Me perdí en una parte. El espectro es finito. Si yo tengo, por ejemplo, 100 megahertz para licitar, en primer lugar tengo que tener en claro como Estado (dueño y administrador del espectro) para cuántos operadores alcanzan esos Mghz. Siguiendo el ejercicio mental, si la autoridad determina que sirve para cuatro, divido los lotes y los pongo a la venta (en este caso, 25 Mghz cada lote). Los que más plata ofrecen, se quedan con los lotes. Para tener una idea, en la última licitación (la de 4G y un retazo de 3G) se recaudaron US$2300 millones. O sea, mucha plata.
Si en cambio decido como Estado que esos lotes se los voy a asignar a operadores menos comerciales, necesito que alguien me explique cómo los reparto (ya que la oferta económica no va a ser el factor determinante).
Hasta ahí, el reparto de frecuencias. Después queda el despliegue de red. Actualmente, para desplegar 4G en la Argentina los operadores deben cumplir con un pliego de cobertura en etapas, y la licencia es nacional. Para la interconexión y el uso de infraestructura, la regulación prohíbe precios predatorios, barreras de acceso y prácticas anti competitivas. Por ejemplo, si Movistar quiere usar la red de Telefónica, debe pagar por ello (y otros operadores podrían reclamar el mismo trato para el uso de esas redes).
El modelo de dividir propietarios de infraestructura de comercializadores del servicio, como todo modelo, tiene sus pro y sus contra. Los brasileños, por caso, tienen cobertura por zona geográfica. Siguiendo el ejemplo de dividir infraestructura de la comercialización: si soy dueño de una red que incluye, por ejemplo, a la provincia de Santa Fe, tendré que dar servicio en Rosario, Venado y Rafaela pero también en Tostado, Cañada Ombú y Guillermina. ¿Quién me compra servicio ahí, donde justamente el costo de infraestructura es mayor y el revenue es menor?
Y en cuanto al despliegue de antenas, no se resuelve con eliminar el pago de tasas. Esa es una variante, a veces crítica (si un municipio te pide fortunas en tasas municipales es en los hechos tan prohibitiva la instalación como si estableciera que está prohibida por zonas). Pero lo que en general se ve es que las ordenanzas (cuando hay ordenanza) son bastante restrictivas. Y como si fuera poco, cuando está permitido pero los vecinos (o quienes dicen ser vecinos) se quejan mucho, difícilmente un intendente se ponga contra la gente.