Analogías francoargentinas.

El nuevo presidente francés reconoce el valor de la educación y la formación y una analogía con Domingo Faustino Sarmiento y Julio Argentino Roca.
¿Habrá en Argentina “coraje” intelectual sin importar el signo o sesgo ideológico?
¿O mandamos al oprobio a próceres previo aniquilamiento de sus monumentos?
Sólo dos de las tantas preguntas que me generó este artículo.


La historia, según Hollande.

En un clima esperanzado y alegre, pese al mal tiempo, el nuevo presidente de Francia, François Hollande, inició su mandato. Este comenzó con el homenaje a dos personalidades emblemáticas, para dar a conocer tanto su filiación intelectual y política como sus prioridades de gobierno: la científica Marie Curie y Jules Ferry, político y legislador responsable de la reforma educativa de 1882. La labor de estos dos notables se inscribe en el último tercio del siglo XIX, cuando la Tercera República Francesa se consolidó, superó la derrota frente a Alemania y volvió a ser una gran potencia.
El homenaje a Marie Curie pasó sin objeciones. En cambio, el que se concretó en las Tullerías, donde se levanta la estatua de Ferry, suscitó un aluvión de críticas y entre los franceses de origen africano causó el efecto de "una ducha fría". La protesta se entiende, porque si bien Ferry fue un ardiente republicano que denunció la corrupción del gobierno imperial de Napoleón III, y como ministro de Instrucción Pública y primer ministro dio impulso decisivo a la educación pública, laica, gratuita y obligatoria (1882), se lo cuestiona porque fortaleció la alianza entre el gran capital financiero y el Estado y sumó a la Francia de ultramar los Protectorados de Túnez y Annan (futuro Vietnam).
Ferry justificó el colonialismo con argumentos francamente racistas: "Hay que decir abiertamente que, en efecto, las razas superiores tienen un derecho y un deber para las razas inferiores: el deber de civilizarlas". Por esa razón, el político derechista Jean-Marie Le Pen lo citó para reivindicar "una jerarquía entre razas".
Desde luego, Hollande no comparte esa visión colonialista. Así también lo expresó en el homenaje, al decir que no ignoraba los errores de Ferry y que la defensa del colonialismo fue una falta moral y política que debe ser condenada. No obstante, al mismo tiempo resaltó lo que significó la legislación para acceder a una educación nacional y en qué medida ayudó a construir una Francia más igualitaria. Sobre sus pasos, Hollande se propone aplicar su quinquenio a la educación, ratificar la importancia de la investigación para el futuro de los franceses e incluir a los descendientes de asiáticos y de africanos en un proyecto común.
Me pregunto, ¿podría un futuro presidente de la República Argentina dar una señal de la orientación de su gobierno con un homenaje en honor de Roca o de Sarmiento? Parece difícil. Las acusaciones de genocidio y racismo lloverían sobre el que osara intentarlo. Hasta sus respectivos monumentos están en peligro: con respecto a Roca, hay iniciativas para sacarlo de su emplazamiento en Buenos Aires; el de Sarmiento en el Rosedal, tantas veces agredido, se encuentra ahora relativamente a salvo gracias al enrejado de los jardines.
Sin embargo, quien rindiera este hipotético homenaje estaría reconociendo, si se preocupa por señalarlo, el énfasis que ambos le dieron a la educación popular y no sólo a las ideas racistas que expresaron. En el caso de Sarmiento, fue ideólogo, maestro y hacedor de la educación común para que los hijos de los pobres recibieran la misma instrucción que los hijos de los ricos, y no hubiera distinción entre extranjeros y nacionales, varones y mujeres. Por su parte, el general Roca entendió que la educación popular era indispensable para construir un país moderno y afirmar "el imperium de la Nación". En su presidencia se convocó al Congreso Pedagógico y se aprobó la ley 1420, sobre la educación primaria laica, gratuita y obligatoria, a cargo del Estado. En consecuencia, el modelo francés se adoptó en la Argentina apenas dos años después de que en ese país se aprobara la reforma educativa (debate en que los católicos llevaron las de perder). Esta legislación es admirada en los países de América latina, que no lograron en su momento un adelanto similar.
Sin embargo, para reconocer abiertamente sus beneficios y honrar a sus responsables, como acaba de hacerlo Hollande con respecto a Ferry, hace falta cierto coraje intelectual y político y un diálogo con la historia en el que no haya réprobos ni elegidos, sino personas que tuvieron aciertos y errores. Quienes, como Sarmiento y como Roca, se aplicaron a hacer desaparecer el peso de la desigualdad mediante la educación merecen nuestro reconocimiento, aunque quizá, para muchos, no sea políticamente correcto decirlo en público y prefieran ocultarlo.

Fuente: La Nación por María Saenz Quesada 19 de mayo de 2012

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El nuevo presidente francés reconoce el valor de la educación y la formación y una analogía con Domingo Faustino Sarmiento y Julio Argentino Roca.
¿Habrá en Argentina “coraje” intelectual sin importar el signo o sesgo ideológico?
¿O mandamos al oprobio a próceres previo aniquilamiento de sus monumentos?
Sólo dos de las tantas preguntas que me generó este artículo.


La historia, según Hollande.

En un clima esperanzado y alegre, pese al mal tiempo, el nuevo presidente de Francia, François Hollande, inició su mandato. Este comenzó con el homenaje a dos personalidades emblemáticas, para dar a conocer tanto su filiación intelectual y política como sus prioridades de gobierno: la científica Marie Curie y Jules Ferry, político y legislador responsable de la reforma educativa de 1882. La labor de estos dos notables se inscribe en el último tercio del siglo XIX, cuando la Tercera República Francesa se consolidó, superó la derrota frente a Alemania y volvió a ser una gran potencia.
El homenaje a Marie Curie pasó sin objeciones. En cambio, el que se concretó en las Tullerías, donde se levanta la estatua de Ferry, suscitó un aluvión de críticas y entre los franceses de origen africano causó el efecto de "una ducha fría". La protesta se entiende, porque si bien Ferry fue un ardiente republicano que denunció la corrupción del gobierno imperial de Napoleón III, y como ministro de Instrucción Pública y primer ministro dio impulso decisivo a la educación pública, laica, gratuita y obligatoria (1882), se lo cuestiona porque fortaleció la alianza entre el gran capital financiero y el Estado y sumó a la Francia de ultramar los Protectorados de Túnez y Annan (futuro Vietnam).
Ferry justificó el colonialismo con argumentos francamente racistas: "Hay que decir abiertamente que, en efecto, las razas superiores tienen un derecho y un deber para las razas inferiores: el deber de civilizarlas". Por esa razón, el político derechista Jean-Marie Le Pen lo citó para reivindicar "una jerarquía entre razas".
Desde luego, Hollande no comparte esa visión colonialista. Así también lo expresó en el homenaje, al decir que no ignoraba los errores de Ferry y que la defensa del colonialismo fue una falta moral y política que debe ser condenada. No obstante, al mismo tiempo resaltó lo que significó la legislación para acceder a una educación nacional y en qué medida ayudó a construir una Francia más igualitaria. Sobre sus pasos, Hollande se propone aplicar su quinquenio a la educación, ratificar la importancia de la investigación para el futuro de los franceses e incluir a los descendientes de asiáticos y de africanos en un proyecto común.
Me pregunto, ¿podría un futuro presidente de la República Argentina dar una señal de la orientación de su gobierno con un homenaje en honor de Roca o de Sarmiento? Parece difícil. Las acusaciones de genocidio y racismo lloverían sobre el que osara intentarlo. Hasta sus respectivos monumentos están en peligro: con respecto a Roca, hay iniciativas para sacarlo de su emplazamiento en Buenos Aires; el de Sarmiento en el Rosedal, tantas veces agredido, se encuentra ahora relativamente a salvo gracias al enrejado de los jardines.
Sin embargo, quien rindiera este hipotético homenaje estaría reconociendo, si se preocupa por señalarlo, el énfasis que ambos le dieron a la educación popular y no sólo a las ideas racistas que expresaron. En el caso de Sarmiento, fue ideólogo, maestro y hacedor de la educación común para que los hijos de los pobres recibieran la misma instrucción que los hijos de los ricos, y no hubiera distinción entre extranjeros y nacionales, varones y mujeres. Por su parte, el general Roca entendió que la educación popular era indispensable para construir un país moderno y afirmar "el imperium de la Nación". En su presidencia se convocó al Congreso Pedagógico y se aprobó la ley 1420, sobre la educación primaria laica, gratuita y obligatoria, a cargo del Estado. En consecuencia, el modelo francés se adoptó en la Argentina apenas dos años después de que en ese país se aprobara la reforma educativa (debate en que los católicos llevaron las de perder). Esta legislación es admirada en los países de América latina, que no lograron en su momento un adelanto similar.
Sin embargo, para reconocer abiertamente sus beneficios y honrar a sus responsables, como acaba de hacerlo Hollande con respecto a Ferry, hace falta cierto coraje intelectual y político y un diálogo con la historia en el que no haya réprobos ni elegidos, sino personas que tuvieron aciertos y errores. Quienes, como Sarmiento y como Roca, se aplicaron a hacer desaparecer el peso de la desigualdad mediante la educación merecen nuestro reconocimiento, aunque quizá, para muchos, no sea políticamente correcto decirlo en público y prefieran ocultarlo.

Fuente: La Nación por María Saenz Quesada 19 de mayo de 2012

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Mi estimado, Sarmiento dijo:"Educar al Soberano". El Soberano no era un monarca extraido de una fabula, era nada mas ni nada menos que el Pueblo Argentino. Vió alguna vez Ud., desde que el procer expresara esa maxima, que alguien en el ejercicio del poder tomara medidas que condujeran a lograr un pueblo educado para pensar, discernir y elegir sabiamente a sus representantes???. Piensa que esta decadencia en la cual venimos sumergiendonos hace 70 años aproximadamente, es gratuita???. Ve hoy coraje en alguien para tomar el toro por las astas, dejar de lado ideologismos y poner manos a la obra???. Yo lamentablemente no....
 
Me parece que somos varios los que comparamos a la Argentina del siglo XIX a la par de Francia en varios aspectos y al hacer una transpolación al día de hoy salimos perdiendo en casi todo, instituciones, patrimonio, cultura, educación. Ellos vivieron dos grandes guerras contemporáneas en su territorio que no son punto de comparación a la vivida por nosotros en Malvinas, asi y todo, haciendo otra analogía rebuscada, la pérdida colonial de Vietnam y Argelia no produjo tantas consecuencias como nuestra recuperación momentánea de las Malvinas.

Y la ideología sumada al populismo tiene mucho que ver, soy casi tan pesimista como Tordo79
Un saludo
 
Mi estimado, Sarmiento dijo:"Educar al Soberano". El Soberano no era un monarca extraido de una fabula, era nada mas ni nada menos que el Pueblo Argentino. Vió alguna vez Ud., desde que el procer expresara esa maxima, que alguien en el ejercicio del poder tomara medidas que condujeran a lograr un pueblo educado para pensar, discernir y elegir sabiamente a sus representantes???. Piensa que esta decadencia en la cual venimos sumergiendonos hace 70 años aproximadamente, es gratuita???. Ve hoy coraje en alguien para tomar el toro por las astas, dejar de lado ideologismos y poner manos a la obra???. Yo lamentablemente no....

Disculpen, pero se me hace difícil llamar "procer" a alguien que hizo/dijo cosas como estas:


SARMIENTO CHILENO

Por José María Rosa


No fue una, sino muchas, las veces que Sarmiento renegó de su nacionalidad. Pueden enumerarse algunas en que se sintió chileno.

1º) Su campaña en El Progreso, de Chile, para la ocupación chilena del estrecho de Magallanes, que histórica y legalmente pertenecía a la Argentina. Esta campaña la inició el 11 de noviembre de 1842 y comprende ocho artículos. Fue sugerida u ordenada por el gobierno chileno, pues El Progreso era oficioso del ministro Manuel Montt, a fin de preparar el ambiente para la ocupación efectiva del estrecho ocurrida al año siguiente.
Estos artículos han sido omitidos en los cincuenta y dos tomos de las Obras Completas de Sarmiento. La falla ha sido salvada, por Ricardo Font Ezcurra en la 3º edición de La Unidad Nacional, reproduciendo – correctamente autorizados por el Archivo de Chile, donde obra la colección del periódico – toda la campaña periodística de Sarmiento.

2º) Poco después, el 11 de enero de 1843, con las iniciales G. N. T. (correspondiente a las penúltimas letras de sus nombres), publicaba en el mismo Progreso un artículo lamentable renegando por sí y los proscriptos la nacionalidad Argentina. Reproduzco algunos párrafos: “Los argentinos residentes en Chile, proscriptos de su patria, piden desde hoy la nacionalidad que los
constituía una excepción y un elemento extraño a la sociedad en que viven... deben considerarse chilenos desde ahora... Chile puede ser en adelante nuestra Patria querida... los ex argentinos no tendremos en adelante más patria que Chile.. para Chile debemos vivir solamente; en esta nueva afección deben ahogarse las antiguas afecciones nacionales”.
El propósito no tuvo éxito, porque los residentes argentinos en Chile – con el general Las Heras a la cabeza –, se negaron al cambio de nacionalidad. Alberdi, años más tarde dirá que disuadió a Sarmiento de tomar carta de ciudadanía chilena asegurándole un mayor porvenir en la Argentina.

3º) Tras un viaje por Europa y Estados Unidos que hizo por encargo del ministro Montt, Sarmiento funda el periódico La Crónica, en enero de 1849. También es oficioso pues lo sostiene una abundante subvención del ministro, por entonces candidato a presidente. Su propósito es polemizar con la Argentina, pues Rosas ha protestado por la ocupación chilena del estrecho de Magallanes; desde el 11 de marzo Sarmiento escribe en ese sentido. Sostiene algo más que los derechos de Chile al estrecho, pues niega títulos argentinos a la Patagonia.

4º) En setiembre de 1851 Manuel Montt, el protector de Sarmiento, deberá ocupar la presidencia de Chile. En abril oferta a su protegido una buena situación oficial, que Sarmiento acepta en principio; inicia los trámites para obtener la carta de ciudadanía imprescindible para el cargo público, pero los interrumpe al llegar noticias de un inminente pronunciamiento de Urquiza y de su ejército a favor de Brasil en el conflicto argentino-brasileño. Esto significaría la caída de Rosas, y por lo tanto le posibilita una mejor carrera política en su patria nativa. (En Chile un naturalizado no podía ser presidente ni ministro).
Pidió tiempo a Montt para aceptarle el ofrecimiento con estas palabras: “Gracias, necesito tres meses; Urquiza está por declararse”.
Urquiza se pronuncia, y Sarmiento vuelve a sentirse argentino.
En octubre, a poco de ascender Montt a la presidencia, Sarmiento junto con Mitre, Aquino y otros se embarcan para el Plata.

5º) Concurre como boletinero a la campaña del Ejército Aliado que triunfa en Caseros. Pero se enemista con Urquiza y vuelve a Chile, después de una estada en Río de Janeiro. Se produce en septiembre de 1852 la ruptura de Buenos Aires con Urquiza, y Sarmiento toma (desde Chile) el partido de la primera. El 13 de octubre escribe a Urquiza su famosa carta de Yungay: “Cuando sepa su victoria sobre Buenos Aires, pediré carta de ciudadanía chilena”. Como Urquiza no pudo triunfar sobre Buenos Aires, Sarmiento quedará argentino. Según Alberto Contreras, Urquiza hacía las cosas a destiempo: ganó en 1852 cuando patrióticamente no debió ganar; y perdió en 1853, cuando su victoria nos habría eliminado a Sarmiento.
Posiblemente existan más pruebas. Con las cinco expuestas bastan. Se las puede encontrar en las Obras Completas de Sarmiento, menos la primera (que se publicó autorizada en el libro de Font Ezcurra). También en una buena biografía de Sarmiento, como la de Manuel Gálvez.
Sarmiento no abandonaba la argentinidad por odio a Rosas, sino para medrar en Chile, porque su partido político no se encontraba en el gobierno de su país. Lo prueba, la Carta de Yungay.
No se crea que era muy profundo el chilenismo de Sarmiento. Después de 1852 no encontrará huellas en sus escritos. En cambio otro sentimiento nacionalista se le despierta: el yanquismo, que no habría de abandonarlo hasta la muerte.

Bibliografía:

DOLL, Ramón: “Las Mentiras de Sarmiento”.
GAFFAROT, Eduardo: “Comentarios a ‘Civilización y Barbarie’ ”.
LANDA, Agustín: “Sarmiento y el Gral. Benavídez”.
LUGONES, Leopoldo: “Sarmiento”.
TAMAGNO, Roberto: “Sarmiento, los Liberales y el Imperialismo Inglés”.


EL PENSAMIENTO DE DOMINGO FAUSTINO SARMIENTO


* El gaucho argentino: "Se nos habla de gauchos... La lucha ha dado cuenta de ellos, de toda esa chusma de haraganes. No trate de economizar sangre de gauchos. Este es un abono que es preciso hacer útil al país. La sangre de esta chusma criolla incivil, bárbara y ruda, es lo único que tienen de seres humanos". Carta de Sarmiento a Mitre del 20/09/1861.


* La masa popular: "Tengo odio a la barbarie popular... La chusma y el pueblo gaucho nos es hostil... Mientras haya un chiripá no habrá ciudadanos, ¿son acaso las masas la única fuente de poder y legitimidad?. El poncho, el chiripá y el rancho son de origen salvaje y forman una división entre la ciudad culta y el pueblo, haciendo que los cristianos se degraden... Usted tendrá la gloria de establecer en toda la República el poder de la clase culta aniquilando el levantamiento de las masas". Carta de Sarmiento a Mitre del 24/09/1861.


* Huérfanos: "Si los pobres de los hospitales, de los asilos de mendigos y de las casas de huérfanos se han de morir, que se mueran: porque el Estado no tiene caridad, no tiene alma. El mendigo es un insecto, como la hormiga. Recoge los desperdicios. De manera que es útil sin necesidad de que se le dé dinero. ¿Qué importa que el Estado deje morir al que no puede vivir por sus defectos?. ¿Los huérfanos son los últimos seres de la sociedad, hijos de padres viciosos, no se les debe dar más que de comer". Del discurso en el Senado de la Provincia de Buenos Aires, 13/09/1859.


* Masacre patriótica: "Necesitamos entrar por la fuerza en la nación; la guerra si es necesario" (1861). "Los sublevados serán todos ahorcados, oficiales y soldados, en cualquier número que sean" (1866). "Es necesario emplear el terror para triunfar. Debe darse muerte a todos los prisioneros y a todos los enemigos. Todos los medios de obrar son buenos y deben emplearse sin vacilación alguna, imitando a los jacobinos de la época de Robespierre" (1844). "La invasión de las Malvinas por parte de los ingleses es útil para la civilización y el progreso", El Progreso, 28/12/1842. En el tomo 4º, pág. 12 de sus obras completas se lamenta de la derrota de los ingleses cuando nos invadieron.


* La Patagonia: "He contribuido con mis escritos aconsejando con tesón al gobierno chileno a dar aquel paso... El gobierno argentino engañado por una falsa gloria, provoca una cuestión ociosa que no merece cambiar dos notas. Para Buenos Aires tal posesión es inútil. Magallanes pertenece a Chile y, quizá, toda la Patagonia... No se me ocurre , después de mis demostraciones, cómo se atreve el gobierno de Buenos Aires a sostener ni mentar siquiera sus derechos. Ni sombra ni pretexto de controversia le queda". El Progreso, 11 al 28 de noviembre de 1842 y "La Crónica", 11/03/1849, 04/08/1849 y 29/04/1849. "Es una tierra desértica, frígida e inútil. No vale la pena gastar un barril de pólvora en su defensa. ¿Por qué obstinarse en llevar adelante una ocupación nominal?". "El Nacional", 19/07/1878.


* El Pueblo Paraguayo: "Estamos por dudar de que exista el Paraguay. Descendientes de razas guaraníes, indios salvajes y esclavos que obran por instinto a falta de razón. En ellos se perpetúa la barbarie primitiva y colonial. Son unos perros ignorantes de los cuales ya han muerto ciento cincuenta mil. Su avance, capitaneados por descendientes degenerados de españoles, traería la detención de todo progreso y un retroceso a la barbarie... Al frenético, idiota, bruto y feroz borracho Solano López lo acompañan miles de animales que le obedecen y mueren de miedo. Es providencial que un tirano haya hecho morir a todo ese pueblo guaraní. Era preciso purgar la tierra de toda esa excrecencia humana: raza perdida de cuyo contagio hay que librarse". Carta a Mitre de 1872.


* El Indígena: "¿Lograremos exterminar los indios?. Por los salvajes de América siento una invencible repugnancia sin poderlo remediar. Esa calaña no son más que unos indios asquerosos a quienes mandaría colgar ahora si reapareciesen. Lautaro y Caupolicán son unos indios piojosos, porque así son todos. Incapaces de progreso. Su exterminio es providencial y útil, sublime y grande. Se los debe exterminar sin ni siquiera perdonar al pequeño, que tiene ya el odio instintivo al hombre civilizado". "El Progreso", 27/09/1844, "El Nacional", 19/05/1887, 25/11/1876 y 08/02/1879.


* Patriotismo: "Los argentinos residentes en Chile pierden desde hoy su nacionalidad. Chile es nuestra patria querida. Para Chile debemos vivir. En esta nueva afección deben ahogarse todas las antiguas afecciones nacionales". "El Progreso", 11/1/1843.


* Artigas: "Artigas es un bandido, un tártaro terrorista. Jefe de bandoleros, salteador, contrabandista, endurecido en la rapiña, incivil, extraño a todo sentimiento de patriotismo, famoso vándalo, ignorante, rudo, monstruo, sediento de pillaje, sucio y sangriento ídolo con chiripá. Ese salvaje animal que enchalecaba hombres con cuero fresco lleva por séquito inseparable el degüello y la devastación". Obras Completas, tomo 17, págs. 87 y 92; tomo 15, págs. 348 y 349 y tomo 38, pág. 280.


* Religión: "Franklin en moral avanza sobre la moral misma de Jesucristo" (01/01/1886). "Los frailes y monjas se apoderan de la educación para embrutecer a nuestros niños... Ignorantes por principios, fanáticos que matan la civilización, emigrantes confabulados y récua de mujeres; basura de Europa, son la filoxeta y el cardo negro de la pampa, hierba dañina que es preciso extirpar". Febrero de 1883.
 
Sarmiento, los emigrados durante el rosismo y la generación post Caseros hicieron culto de la Civilización en contra de lo que ellos creían como Barbarie. Aun en contra de los intereses nacionales, como fue apoyar las incursiones de la flota anglo-francesa, las salvajadas de garibaldi en el Litoral o entrar a Buenos Aires con tropas brasileras y uruguayas.
Para ellos todo los popular era barbarie mientras todo lo relacionado con la elite era la Civilización, concepto que lamentablemente aun esta arraigado en buena parte de nuestra sociedad, pero eso es tema de sociologos.
Solo quiero agregar una idea de civilización desde el punto de vista de Sarmiento; escribe Sarmiento a Mitre al conocer la noticia sobre la muerte de Gral. Angel Vicente Peñaloza:
"No se que pensaran de la ejecución del Chacho, yo inspirado en los hombres pacíficos y honrados he aplaudido la medida precisamente por su forma, sin cortarle la cabeza al inveterado picaro, las chusmas no se habrían aquietado en seis meses"
Peñaloza fue muerto de un lanzazo mientras estaba acostado y luego fue acribillado, su cabeza fue cortada y clavada en la punta de un poste en la plaza de Olta. Su esposa fue condenada a barrer la Plaza Mayor de San Juan encadenada.
Si su fin era educar el soberano hubiesen empezado por educar al originario y no exterminarlo.
Ellos soñaban con una raza de ojos azules, en especial sajones, teutones y nordicos, pero en su mayoria les llegaron tanos y gallegos.
El unico que supo reconocer su error historico fue Juan Bautista Alberdi.
La mente más brillante de toda esa generación fue Bartolomé Mitre, que supo escribir una historia que sirviera a sus intereses, ocultando y discriminando a muchos que hicieron mucho por la patria, y agrandando y enalteciendo a muchos que tenían una visión miope de lo que significaba hacer de la Argentina una gran Nación
 
Disculpen, pero se me hace difícil llamar "procer" a alguien que hizo/dijo cosas como estas:

Sarmiento, los emigrados durante el rosismo y la generación post Caseros hicieron culto de la Civilización en contra de lo que ellos creían como Barbarie.

Estimados deckard56e y CEN-222, lo que quise plantear a través de esta analogía es si podemos aceptar a "hacedores" de nuestra historia con sus aciertos y errores, con sus grandezas y miserias, como lo hizo recientemente el presidente francés, tan sólo eso.
Les dejo el planteo que hace la autora del texto y es puntualmente a lo que me refería:

"...Me pregunto, ¿podría un futuro presidente de la República Argentina dar una señal de la orientación de su gobierno con un homenaje en honor de Roca o de Sarmiento? Parece difícil. Las acusaciones de genocidio y racismo lloverían sobre el que osara intentarlo..."

"...Sin embargo, quien rindiera este hipotético homenaje estaría reconociendo, si se preocupa por señalarlo, el énfasis que ambos le dieron a la educación popular y no sólo a las ideas racistas que expresaron..."
 
Sí, el articulo lo entendí y te dejo la respuesta en mi frase sobre Mitre.
Herna F, definime educación popular en terminos concretos. O sea, cantidad de escuelas publicas, primarias y secundarias en todo el pais, entre 1860-1930, no solo en los centyros urbanos. Indice de alfabetización de la población en el mismo periodo. Cantidad de hospitales en todo el pais.
Una cosa es la declamación y otra es la acción de la misma. Poner en marcha lo que se dice.
Quien manifiesta tal odio hacia todo lo que encarna el pueblo, está en sus escritos, poco puede hacer para su crecimiento (esto va por Sarmiento).-
Historicos y cordiales saludos.
 
Sí, el articulo lo entendí y te dejo la respuesta en mi frase sobre Mitre.
Herna F, definime educación popular en terminos concretos. O sea, cantidad de escuelas publicas, primarias y secundarias en todo el pais, entre 1860-1930, no solo en los centyros urbanos. Indice de alfabetización de la población en el mismo periodo. Cantidad de hospitales en todo el pais.
Una cosa es la declamación y otra es la acción de la misma. Poner en marcha lo que se dice.
Quien manifiesta tal odio hacia todo lo que encarna el pueblo, está en sus escritos, poco puede hacer para su crecimiento (esto va por Sarmiento).-
Historicos y cordiales saludos.

Estimado CEN 222, lo único que me planteás es tu posición desde el revisionismo histórico actual, te la respeto pero no la comparto y menos tengo que definirte educación popular en una planilla de power point.

Te dejo parte de mi firma, lo que se dice en la jerga "contextualizar":

No hay que juzgar con nuestros ojos instruidos de hoy sino con nuestros ojos ciegos de ayer.
 
Estimado Hernan F, no es mi intención polemizar, como veras no he dicho nada sobre Julio Argentino Roca, porque considero que lo que hizo era lo necesario en su tiempo, no soy de esos necios que hoy lo tildan de genocida.
Tampoco me considero un revisionista, pero considero que nuestra historia, la historia de nuestro país, esta llena de verdades ocultas y llena de mentiras endiosadas.
La historia tal como la han contado, los caudillos federales del interior o los bonaerenses afines a sus ideas eran todos brutos y asesinos, los unicos provincianos buenos eran aquellos que seguian las ideas civilizadoras de la elite porteña, y te aclaro que soy porteño.
Poco sabemos de Artigas, Ramirez, Güemes, Lopez, Dorrego, Guazuray, Quiroga, Felipe Varela, Peñaloza, Aldao, Pascual Echagüe, Saa, Benavidez, Ibarra y así podría seguir por varias páginas.
Han ocultado de nuestra historia la epica batalla de la Vuelta de Obligado y las incursiones asesinas del mercenario italiano Giuseppe Garibaldi.
Sin embargo siempre nos han hablado de los pro hombres como Rivadavia, Lavalle, Pueyrredon, Alvear, Avellaneda, Sarmiento, la generación del 80, etc, etc.
No nos vayamos tanto en el tiempo, hace 57 años se bombardeaba Plaza de Mayo sin previo aviso muriendo cientos de transeuntes inocentes y te puedo asegurar que de eso no se habla en clases de historia.
Volvemos al primer post que escribi en la fecha, la nota que genero este intercambio de ideas salio en el diario La Nación, diario fundado por Bartolome Mitre, quien fue presidente y como general vaticino que en tres meses estariamos en Asunción, como general dejo mucho que desear, como historiador un genio, nos conto la historia como un cuento de buenos y malos.
 
Disculpen, pero se me hace difícil llamar "procer" a alguien que hizo/dijo cosas como estas:


SARMIENTO CHILENO

Por José María Rosa


No fue una, sino muchas, las veces que Sarmiento renegó de su nacionalidad. Pueden enumerarse algunas en que se sintió chileno.

1º) Su campaña en El Progreso, de Chile, para la ocupación chilena del estrecho de Magallanes, que histórica y legalmente pertenecía a la Argentina. Esta campaña la inició el 11 de noviembre de 1842 y comprende ocho artículos. Fue sugerida u ordenada por el gobierno chileno, pues El Progreso era oficioso del ministro Manuel Montt, a fin de preparar el ambiente para la ocupación efectiva del estrecho ocurrida al año siguiente.
Estos artículos han sido omitidos en los cincuenta y dos tomos de las Obras Completas de Sarmiento. La falla ha sido salvada, por Ricardo Font Ezcurra en la 3º edición de La Unidad Nacional, reproduciendo – correctamente autorizados por el Archivo de Chile, donde obra la colección del periódico – toda la campaña periodística de Sarmiento.

2º) Poco después, el 11 de enero de 1843, con las iniciales G. N. T. (correspondiente a las penúltimas letras de sus nombres), publicaba en el mismo Progreso un artículo lamentable renegando por sí y los proscriptos la nacionalidad Argentina. Reproduzco algunos párrafos: “Los argentinos residentes en Chile, proscriptos de su patria, piden desde hoy la nacionalidad que los
constituía una excepción y un elemento extraño a la sociedad en que viven... deben considerarse chilenos desde ahora... Chile puede ser en adelante nuestra Patria querida... los ex argentinos no tendremos en adelante más patria que Chile.. para Chile debemos vivir solamente; en esta nueva afección deben ahogarse las antiguas afecciones nacionales”.
El propósito no tuvo éxito, porque los residentes argentinos en Chile – con el general Las Heras a la cabeza –, se negaron al cambio de nacionalidad. Alberdi, años más tarde dirá que disuadió a Sarmiento de tomar carta de ciudadanía chilena asegurándole un mayor porvenir en la Argentina.

3º) Tras un viaje por Europa y Estados Unidos que hizo por encargo del ministro Montt, Sarmiento funda el periódico La Crónica, en enero de 1849. También es oficioso pues lo sostiene una abundante subvención del ministro, por entonces candidato a presidente. Su propósito es polemizar con la Argentina, pues Rosas ha protestado por la ocupación chilena del estrecho de Magallanes; desde el 11 de marzo Sarmiento escribe en ese sentido. Sostiene algo más que los derechos de Chile al estrecho, pues niega títulos argentinos a la Patagonia.

4º) En setiembre de 1851 Manuel Montt, el protector de Sarmiento, deberá ocupar la presidencia de Chile. En abril oferta a su protegido una buena situación oficial, que Sarmiento acepta en principio; inicia los trámites para obtener la carta de ciudadanía imprescindible para el cargo público, pero los interrumpe al llegar noticias de un inminente pronunciamiento de Urquiza y de su ejército a favor de Brasil en el conflicto argentino-brasileño. Esto significaría la caída de Rosas, y por lo tanto le posibilita una mejor carrera política en su patria nativa. (En Chile un naturalizado no podía ser presidente ni ministro).
Pidió tiempo a Montt para aceptarle el ofrecimiento con estas palabras: “Gracias, necesito tres meses; Urquiza está por declararse”.
Urquiza se pronuncia, y Sarmiento vuelve a sentirse argentino.
En octubre, a poco de ascender Montt a la presidencia, Sarmiento junto con Mitre, Aquino y otros se embarcan para el Plata.

5º) Concurre como boletinero a la campaña del Ejército Aliado que triunfa en Caseros. Pero se enemista con Urquiza y vuelve a Chile, después de una estada en Río de Janeiro. Se produce en septiembre de 1852 la ruptura de Buenos Aires con Urquiza, y Sarmiento toma (desde Chile) el partido de la primera. El 13 de octubre escribe a Urquiza su famosa carta de Yungay: “Cuando sepa su victoria sobre Buenos Aires, pediré carta de ciudadanía chilena”. Como Urquiza no pudo triunfar sobre Buenos Aires, Sarmiento quedará argentino. Según Alberto Contreras, Urquiza hacía las cosas a destiempo: ganó en 1852 cuando patrióticamente no debió ganar; y perdió en 1853, cuando su victoria nos habría eliminado a Sarmiento.
Posiblemente existan más pruebas. Con las cinco expuestas bastan. Se las puede encontrar en las Obras Completas de Sarmiento, menos la primera (que se publicó autorizada en el libro de Font Ezcurra). También en una buena biografía de Sarmiento, como la de Manuel Gálvez.
Sarmiento no abandonaba la argentinidad por odio a Rosas, sino para medrar en Chile, porque su partido político no se encontraba en el gobierno de su país. Lo prueba, la Carta de Yungay.
No se crea que era muy profundo el chilenismo de Sarmiento. Después de 1852 no encontrará huellas en sus escritos. En cambio otro sentimiento nacionalista se le despierta: el yanquismo, que no habría de abandonarlo hasta la muerte.

Bibliografía:

DOLL, Ramón: “Las Mentiras de Sarmiento”.
GAFFAROT, Eduardo: “Comentarios a ‘Civilización y Barbarie’ ”.
LANDA, Agustín: “Sarmiento y el Gral. Benavídez”.
LUGONES, Leopoldo: “Sarmiento”.
TAMAGNO, Roberto: “Sarmiento, los Liberales y el Imperialismo Inglés”.

EL PENSAMIENTO DE DOMINGO FAUSTINO SARMIENTO


* El gaucho argentino: "Se nos habla de gauchos... La lucha ha dado cuenta de ellos, de toda esa chusma de haraganes. No trate de economizar sangre de gauchos. Este es un abono que es preciso hacer útil al país. La sangre de esta chusma criolla incivil, bárbara y ruda, es lo único que tienen de seres humanos". Carta de Sarmiento a Mitre del 20/09/1861.


* La masa popular: "Tengo odio a la barbarie popular... La chusma y el pueblo gaucho nos es hostil... Mientras haya un chiripá no habrá ciudadanos, ¿son acaso las masas la única fuente de poder y legitimidad?. El poncho, el chiripá y el rancho son de origen salvaje y forman una división entre la ciudad culta y el pueblo, haciendo que los cristianos se degraden... Usted tendrá la gloria de establecer en toda la República el poder de la clase culta aniquilando el levantamiento de las masas". Carta de Sarmiento a Mitre del 24/09/1861.


* Huérfanos: "Si los pobres de los hospitales, de los asilos de mendigos y de las casas de huérfanos se han de morir, que se mueran: porque el Estado no tiene caridad, no tiene alma. El mendigo es un insecto, como la hormiga. Recoge los desperdicios. De manera que es útil sin necesidad de que se le dé dinero. ¿Qué importa que el Estado deje morir al que no puede vivir por sus defectos?. ¿Los huérfanos son los últimos seres de la sociedad, hijos de padres viciosos, no se les debe dar más que de comer". Del discurso en el Senado de la Provincia de Buenos Aires, 13/09/1859.


* Masacre patriótica: "Necesitamos entrar por la fuerza en la nación; la guerra si es necesario" (1861). "Los sublevados serán todos ahorcados, oficiales y soldados, en cualquier número que sean" (1866). "Es necesario emplear el terror para triunfar. Debe darse muerte a todos los prisioneros y a todos los enemigos. Todos los medios de obrar son buenos y deben emplearse sin vacilación alguna, imitando a los jacobinos de la época de Robespierre" (1844). "La invasión de las Malvinas por parte de los ingleses es útil para la civilización y el progreso", El Progreso, 28/12/1842. En el tomo 4º, pág. 12 de sus obras completas se lamenta de la derrota de los ingleses cuando nos invadieron.


* La Patagonia: "He contribuido con mis escritos aconsejando con tesón al gobierno chileno a dar aquel paso... El gobierno argentino engañado por una falsa gloria, provoca una cuestión ociosa que no merece cambiar dos notas. Para Buenos Aires tal posesión es inútil. Magallanes pertenece a Chile y, quizá, toda la Patagonia... No se me ocurre , después de mis demostraciones, cómo se atreve el gobierno de Buenos Aires a sostener ni mentar siquiera sus derechos. Ni sombra ni pretexto de controversia le queda". El Progreso, 11 al 28 de noviembre de 1842 y "La Crónica", 11/03/1849, 04/08/1849 y 29/04/1849. "Es una tierra desértica, frígida e inútil. No vale la pena gastar un barril de pólvora en su defensa. ¿Por qué obstinarse en llevar adelante una ocupación nominal?". "El Nacional", 19/07/1878.


* El Pueblo Paraguayo: "Estamos por dudar de que exista el Paraguay. Descendientes de razas guaraníes, indios salvajes y esclavos que obran por instinto a falta de razón. En ellos se perpetúa la barbarie primitiva y colonial. Son unos perros ignorantes de los cuales ya han muerto ciento cincuenta mil. Su avance, capitaneados por descendientes degenerados de españoles, traería la detención de todo progreso y un retroceso a la barbarie... Al frenético, ******, bruto y feroz borracho Solano López lo acompañan miles de animales que le obedecen y mueren de miedo. Es providencial que un tirano haya hecho morir a todo ese pueblo guaraní. Era preciso purgar la tierra de toda esa excrecencia humana: raza perdida de cuyo contagio hay que librarse". Carta a Mitre de 1872.


* El Indígena: "¿Lograremos exterminar los indios?. Por los salvajes de América siento una invencible repugnancia sin poderlo remediar. Esa calaña no son más que unos indios asquerosos a quienes mandaría colgar ahora si reapareciesen. Lautaro y Caupolicán son unos indios piojosos, porque así son todos. Incapaces de progreso. Su exterminio es providencial y útil, sublime y grande. Se los debe exterminar sin ni siquiera perdonar al pequeño, que tiene ya el odio instintivo al hombre civilizado". "El Progreso", 27/09/1844, "El Nacional", 19/05/1887, 25/11/1876 y 08/02/1879.


* Patriotismo: "Los argentinos residentes en Chile pierden desde hoy su nacionalidad. Chile es nuestra patria querida. Para Chile debemos vivir. En esta nueva afección deben ahogarse todas las antiguas afecciones nacionales". "El Progreso", 11/1/1843.


* Artigas: "Artigas es un bandido, un tártaro terrorista. Jefe de bandoleros, salteador, contrabandista, endurecido en la rapiña, incivil, extraño a todo sentimiento de patriotismo, famoso vándalo, ignorante, rudo, monstruo, sediento de pillaje, sucio y sangriento ídolo con chiripá. Ese salvaje animal que enchalecaba hombres con cuero fresco lleva por séquito inseparable el degüello y la devastación". Obras Completas, tomo 17, págs. 87 y 92; tomo 15, págs. 348 y 349 y tomo 38, pág. 280.


* Religión: "Franklin en moral avanza sobre la moral misma de Jesucristo" (01/01/1886). "Los frailes y monjas se apoderan de la educación para embrutecer a nuestros niños... Ignorantes por principios, fanáticos que matan la civilización, emigrantes confabulados y récua de mujeres; basura de Europa, son la filoxeta y el cardo negro de la pampa, hierba dañina que es preciso extirpar". Febrero de 1883.

Mi estimado, le constesto cortito nomas, ya que no tengo mas ganas de polemizar con nadie en este Foro....Mire a la Argentina y mire a Chile hoy 06jun12...Pregunto: Quien se equivocó????. Y no soy precisamente chilenofilo fanatico....cordial saludo!!!
 
Siempre, siempre voy a estar orgulloso de ser argentino.
Y aunque no tuviera motivos de orgullo, siempre va a ser mi país.
No tengo ni voy a tener doble nacionalidad, NUNCA....
Y no quiero polemizar sobre Chile y Argentina, pero sólo voy a hacer una pregunta ¿hay mas chilenos en Argentina o hay mas argentinos en Chile?
Saludos
 
Aqui nadie plantea una disparatada doble nacionalidad.....Y por su puesto que amo a mi Patria, pero me duele en lo mas profundo su estado ruinoso no ya solo en lo material sino muchisimo mas grave, en lo moral. Y no hablo de moral pacata, hablo de la esencia mas profunda de la nacionalidad, la base, el fundamento sobre el que se construye cualquier pais serio. Esta pulverizada....En cuanto a la cantidad de argentinos en paises limitrofes, le comento que mucha gente honesta de nuestra Patria esta haciendo sus valijas no solo para radicarse en Chile, sino tambien en Uruguay (y los mas arriesgados tal vez en Brasil). Ademas, en los 60 y 70 los chilenos eran masa en el Sur argentino y venian a buscar un futuro mejor. Ahora vienen a vacacionar.... Saludos!!! (Corto y Fuera....)
 
Hola.
Curioso, mi impresión es que no conozco argentinos que vayan a Chile...Pero esa no era mi pregunta. Mi pregunta era cuantos hay...y estoy seguro que el balance suigue igual que en los 60 y 70 (y sin contar los estudiantes chilenos en Argentina, eso es otro cantar).
Las transcripciones que puse de Sarmiento no sólo hablan de Chile, hablan de pobres, de gauchos, de enemigos políticos, de paraguayos, de huérfanos, de indígenas, de la Patagonia, etc.
En lo personal no me cabe duda de que quien alentó la toma por terceros países de territorio argentino, mas que "prócer" debería ser llamado "traidor"...
Saludos.
 
Yo me pregunto, si tan visceral era su odio por las masas sociales y los gauchos, porque hubo de llevar a cabo tales políticas educativas que beneficiaban justamente a aquellos a quienes aborrecía.
Desde mi punto de vista cuasi instruido de hoy pienso que, o sobrepuso su investidura e intereses de la Nación a sus convicciones, o decidió erradicar la ignorancia instruyendo a quienes la padecían.
Es sólo mi opinión.
Saludos,
MiG
 
...si tan visceral era su odio por las masas sociales y los gauchos, porque hubo de llevar a cabo tales políticas educativas que beneficiaban justamente a aquellos a quienes aborrecía.

...o sobrepuso su investidura e intereses de la Nación a sus convicciones, o decidió erradicar la ignorancia instruyendo a quienes la padecían.

Muy buenos puntos, dos planteos que ayudan a la analogía que quise sembrar.
 
De bueyes perdidos, de Sartre y nuestra intelectualidad…

Rebelión en la granja intelectual.

En la granja cultural argentina, hay intelectuales con el orgullo herido. Hablo del orgullo como una emoción embriagante, como una pura satisfacción que sentimos cuando actuamos de acuerdo con nuestros principios y valores sin medir los resultados ni las consecuencias. Estamos orgullosos de nosotros mismos cuando nos comportamos según nuestras convicciones, y no lo estamos -como sucede en estos tiempos signados por el nihilismo, el escepticismo y el hedonismo consumista- si actuamos siguiendo las reglas de la moda política y social. Hace falta mucho temple para vivir orgulloso con uno mismo aun en las circunstancias más adversas porque cuesta caro defender las propias convicciones. Más cuando existe una licencia moral en boga que nos permite actuar con hipocresía y cinismo si vamos a la pesca de fama, riqueza y poder.
Convoco a Jean-Paul Sartre para desentrañar los motivos que hirieron el orgullo de buena parte de nuestros intelectuales militantes. Sartre siempre fue, y aún lo es, un ícono de la intelectualidad progresista. Voy a referirme a Muertos sin sepultura, la obra teatral en la que hizo un polémico tratamiento del orgullo militante.
Sartre estrenó Muertos sin sepultura en 1946, en Francia. La obra cuenta el drama de cinco guerrilleros de la resistencia francesa capturados por los milicianos del régimen de Vichy del mariscal Pétain, enjaulados en el desván de un colegio y torturados en un aula para que delaten a su jefe. El final es trágico. Con Muertos sin sepultura, Jean-Paul Sartre buscó poner en juego sus potentes ideas filosóficas y políticas. Pero me detengo en los mecanismos narrativos del dramaturgo para destacar el aspecto moral de los personajes principales y valorar su rasgo esencial: el orgullo militante. Sartre buscó contrastar el altruista orgullo militante de los guerrilleros con la cínica ferocidad de los milicianos pronazis. El orgullo de los guerrilleros que los enfrenta a lo mejor y a lo peor de sí mismos; pero, más que nada, que les alumbra el camino hacia la muerte al darle un sentido cabal a su existencia. Cada uno a su modo, los cinco guerrilleros se sienten orgullosos de haberse sumado a una causa cuya dignidad ética y política va mucho más allá del horizonte limitado de sus propias vidas.
Los maquis creados por Sartre son militantes que tienen miedos y contradicciones, los espanta la idea de sufrir y morir, y, en esa vorágine de emociones extremas, descubren que sus muertes los justificarán ante sí mismos y ante los demás. La vida, así, adquiere para ellos un significado pleno que le otorga un valor excepcional a su compromiso. Sartre sugiere que el militante debe sentirse orgulloso de la causa que lo convoca y ese orgullo debe darle sentido cabal a su compromiso político. De lo contrario, todo se volverá un gesto inútil, egoísta, carente de valor colectivo y trascendencia.
Así quedamos gracias a Sartre: cuando la causa es digna, nuestro compromiso militante tiene sentido y nuestras vidas cobran significado pleno. Pero si la causa es vacua o una farsa, o una mentira creada para manipular la realidad, entonces el compromiso se resquebraja, el militante termina frustrado y con el orgullo herido. Es lo que pasa en la granja cultural con los intelectuales militantes. Cuento por qué.
En los últimos años se formó lo que llamo "un nuevo tipo de rebaño". Hablo de un sujeto colectivo definido por el acceso a bienes y servicios educativos, culturales, artísticos y científicos de medio y alto nivel, y cuyos miembros actuaron en los claustros universitarios, en los ámbitos editoriales y literarios, en los espacios periodísticos influyentes, en la televisión, la radio y el cine. Me refiero a intelectuales que se definen a sí mismos como progresistas, aunque actúan en la escena pública siguiendo un conjunto de prácticas y comportamientos estatuidos que responden a otras categorías. El rebaño se mueve según dos patrones comunes: la adscripción ideológica acrítica y la sumisión política.
Algunas reglas: en el rebaño está vedado el pensamiento autónomo que contradiga el dogma oficial. Se deben aceptar los argumentos y procedimientos del poder para no desafiar intereses superiores. El eslogan del rebaño se convirtió en ley: "La causa es todo, la causa no se critica". De lo contrario, hay castigo. El castigado quizá deba mudarse a otra granja donde escasea el alimento y el abrigo.
El rebaño intelectual muestra vocación cortesana. Administra bienes y servicios públicos del campo cultural, artístico, educativo, científico, académico. Lo hace con el espíritu del amanuense medieval que sólo copia lo que se le dicta. Las ideas propias adquieren valor cuando responden al criterio establecido por el dogma. Los miembros del rebaño sólo alzan la voz para dar cuenta de su adscripción ideológica, y se mantienen callados para no desairar su propia lealtad al régimen de sumisión política. En el rebaño no se ejerce la crítica libre. Y si algún miembro lo hizo fue acusado de traidor.
El rebaño vive en una granja irreal, ficticia, y está prisionero de la controvertida ley de la sinécdoque: como una parte representa al todo, la mínima disidencia se considera un sablazo contra la causa. Al revés también: si la causa es todo, entonces cualquier parte tiene el mismo valor que el conjunto, y nada de lo que suceda dentro del campo de la causa debe ser cuestionado, denunciado ni puesto en tela de juicio.
El rebaño sufre por la ley del miedo. En la granja hay intelectuales que justifican sus propias resignaciones, en especial las éticas, con el vidrioso argumento de que no conviene malquistarse con los poderosos. Como en la jungla: en el rebaño hay miedo de decir la verdad y denunciar la mentira.
Cuento una historia cruzada por los ruidos que sacuden la granja. Porque el rebaño está inquieto. Algunos intelectuales argentinos rompieron las reglas: contaron lo que no les permiten contar o se callaron cuando les ordenaron hablar. ¿Será el comienzo de una rebelión? Quién sabe. Quizá se sancionó un nuevo estatuto para el rebaño y escuchamos los gemidos de quienes todavía no se acomodaron a las nuevas reglas. Habrá que esperar.
Los argentinos conocemos bien la historia de los padecimientos y las tragedias de la militancia intelectual. Muertos sin sepultura anticipó una dramática realidad que nos golpeó de lleno. Y por eso imagino que muchos miembros del rebaño intelectual no se sienten orgullosos de sus actos. Porque de forma patética y a la vez paródica el rebaño pastorea según las normas y los estatutos de la fama, el poder y la riqueza. ¿Y los principios? ¿Y la causa? En el rebaño hay quienes se preguntan si la causa es digna de su fidelidad, y si su militancia los justifica ante sí mismos y los demás. Ya no se sienten orgullosos de su compromiso y tienen dudas sobre el sentido cabal de su militancia.
Recuerdo al poeta polaco Czeslaw Milosz. Recibió el Premio Nobel de Literatura en 1980. Escribió novelas y ensayos, pero su poesía es profunda, clarividente. Milosz nació en 1911 y falleció en2004. Amediados del siglo pasado, luego de ayudar a los perseguidos por el nazismo enla Segunda Guerra, y cuando Stalin mantenía el timón del mundo comunista, dejó Polonia y se exilió en Francia y los Estados Unidos. Por sus críticas al comunismo y a toda forma de fascismo y totalitarismo fue declarado traidor en Polonia. Muchos intelectuales comunistas lo descalificaron con crueldad. Sus obras se tradujeron tarde a nuestra lengua. Recién cuando recibió el Premio Nobel se lo publicó en España. A nuestro país llegó poco después. Sus imágenes poéticas nos ayudan a desenmascarar muchos signos e hipocresías de la actualidad. Releo en Retrato a mediados del siglo XX, escrito en 1945:
"Escondido tras la sonrisa de la fraternidad/menospreciando a los lectores de diarios,/víctimas de la dialéctica de las ideologías,/pronunciando con un guiño la palabra democracia [?]/favorecedor de bailes y de fiestas como el mejor remedio/contra las animosidades públicas,/grita: cultura y arte, pero piensa en el espectáculo circense?"
Ya vemos que la literatura siempre cuenta la mejor historia de nosotros mismos.
La cuestión del orgullo militante es un asunto grave en estos tiempos de relativismo moral y político. Y el asunto de la causa, también. Porque cuando nos quedamos solos con nosotros mismos, con la cabeza en la almohada o frente al espejo, y sólo escuchamos la voz de nuestra conciencia que despeja la verdad y ahuyenta la mentira, entonces puede ocurrir que repitamos las mismas palabras que dice Henry, uno de los guerrilleros de Muertos sin sepultura: "La causa jamás da órdenes, jamás dice nada; somos nosotros los que decidimos sus necesidades. No hablemos de la causa".
Quizá Sartre tiene razón y ya no debemos hablar de la causa, sino de las personas que hablan en su nombre. A ver qué hacen. Y qué dicen. Y qué callan.

Fuente: La Nación por Carlos Balmaceda 05.07.2012
[el subrayado y negritas es mío]
 
De bueyes perdidos, de Sartre y nuestra intelectualidad…



Convoco a Jean-Paul Sartre para desentrañar los motivos que hirieron el orgullo de buena parte de nuestros intelectuales militantes. Sartre siempre fue, y aún lo es, un ícono de la intelectualidad progresista. Voy a referirme a Muertos sin sepultura, la obra teatral en la que hizo un polémico tratamiento del orgullo militante.



[el subrayado y negritas es mío]

Estimado HernanF, no me lo hacía recomendando a Sartre uhhhh:D
 
Buena data Deckard56 ! corroborada por varios historiadores , pedazo de "procer" este don Domingo Faustino , lo tiró :eek: !...al margen de su evidente proclividad a entregar territorio argentino alegremente, en lo personal, esta documentada su afecto a las fiestitas.
Se cuenta incluso de rendiciones de gastos en sus periplos europeos donde incluyo orgias como un item mas,la pucha esos si que son prohombres !
 
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