Buscando fortalecer la red de defensa aérea de su aliado ucraniano, Grecia ha decidido avanzar en la transferencia de un lote de misiles RIM-7 Sea Sparrow para el sistema de defensa aérea Frankenstein operado por las tropas de Kiev, mismo que integra los mencionados misiles con plataformas de lanzamiento Buk-M1 9A310M. Particularmente, se trata de un lote de 24 misiles provenientes de los inventarios de la Armada y la Fuerza Aérea de Grecia, las cuáles han determinado que tras cuatro décadas en servicio ya no cumplen los estándares del país para su uso operativo.

Cabe recordar, que los misiles Sea Sparrow de fabricación estadounidense a ser transferidos por Grecia no serían los primeros que lleguen a manos de las Fuerzas Armadas de Ucrania, considerando que Washington realizó el envío de un primer lote en el mes de enero del 2023; por lo que los artilleros ya están familiarizados con el sistema. En esa línea, ha de destacarse que los misiles en cuestión servirán para la labor de intercepción de aeronaves, drones y misiles de crucero a corta distancia, siendo posible desplegarlos tanto desde plataformas navales, terrestres y aéreas dependiendo de la variante.

Por otro lado, desde Atenas fue manifestado que la transferencia de este lote de misiles a Ucrania no mermará considerablemente las capacidades de defensa aérea de Grecia desplegadas en el Egeo, esto teniendo en cuenta que opera con los modernos sistemas Patriot producidos por EE.UU. y los ya mas antiguos S-300 de origen ruso. En ambos casos, Ucrania solicitó a Grecia el envío de lanzadores de este tipo junto a la munición y material logístico necesarios para operarlos, pero se encontró con respuestas negativas sustentadas en que se carecería de un reemplazo directo en el futuro cercano para mantener las capacidades de la red actual.

Por lo pronto, a pesar de puntual apoyo brindado a Ucrania en cuestiones de material, Grecia ha buscado consolidarse como un sólido aliado de Ucrania para hacer frente a la invasión rusa. En el papel, esto se refleja a través de la firma de un acuerdo de seguridad bilateral en el mes de octubre entre los mandatarios de ambas naciones, mientras que en términos concretos se traduce en el envío de vehículos blindados BMP-1, armas para la infantería ucraniana, diversos tipos de municiones y la contribución al entrenamiento de futuros pilotos del caza F-16 donado a Kiev por sus aliados europeos.

Finalmente, rescatando algunas de las características conocidas del antes mencionado sistema de defensa aérea Frankenstein ucraniano, resulta útil mencionar que se trata de una reconfiguración de antiguas plataformas Buk-M1 (también conocidas como SA-11 Gadfly en la OTAN) para que sean capaces de desplegar misiles entregados por los EE.UU. A pesar de la falta de material que permita conocer detalles en profundidad, hemos reportado en ocasiones previas que el sistema presentaría hasta 4 tubos para el lanzamiento de misiles, notándose a su vez que presentaba a los RIM-7 Sea Sparrow con sus aletas plegadas; dando cuenta de que se trataría de su variante naval a pesar de ser una batería terrestre. Además de ese sistema, se dieron a conocer proyectos Frankenstein previos basados en las plataformas 2K12 Kub, siendo enviadas propuestas desde Polonia y la República Checa; aunque se carece se certeza respecto de si estas han prosperado.

*Imagenes empleadas a modo ilustrativo.

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