Tras los recientes daños a infraestructura submarina, la Fuerza Expedicionaria Conjunta liderada por el Reino Unido tomó la decisión de incrementar la vigilancia en el Mar Báltico. El pasado 6 de enero, los países que la integran la Fuerza tomaron la decisión de reactivar elementos de una Opción de Respuesta JEF (JRO) acordada para ayudar a monitorear las amenazas a la infraestructura submarina.

La Armada de Finlandia ha tomado medidas activas tras los recientes incidentes. Imagen ilustrativa. Créditos: Merivoimat

En su comunicado de prensa, la Fuerza Expedicionaria Conjunta (JEF) expresó su preocupación por los recientes daños que el cable eléctrico Estlink-2 y varios cables submarinos de datos sufrirán el 25 de diciembre de 2024 en el mar Báltico. “…Se trata de otro ejemplo de incidentes marítimos que tienen consecuencias económicas y de seguridad directas para Finlandia y Estonia, y ponen de relieve los riesgos que corren las redes vitales de comunicación y energía, esenciales para la seguridad y la prosperidad de todas nuestras naciones…”.

Con la reactivación de una JRO, los países del Fuerza Expedicionaria Conjunta intensificarán el intercambio de información sobre la situación marítima a los fines de expandir la seguridad en infraestructuras submarinas críticas, como electricidad, gas o conexiones de telecomunicaciones. Otro de los puntos que se reforzarán será la vigilancia sobre la llamada “flota fantasma” de Rusia. El modelo de seguimiento se basa en las experiencias de actividades anteriores de la JEF, el cual complementará las medidas ya adoptadas por la OTAN y por los propios estados en el Mar Báltico.

Desde Finlandia, uno de los países afectados por el reciente incidente que involucró al cable submarino Estlink-2 y un buque asociado con Rusia, se expresó que “…El panorama de la situación marítima de las Fuerzas de Defensa y su capacidad para controlar el tráfico marítimo se encuentran en un buen nivel. Con la cooperación de los países del JEF podremos reforzarlo aún más, gracias a lo cual podremos identificar mejor los barcos sospechosos incluso antes de que lleguen a las proximidades de Finlandia…”.

Las aguas del Báltico son un punto clave en la puja entre Occidente y Rusia. Foto: Merivoimat

Tras el último incidente en el Mar Báltico, la JEF activó la operación Nordic Warden, la cual aprovecha la inteligencia artificial para evaluar datos de una variedad de fuentes, incluido el Sistema de Identificación Automática (AIS), a fin de calcular el riesgo que supone que cada buque entre en áreas de interés. La acción de la Fuerza Conjunta liderada por el Reino Unido refuerza las respuestas existentes y planificadas de la OTAN.

Desde el Reino Unido se detalló que para Nordic Warden “…Se han registrado en el sistema buques específicos identificados como parte de la “flota fantasma” de Rusia para que puedan ser monitoreados de cerca cuando se acerquen a áreas clave de interés. Si se evalúa un riesgo potencial, el sistema monitoreará el buque sospechoso en tiempo real y enviará inmediatamente una advertencia, que se compartirá con las naciones participantes del JEF, así como con los aliados de la OTAN…”.

El secretario de Defensa del Reino Unido, John Healey, manifestó que Nordic Warden “…ayudará a proteger contra actos deliberados de sabotaje, así como contra casos de negligencia extrema que hemos visto que causan daños a los cables submarinos…”. Concebida en el 2012 y materializada en 2014, La Fuerza Expedicionaria Conjunta está compuesta por 10: Dinamarca, Estonia, Finlandia, Islandia, Letonia, Lituania, Noruega, Países Bajos y Suecia, mientras que el Reino Unido participa como nación marco.

Imagen de portada ilustrativa. Créditos: Merivoimat

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