Barack Obama y su administración, cultivó uno de sus principales logros diplomáticos en el año 2015, cuando el grupo de los P5+1, firmaron el Plan de Acción Integral Conjunto, o JCPOA, con Irán.
El JCPOA, es popularmente conocido como el Acuerdo de Irán, y fue firmado por seis países más poderosos, los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (Estados Unidos, Francia, Reino Unido, China y Rusia) y Alemania.
El Acuerdo de Irán tenía la finalidad de restringir la capacidad de Irán para desarrollar armas nucleares a cambio de levantar las sanciones económicas contra Teherán. De esta forma, Irán accedió a reducir su número de centrifugadoras que enriquecen uranio en dos tercios, y también, acordó reducir su arsenal de uranio enriquecido en un 98 por ciento, como también limitar su enriquecimiento en un 3.67 por ciento.
De este modo, Teherán podía tener suficiente uranio para mantener las necesidades energéticas del país, sin que Estados Unidos sienta la amenaza inminente de un Irán con capacidades nucleares.
Asimismo el acuerdo exige una medida de control para asegurar el cumplimiento de Irán, medida que fue autorizada por este país. La misma establecía que la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), la agencia de vigilancia nuclear de la ONU, podía enviar inspectores a las centrales nucleares para verificar que todo funcionase de acuerdo a lo pactado. En repetidas ocasiones, la AIEA declaró, que Irán, sí cumplía los términos. Y como consecuencia, las sanciones internacionales fueron levantadas.
Pero a pesar de esto, la administración de Donald Trump decidió que el Acuerdo de Irán no resolvía la mayor preocupación que tiene los Estados Unidos, desde hace al menos una década: la construcción de la bomba nuclear iraní, y la férrea creencia, de que será usada contra ellos.
El problema central es que algunas de las cláusulas del acuerdo están por expirar en breve, (la primera de ellas finaliza en 2025, y la otra en 2030). Ante este escenario, y ya en el año 2019, a puertas del 2020, Trump quiere renegociar el acuerdo, a uno que impida el desarrollo de la bomba, dado que según el presidente norteamericano, “no podemos evitar una bomba nuclear iraní bajo la estructura podrida del acuerdo actual” .
La salida unilateral de Estados Unidos contribuyó al aumento de las tensiones en la región. Hace unos meses comenzaron las noticias sobre el Estrecho de Ormuz y los cuatro buques tanqueros que fueron víctimas de sabotaje, ataque fue adjudicado a Irán, quien habría utilizado minas para perpetrar el ataque, generó mucha inestabilidad.
El Estrecho de Ormuz representa uno de los pasos marítimos más importante del comercio internacional, junto con el Canal de Suez y Panamá y el estrecho de Malaca. Allí, en Ormuz, circula la tercera parte del petróleo mundial, conectando el crudo del Golfo Pérsico a Occidente. La pugna por el control de este paso tiene a Irán enfrentada con Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, y Estados Unidos.
Por otro lado, recientemente, el sábado 14 de septiembre, 18 drones 7 siete misiles de crucero de procedencia presuntamente iraní, llevaron a cabo un ataque a las instalaciones petrolíferas de Aramco, Arabia Saudita, aumentando significativamente el riesgo de escalada del conflicto y el temor de una posible guerra entre Irán y Arabia Saudita.
Con este evento, quedó evidenciada la vulnerabilidad de Arabia Saudita para proteger un recurso estratégico vital para su economía, a pesar de contar con uno de los sistemas de defensa aérea más efectivos del mundo, el sistema MIM-104 Patriot de origen estadounidense. Un sistema que no pudo detener un ataque perpetrado por drones, y no sofisticadas naves de quinta generación con capacidad furtiva. También obligó al país a reducir su producción de crudo, lo cual repercutió fuertemente en el precio del barril y en la economía mundial.
Irán asegura que aumentará el límite de reserva de 300 kilogramos de uranio enriquecido, si Estados Unidos y Arabia continúan con su “terrorismo económico”. Asimismo, instó a los Estados Unidos a volver al JCPOA.
La administración Trump ha estado cercando a Irán y ahogando su economía con numerosas sanciones desde que EEUU se retirará del JCPOA, gestando una crisis política y económica a nivel internacional innecesaria, y aumentando las posibilidades de más enfrentamientos y hasta una posible guerra entre Irán y Arabia Saudita.
Imagen de portada muestra las pruebas que presentó Arabia Saudita sobre los drones y misiles de crucero que atacaron el sábado 14 de septiembre la central petrolera. Créditos: Reuters.