El avión de combate chino, el J-20B, ha entrado formalmente en su etapa de producción en masa con adaptaciones que le han otorgado un lugar dentro del grupo de aviones de combate de quinta generación.
Para el hecho se realizó una presentación ceremonial con la asistencia de líderes militares de alto rango y el vicepresidente general de la Comisión Militar Central (CMC), donde se dio a conocer detalles sobre la modificación del avión de combate sigiloso J-20B, según afirmó una fuente cercana al proyecto.
“La producción en masa del J-20B comenzó el miércoles. Finalmente se ha convertido en un avión de combate sigiloso completo, con su agilidad cumpliendo con los criterios originales”, dijo la fuente. “El cambio más significativo en el avión de combate, es que ahora está equipado con Thrust Vector Control (TVC)”.
El TVC es un sistema que le permite a los pilotos controlar mejor la aeronave al redirigir el empuje/potencia del motor. En 2018, China debutó con su caza polivalente J-10C, equipado con un motor Taihang WS-10, en la exhibición aérea de China en Zhuhai, poniendo a prueba el avión en una actuación que indicaba que China había tenido éxito en la tecnología de empuje.
Si bien la tecnología TVC se había aplicado al caza anteriormente, el J-20B aún usaría los motores rusos Saturn AL-31 porque se necesitaba hacer más trabajo en el motor WS-15 de China, dijo la fuente. Los ingenieros chinos han estado desarrollando motores turbofan WS-15 de alto empuje para el J-20, pero ese trabajo se ha retrasado.
“El motor chino diseñado para los J-20 todavía no cumplió con los requisitos, pero su desarrollo está funcionando sin problemas y puede estar listo en los próximos uno o dos años”, dijo la fuente. “El objetivo final es equipar los aviones de combate J-20B con motores domésticos”. Se creía que China había construido unos 50 J-20 a fines de 2019, pero los problemas con los motores de los aviones retrasaron los planes de producción.
Según el medio de comunicación South Chine Morning Post, el primer lote del J-20 entró en servicio en 2017 y su objetivo era ser un avión de quinta generación, a la par con los aviones de combate estadounidenses F-22 Raptor y el F-35 Lightning II.
Los cazas de quinta generación se definen por su tecnología sigilosa, velocidad de crucero supersónica, gran maniobrabilidad y aviónica altamente integrada. Pero la versión anterior del J-20 fue descrita por los medios occidentales como un “aplicado avión interceptor” debido a su falta de agilidad.
“El lanzamiento del J-20B significa que este avión es ahora un avión de combate formal de quinta generación“, dijo la fuente militar, y agregó que Chengdu Aerospace Corporation (CAC), que fabrica los J-20, había recibido “una cantidad significativa de pedidos” del Ejército del Liberación Popular. CAC estableció su cuarta línea de producción en 2019, cada una con capacidad para producir alrededor de un J-20 por mes.
En resumen, la versión modificada del J-20 ha superado los problemas de agilidad y ahora puede finalmente ser considerado con un avión de quinta generación. Sin embargo, la aeronave por el momento estará equipada con el motor ruso, “pero la versión con motor chino podría estar lista en uno o dos años”.
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Que rapido avanzan estos chinos