España ahora presiona para que la ONU trate este año Malvinas y Gibraltar
• Gesto del canciller de Rajoy que confirma respaldo del gobierno PP a reclamo argentino
El canciller español, José Manuel García Margallo, ayer en Londres con el secretario de la ONU, Ban Ki-moon en una cumbre sobre Somalia. El funcionario aprovechó esa oportunidad para decir que espera que este año la ONU trate la soberanía en Malvinas y Gibraltar.
Con el mismo ritmo que emplea el Gobierno argentino para igual propósito, el Gobierno español no deja pasar un día sin mencionar su reclamo por la soberanía en el peñón de Gibraltar, también en manos británicas. Ayer el canciller José Manuel García-Margallo dijo en Londres que su país espera que en la próxima sesión de la Asamblea de la ONU se traten los reclamos de negociación de su país por el peñón y de la Argentina por las Malvinas. «No hace falta ser un profeta ni un premio Pulitzer para saber que en la próxima sesión de Naciones Unidas se va a discutir de Malvinas y Gibraltar, y que las Naciones Unidas van a volver a reiterar que tenemos que negociar», indicó el ministro al salir de una cumbre sobre Somalia en Londres.
La Argentina está a la espera de una nota enviada a la ONU con una queja, por lo que el Gobierno considera una «militarización» del mar argentino que rodea las islas a raíz del despliegue de una nave militar. También ha aceptado una mediación ofrecida por el actual presidente de la Asamblea, Nassir Abdulaziz Al-Nasser, para acercar a Gran Bretaña y a la Argentina a una negociación. La asamblea de la ONU sesionará en setiembre próximo y el Gobierno, a través de Cristina de Kirchner, tiene la intención de poner a Malvinas en el eje de su discurso anual. Antes, en junio, el Gobierno tiene previsto concurrir con una delegación multipartidaria a las sesiones del Comité de Descolonización del organismo, que desde hace medio siglo reclama que los dos países negocien el conflicto como un caso de descolonización y no, como pretende Gran Bretaña, como un asunto de autodeterminación.
García-Margallo señaló que, aunque las Malvinas y Gibraltar son diferentes en cuanto a su título jurídico, «se parecen en que están incluidas en la lista de territorios sujetos a descolonización de las Naciones Unidas, es inaplicable el principio de autodeterminación y que en ambos se postula que la solución tiene que ser negociada».
Durante la conferencia de Somalia, el funcionario mantuvo un encuentro bilateral con su colega británico, William Hague, al que trasladó la postura del nuevo Gobierno español favorable a retomar un «diálogo constructivo» sobre Gibraltar.
La postura oficial española es «no retroceder, como diría el comandante Castro, ni para tomar impulso», ha señalado en la rueda de prensa el responsable diplomático, que ha admitido que Hague sólo le ha dicho que «hablaremos» sobre Gibraltar.
El Gobierno británico rechaza de plano una negociación sobre el Peñón a menos que lo reclamen los gibraltareños, como dijo el martes el primer ministro del Reino Unido, David Cameron, al presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, tras reunirse en Londres.
España y el Reino Unido se comprometieron en 1984 a negociar el dominio de la colonia, y explicó que España comunicará por escrito al Reino Unido su rechazo a que los gibraltareños tengan derecho de veto sobre un eventual inicio de negociaciones. Será en respuesta a una carta enviada hace tres años por el ministro británico Jack Straw y nunca respondida por su antecesor en el cargo, Miguel Ángel Moratinos, en la que le comunicaba que los habitantes de Gibraltar pueden impedir la reanudación de negociaciones y tienen por tanto derecho de veto, dijo.
El ministro español apuntó que hoy responderá por escrito que esa posición «es contraria a Bruselas y a la doctrina de Naciones Unidas», para evitar que «cree doctrina» en derecho internacional. Según García-Margallo, además, en este momento lo urgente es «desatascar» el Foro de Cooperación para convertirlo en un diálogo a cuatro -Gobiernos británico y español, Gibraltar y Campo de Gibraltar (sur de España)-, y dedicarlo a cuestiones administrativas, pero nunca a temas de soberanía o jurisdicción.
El Foro de Diálogo puesto en marcha en 2004 «en su versión socialista ha muerto», insistió el ministro español en relación con un foro en el que participaba al mismo nivel Gibraltar que los Gobiernos español y británico.
El Ejecutivo británico, no obstante, insiste en defender ese foro tripartito y defiende además el derecho a la autodeterminación de los gibraltareños.
El miércoles, antes de viajar a la cumbre de Londres, Margalló compareció ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Parlamento español y también se refirió al reclamo sobre Gibraltar en estos términos: «Lamento no poder concluir el capítulo de esta intervención dedicada a Europa sin tener que referirme, siquiera brevemente, a Gibraltar. Sólo hace unas horas he manifestado al Foreign Office que las cosas tienen que cambiar. España y el Reino Unido deben recuperar cuanto antes el diálogo sobre la soberanía del Peñón, como se acordó en Bruselas. El foro trilateral, llamado a resolver los problemas diarios de los habitantes de ambos lados de la verja, debe cambiar de formato. Debe pasar a ser un foro cuatripartito en el que estén representados España, el Reino Unido, las autoridades del Peñón y las autoridades del Campo de Gibraltar; gráficamente, dos banderas y cuatro voces, y desde luego no es el foro para hablar de soberanía, cuestión reservada exclusivamente a las autoridades españolas y británicas».
La Argentina está a la espera de una nota enviada a la ONU con una queja, por lo que el Gobierno considera una «militarización» del mar argentino que rodea las islas a raíz del despliegue de una nave militar. También ha aceptado una mediación ofrecida por el actual presidente de la Asamblea, Nassir Abdulaziz Al-Nasser, para acercar a Gran Bretaña y a la Argentina a una negociación. La asamblea de la ONU sesionará en setiembre próximo y el Gobierno, a través de Cristina de Kirchner, tiene la intención de poner a Malvinas en el eje de su discurso anual. Antes, en junio, el Gobierno tiene previsto concurrir con una delegación multipartidaria a las sesiones del Comité de Descolonización del organismo, que desde hace medio siglo reclama que los dos países negocien el conflicto como un caso de descolonización y no, como pretende Gran Bretaña, como un asunto de autodeterminación.
García-Margallo señaló que, aunque las Malvinas y Gibraltar son diferentes en cuanto a su título jurídico, «se parecen en que están incluidas en la lista de territorios sujetos a descolonización de las Naciones Unidas, es inaplicable el principio de autodeterminación y que en ambos se postula que la solución tiene que ser negociada».
Durante la conferencia de Somalia, el funcionario mantuvo un encuentro bilateral con su colega británico, William Hague, al que trasladó la postura del nuevo Gobierno español favorable a retomar un «diálogo constructivo» sobre Gibraltar.
La postura oficial española es «no retroceder, como diría el comandante Castro, ni para tomar impulso», ha señalado en la rueda de prensa el responsable diplomático, que ha admitido que Hague sólo le ha dicho que «hablaremos» sobre Gibraltar.
El Gobierno británico rechaza de plano una negociación sobre el Peñón a menos que lo reclamen los gibraltareños, como dijo el martes el primer ministro del Reino Unido, David Cameron, al presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, tras reunirse en Londres.
España y el Reino Unido se comprometieron en 1984 a negociar el dominio de la colonia, y explicó que España comunicará por escrito al Reino Unido su rechazo a que los gibraltareños tengan derecho de veto sobre un eventual inicio de negociaciones. Será en respuesta a una carta enviada hace tres años por el ministro británico Jack Straw y nunca respondida por su antecesor en el cargo, Miguel Ángel Moratinos, en la que le comunicaba que los habitantes de Gibraltar pueden impedir la reanudación de negociaciones y tienen por tanto derecho de veto, dijo.
El ministro español apuntó que hoy responderá por escrito que esa posición «es contraria a Bruselas y a la doctrina de Naciones Unidas», para evitar que «cree doctrina» en derecho internacional. Según García-Margallo, además, en este momento lo urgente es «desatascar» el Foro de Cooperación para convertirlo en un diálogo a cuatro -Gobiernos británico y español, Gibraltar y Campo de Gibraltar (sur de España)-, y dedicarlo a cuestiones administrativas, pero nunca a temas de soberanía o jurisdicción.
El Foro de Diálogo puesto en marcha en 2004 «en su versión socialista ha muerto», insistió el ministro español en relación con un foro en el que participaba al mismo nivel Gibraltar que los Gobiernos español y británico.
El Ejecutivo británico, no obstante, insiste en defender ese foro tripartito y defiende además el derecho a la autodeterminación de los gibraltareños.
El miércoles, antes de viajar a la cumbre de Londres, Margalló compareció ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Parlamento español y también se refirió al reclamo sobre Gibraltar en estos términos: «Lamento no poder concluir el capítulo de esta intervención dedicada a Europa sin tener que referirme, siquiera brevemente, a Gibraltar. Sólo hace unas horas he manifestado al Foreign Office que las cosas tienen que cambiar. España y el Reino Unido deben recuperar cuanto antes el diálogo sobre la soberanía del Peñón, como se acordó en Bruselas. El foro trilateral, llamado a resolver los problemas diarios de los habitantes de ambos lados de la verja, debe cambiar de formato. Debe pasar a ser un foro cuatripartito en el que estén representados España, el Reino Unido, las autoridades del Peñón y las autoridades del Campo de Gibraltar; gráficamente, dos banderas y cuatro voces, y desde luego no es el foro para hablar de soberanía, cuestión reservada exclusivamente a las autoridades españolas y británicas».