Con el objetivo de incrementar sus capacidades de artillería, la Dirección de Armamento Terrestre (TERRAM) autorizó al Ejército Italiano la adquisición de 21 sistemas de cohetes de artillería de alta movilidad (HIMARS), incluyendo el soporte técnico necesario para su entrada en servicio. Este proceso, iniciado en febrero del año pasado, se llevó a cabo a través de un contrato con la agencia gubernamental estadounidense “Strategic Operational Rocket Missile (STORM)”, en cumplimiento de los requisitos establecidos por las Fuerzas Armadas.
La incorporación de los HIMARS se alinea con el “Concepto Operativo del Ejército Italiano 2020-2035” y con las capacidades estratégicas descritas en el documento “Ejército 4.0”. Este programa forma parte de las iniciativas destinadas a reforzar la denominada “maniobra sin contacto”, aumentando la capacidad de proyección y el volumen de fuego disponible, todo dentro del marco de una mayor flexibilidad operativa.
Por otro lado, se firmó un contrato con la compañía Rheinmetall Italia para la adquisición de sistemas de defensa antiaérea de muy corto alcance C-RAM (Counter Rocket, Artillery, Mortar system), diseñados para contrarrestar cohetes, artillería y morteros. Montado en un contenedor móvil, el C-RAM detecta, alerta e intercepta los proyectiles que son utilizados contra bases de operaciones avanzadas y a objetivos de relevancia.
En cuanto al HIMARS (Sistemas de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad según sus siglas en inglés) se configura como uno de los elementos mas modernos y eficaces del inventario de artillería de numerosos países de la OTAN, gracias a que es capaz de utilizar proyectiles guiados de la familia GMLRS. Este sistema adquirió notoriedad en el conflicto ruso – ucraniano, siendo clave para la destrucción de objetivos de alto valor a grandes distancias.
*Imágenes empleadas en carácter ilustrativo.–
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