Voy a compartir una carta que me llegara hace pocos días. Quien la escribe es una persona que, a más de los atributos específicos de su profesión, es un destacado escritor. A mí, logró conmoverme; quizá a ustedes también...
Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires
Presidente
La Plata, 28 de marzo de 2014
Estimado Oscar:
Me ha pasado con su libro Malvinas, la batalla de Pradera del Ganso, que tuviera la gentileza de regalarme en mi visita a su Juzgado de Paz, algo que pocas veces me había ocurrido.
Porque lo he empezado a leer, lo he dejado, lo he vuelto a leer, lo he vuelto a dejar… y así sucesivamente hasta terminarlo.
Es un libro terrible por lo que refiere, escrito además con una extraordinaria claridad y una minuciosa precisión testimonial en los relatos.
Es muy difícil sustraerse al impacto emotivo de los hechos que recuerda: me he sentido vivir y morir, en la llovizna y el frío, junto a los hombres cuyos nombres usted personalmente evoca.
Le agradezco y lo felicito por esta memoria que acaso sirva para hacer reflexionar más profundamente sobre la tragedia que toda guerra implica.
Que los actos de valor y solidaridad que en ciertos momentos se dan, no alcanzan a remediar.
Todo es muy doloroso.
El capítulo final del padre que, ya concluida la lucha, preguntaba en guaraní por su hijo muerto, pedía un recuerdo y regresaba solitario hacia su pueblo de corrientes en un tren que hoy ya no corre, es, posiblemente, una de las páginas más bellas y tristes que he leído alguna vez.
Le mando un fuerte abrazo.
Cordialmente.
Héctor Negri