En el marco de la Operación Catrimani II, realizada en el área denominada Tierra Indígena Yanomami (TIY), el Ejército Brasileño junto a la Marina de Brasil llevaron a cabo una acción coordinada durante la noche del lunes 16 y la tarde del martes 17 del corriente interceptando dos pistas clandestinas utilizadas para actividades de minería ilegal, en Couto Magalhães y Valmor, situadas en el área conocida como el garimpo de Rangel.
Las tropas intervinientes, que conforman el Comando Conjunto Catrimani II, operaron en horario nocturno con el empleo de dispositivos de visión nocturna, efectuando una infiltración desde helicópteros helicópteros UH-15 “Super Cougar” de la Marina brasileña (MB) y HM-4 “Jaguar” del Ejército brasileño (EB) empleando la técnica de fast rope para su descenso.
En la misión denominada “Flecha Nocturna II”, participo personal militar de las tres Fuerzas Armadas, quienes realizaron tareas de vigilancia, reconocimiento, aseguramiento del área, preparación y detonación de explosivo. La primera pista fue destruida durante la noche, seguida por el desplazamiento y detonación del segundo objetivo durante el día, antes del repliegue final.
Estas pistas de aterrizaje clandestinas, normalmente construidas en lugares estratégicos cerca de las zonas mineras, permiten que pequeñas aeronaves, como aviones y helicópteros, transporten rápidamente los recursos necesarios para la minería ilegal. Resulta oportuno mencionar que durante la operación también se encontraron y neutralizaron un cuadriciclo, aproximadamente 250 litros de combustible y una tonelada de casiterita, conocida popularmente como “oro negro”.
Cabe destacar que la Operación Catrimani II cuenta con la coordinación de la Casa de Gobierno del Estado de Roraima, interviniendo las Fuerzas Armadas, los órganos de Seguridad Pública y diversas agencias estatales. Esta acción se realiza en cumplimiento de la Ordenanza GM-MD N° 1.511 de 26 de marzo de 2024, con el objetivo de prevenir y reprimir la minería ilegal, las actividades ilícitas transfronterizas y los delitos ambientales en la región indígena Yanomami.
*Créditos de las imágenes: Ejército Brasileño – Marina de Brasil.
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