compañía francesa y formalizó la estructura defensiva. Durante esta fase, se ejecutaron contrataques a zonas de trincheras como parte del entrenamiento.

Finalmente, tras completar estas acciones, las unidades se reorganizaron y asumieron el rol de reserva dentro del Battle Group Multinacional, demostrando su capacidad para adaptarse a las exigencias de la operación y garantizando la cohesión operativa del conjunto aliado.

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