Finalmente, tras cuatro años de trabajo conjunto entre diversas entidades gubernamentales de los Estados Unidos y Nueva Zelanda, la compañía Lockheed Martin ha concretado la entrega del quinto y último avión de transporte C-130J-30 Super Hércules a la Real Fuerza Aérea de Nueva Zelanda.

En el marco del plan de modernización de capacidades militares del gobierno neozelandés, se proyectó la renovación de la flota de C-130H Hércules a través de la compra de nuevas aeronaves a la empresa Lockheed Martin, a través del programa de Ventas Militares Extranjeras (FMS) de los Estados Unidos. En total, se concertó la adquisición de cinco aviones de transporte de fuselaje alargado C-130J-30 Super Hércules, destinados a operar tanto en territorio neozelandés como en el Pacífico Sur y la Antártida, destinados a reemplazar a la flota legacy de Hércules la cual ya contaba con décadas de servicio.

Así lo confirmó recientemente Sarah Minson, subsecretaria de Suministro de Capacidades del Ministerio de Defensa, quien declaró: “Desde el momento en que llegó el primer C-130J en septiembre, las aeronaves han estado en funcionamiento y ya están demostrando su valor como activo nacional. Han realizado varios vuelos exitosos a la Antártida, transportando carga para apoyar el trabajo de los programas de investigación científica de Nueva Zelanda y Estados Unidos en la Base Scott y la Estación McMurdo. También han realizado múltiples vuelos para entregar suministros y personal de misión crítica en toda Nueva Zelanda y la región del Pacífico”.

Durante los últimos cuatro años, el equipo del proyecto del Ministerio de Defensa, en colaboración con personal de las Fuerzas Armadas de Nueva Zelanda, el gobierno de los Estados Unidos y la compañía Lockheed Martin, encargada de fabricar las aeronaves, logró cumplir exitosamente con los objetivos y cronogramas establecidos. Mientras tanto, los miembros de la tripulación de la Real Fuerza Aérea de Nueva Zelanda (RNZAF) continúan su proceso de entrenamiento, tanto en los Estados Unidos como en Nueva Zelanda, para optimizar el uso de estas aeronaves.

Este esfuerzo culminó con la recepción en suelo neozelandés de la quinta unidad el pasado 18 de diciembre de 2024, según lo estipulado en el cronograma de entregas. Esta nueva generación de aeronaves ofrece una capacidad de carga mejorada (hasta 20 toneladas), un mayor alcance operativo (4,000 km) y una cabina digital avanzada que reduce la tripulación necesaria. Además, su diseño optimizado permite operaciones en pistas cortas y climas extremos, convirtiéndolos en una herramienta fundamental para misiones de transporte militar, ayuda humanitaria, evacuaciones médicas y apoyo logístico en la Antártida.

*Fotografías empleadas a modo de ilustración.

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