Tras efectuar cuatro vuelos a lo largo de 18 días de operaciones en la Antártida, la Armada de Chile finalizo con éxito la Campaña Antártica “Hielo V”, que implicó un el despliegue de un avión de patrullado marítimo P-3ACH Orión, marcando un hito para la Armada de Chile ya que fue la primera operación aeronaval con aeronaves de ala fija en alcanzar la Estación Polar Científica Conjunta “Glaciar Unión”, ubicada en la latitud 80° en la Tierra de Ellsworth, ubicada en la Antártida Occidental.

Este operativo aeronaval y científico, llevado a cabo entre Punta Arenas y el Glaciar Unión, incluyó cuatro vuelos del avión P-3ACH Orión, sumando 40 horas de operación sobre el continente blanco. Las tareas principales consistieron en recolectar datos sobre el impacto del cambio climático en las plataformas de hielo mediante tecnología desarrollada por el Centro de Estudios Científicos (CECs).

El P-3ACH Orión, al mando del Capitán de Fragata Cristóbal Rodríguez, completó más de 11.000 millas náuticas en esta misión. Este logro incluye el histórico aterrizaje en la pista de hielo azul del Glaciar Unión, la cual es considerada la operación más austral realizada por un medio de la Armada. En este sentido, Rodriguez destacó que “Fue un desafío significativo, tanto desde el punto de vista técnico como meteorológico, pero marcamos un precedente para futuras expediciones científicas en esta región”.

La misión incluyó sobrevuelos estratégicos sobre las principales plataformas y glaciares antárticos, como Larsen D y E, Ronne y Wilkins, y áreas como la Meseta Dyer. Estos vuelos permitieron al equipo científico recolectar datos clave para estudiar el impacto del cambio climático y mapear las líneas de costa. Además, el uso de sensores avanzados, en etapa de prueba, ayudó a diferenciar formaciones glaciológicas y geológicas.

Un componente esencial de “Hielo V” fue el uso de tecnología de punta integrada al P-3CH Orión, destacandose la incorporación de un sistema LiDAR (Light Detection And Ranging según sus siglas en inglés), sensores de radar y equipos de posicionamiento que permitieron mediciones precisas del espesor de las capas de hielo. Además, la aeronave dispone de sistemas como el FLIR (Forward Looking InfraRed), utilizado en operaciones de vigilancia y reconocimiento, lo que refuerza su capacidad multifuncional.

El trabajo conjunto entre la Armada, el CECs y otros actores permitió superar obstáculos logísticos y meteorológicos, realizando además tareas de fiscalización de la flora y fauna, en cumplimiento con los tratados internacionales de conservación antártica. Estas labores complementaron los objetivos científicos y la protección del ecosistema antártico.

*Créditos de las imágenes: Armada de Chile.-

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