Ucrania sufrió un nuevo ataque masivo de misiles crucero y drones por parte de Rusia, ofensiva que se realizó contra infraestructura energética y objetivos de alto valor durante la noche de Navidad. Pese a que Kyiv informó que al menos un misil ruso sobrevoló Rumania para impactar en la región de Chernivtsi, las autoridades rumanas negaron de momento el incidente.
Conforme a lo detallado por el Ministerio de Defensa Nacional de Rumania, y en base a las afirmaciones ucranianas sobre la presencia de un misil crucero ruso en espacio aéreo de la OTAN, se mencionó que “…el sistema de vigilancia aérea de Rumania, como parte del sistema integrado de la OTAN, que monitorea constantemente la situación aérea en la zona, no detectó tal situación…”.
Desde la cartera de Defensa rumana se detalló que “…las autoridades militares rumanas fueron informadas por las ucranianas de que, alrededor de las 7:30 horas, un misil de las fuerzas de la Federación Rusa, que habría impactado en la región de Chernivtsi, Ucrania, habría evolucionado a través del espacio aéreo de la República de Moldavia y, durante aproximadamente dos minutos, y por el espacio aéreo de Rumanía, en la zona norte, en las proximidades de la localidad de Darabani…”.
“…De los datos de seguimiento de los sistemas de vigilancia aérea de Rumanía y de los proporcionados por los medios de los países de la OTAN que complementan el seguimiento en la zona de responsabilidad de Rumanía, no se ha confirmado el cruce del espacio aéreo rumano. Las estructuras competentes del Ministerio seguirán investigando esta situación para aclarar todas las circunstancias…”, concluyó el reporte rumano.
Entre la noche del 24 y madrugada del 25 de diciembre, las Fuerzas Armadas rusas habrían lanzado alrededor de 78 misiles crucero y más de 100 drones contra diversos puntos de Ucrania. Las defensas locales informaron que lograron derribar al menos unos 113 objetivos aéreos y desviar otros 50 (posiblemente vehículos aéreos no tripulados afectados por sistemas de guerra electrónica).
El reciente ataque es una nueva ofensiva contra la estructura energética de Ucrania, infraestructura esencial para la población ucraniana atento que se encuentran en plena estación invernal. Similares acciones viene repitiendo Moscú desde su nueva invasión a Ucrania, con la intención de minar la voluntad de la población local y que la misma sea una presión adicional para una capitulación de Kyiv.
Al igual que en otros ataques, la OTAN ha seguido de cerca las acciones rusas atento que ocasionalmente misiles crucero o drones suelen ingresar al espacio aéreo de países aliados, como el caso de Rumania o Polonia. Las Fuerzas Armadas de estas naciones, junto a la OTAN, mantienen constante vigilancia de las operaciones rusas, pero esto no ha impedido que se hayan dados incidentes, debiendo desplegar cazas y otros medios para evitar mayores consecuencias.
Imagen de portada ilustrativa. Créditos: Ministerio de Defensa ruso
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