El gobierno de Japón ha aprobado por decimotercera vez un significativo aumento en su presupuesto de defensa para el periodo fiscal 2025, alcanzando los USD 55.1 mil millones (8,7 billones de yenes), un valor menor a la alternativa analizada de USD 58 mil millones por el gobierno meses atrás. Esta decisión, aprobada recientemente por el Consejo de Ministros, corresponde al tercer año del Programa de Refuerzo de la Defensa, un plan a cinco años que busca fortalecer las capacidades militares del país teniendo en cuenta que apunta a destinar el 2% de su producto interno bruto (PBI) en defensa para el año 2027.
En diciembre de 2023, el gobierno japonés había aprobado un presupuesto de USD 55,9 mil millones (7,95 billones de Yenes) para el año 2024, pero ahora con la reciente aprobación, y teniendo en cuenta la depreciación del valor del Yuan japones, se marcó un hito histórico, ya quela inversión en defensa superó los 8 billones de Yenes. Desde el Ministerio de Defensa señalan que este aumento incluye una asignación adicional destinada al desarrollo de un nuevo satélite de comunicaciones y ajustes presupuestarios derivados de la revisión del presupuesto inicial.
Inversiones en vehículos no tripulados, satélites y armamento
Asimismo, Japón planea construir una constelación de satélites para proporcionar información sobre objetivos y capacidades de adquisición, asignando USD 1.790 millones para ello. Por otro lado, invertirán USD 263 millones para comprar dos vehículos aéreos no tripulados MQ-9B Sea Guardian y equipos de control en tierra y el equipamiento asociado, como así también la asignación de USD 25.3 millones para comprar vehículos aéreos no tripulados que operarán desde buques de la Fuerza de Autodefensa Marítima.
En tal sentido, en este nuevo periodo fiscal se incluye el desarrollo de un satélite de comunicaciones de defensa que sustituyera al actual satélite Kirameki-2, cuya desactivación está prevista para 2030, por un valor de USD 784 millones debido a la alta demanda de comunicaciones militares. El Kirameki-3 fue lanzado el 4 de noviembre de este año.
Por otro lado, USD 5.959 mil millones corresponden a la adquisición de armamento de largo alcance como misiles antibuque Tipo 12, misiles guiados para ser lanzados desde submarinos, misiles planeadores y la ampliación de las capacidades de fabricación de misiles guiados hipersónicos. Por el lado de las adquisiciones extranjeras se incluyen el misil de ataque para la flota de cazas F-35A de la Fuerza de Autodefensa Aérea de Japón, el misil de ataque aire-superficie para la flota de cazas F-15 de la JASDF y la incorporación de misiles crucero Tomahawk a los destructores con el sistema de combate AEGIS de la Fuerza de Autodefensa Marítima de Japón.
Proyectos navales
Los programas navales incluyen USD 548 millones dos destructores equipados con el Sistema AEGIS (ASEV) que actualmente en construcción y USD 1.99 mil millones para la construcción de tres nuevas fragatas FFM de 4.800 toneladas, que reemplazarán a las fragatas de 3.900 toneladas de la clase Mogami. También fueron asignados USD 772 millones para construir otro submarino de la clase Taigei y USD 188 millones para la investigación y desarrollo de un sistema de lanzamiento vertical para submarinos.
Teniendo en cuenta esto, Japón viene demostrando un aumento sostenido en el presupuesto de defensa, lo que ha reflejado el compromiso de país con el fortalecimiento de sus capacidades militares en un contexto de crecientes tensiones regionales. Estas inversiones en diversos sistemas militares avanzados son a su vez elementos clave de su estrategia para garantizar la seguridad nacional y mantener su influencia en el Indo-Pacífico.
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