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¿Un SART Elbit Systems Hermes 900 para la Fuerza Aérea Argentina?
Por
Melanie Michailoff
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10 octubre, 2018
Vehículo Aéreo no tripulado Elbit Hermes 900
Cuando pensamos en drones se nos viene a la mente la representación de un artefacto de pequeño tamaño, comúnmente utilizado para fines civiles. Si bien esta afirmación es cierta, también es verdad que
el empleo de drones con fines militares se encuentra actualmente entre las prioridades de las mejores Fuerzas Armadas del mundo. De esto se desprende que en los últimos tres años al menos 60 países, y algunos grupos armados, han desarrollado algún tipo de programa militar involucrando estas aeronaves tripuladas de forma remota.
En el contexto de esta revolución,
sería importante preguntarse con qué clase de medios contamos a nivel regional. Para el caso de Chile, su Fuerza Aérea dispone de unidades Elbit Systems Hermes 900, las cuales poseen una envergadura alar de 15 metros y tienen un peso máximo en despegue de 970 kilos, soportando una carga útil de hasta 300 kilos. En lo que respecta a Brasil, su elemento principal es el Elbit Systems Hermes 450, el que cuenta con 300.000 horas de vuelo operativas y un registro de seguridad y confiabilidad líder en su clase.
Cabe destacar que una característica en común entre los dos países es que más allá de estas adquisiciones, ambas naciones se han preocupado por comenzar a desarrollar sus propias unidades incorporando tecnología nacional. De esto se desprende que Brasil cuente con la firma Avionic Services, que trabaja en conjunto con la empresa Israel Aerospace Industries (IAI), la cual ha sido la encargada de proporcionar una significativa transferencia de tecnología a las FFAA de Brasil. Como producto de este trabajo combinado surgió el avión no tripulado “cazador” (la versión brasileña del IAI Heron 1), un drone de altitud media y alta resistencia, lanzado oficialmente en 2016 en la Ciudad de Río de Janeiro. La unidad en cuestión resulta útil para llevar a cabo tanto operaciones militares como civiles, pudiendo realizar una variedad de actividades que van desde tareas de inteligencia, vigilancia de fronteras, reconocimiento, búsqueda y rescate, hasta lucha contra la piratería.
Por su parte, Chile ha tomado un camino similar al de Brasil. A propósito de esto, a fines de 2012 el Ejército Chileno lograba probar exitosamente a “Láscar”, un avión no tripulado de 1,60 metros de largo y 2,70 metros de ancho diseñado para volar a una velocidad crucero de unos 80 kilómetros por hora. Además de esto, en la Feria Internacional del Aire y del Espacio (FIDAE 2014) el país presentaba el drone Mapemaum, perteneciente a una firma privada de nombre homónimo.
En el caso argentino, el país también se encuentra tratando de producir sus unidades localmente. En relación con este tema,
en octubre de 2017 desde Zona Militar dimos a conocer los proyectos de VANT argentinos, que son las unidades Aukán y Vigía 2B. Una de las principales diferencias entre los modelos es que mientras que el Aukán puede operar dentro de un alcance táctico de 150 kilómetros desde la base, el Vigía 2B puede operar prácticamente desde cualquier distancia. Algo importante de mencionar es que el segundo modelo se certificará conforme con el Acuerdo Estandarizado de la OTAN (STANAG) 4671.
Recientemente se ha conocido el dato de que al igual que sus vecinos, la Fuerza Aérea Argentina (FAA) habría recibido ofertas para aprovisionarse de las unidades Elbit Hermes 900 y IAI Heron. La oferta podría ser una buena oportunidad para continuar desarrollando las unidades de fabricación nacional con la transferencia de conocimiento y tecnología de las firmas israelíes, como en el caso de Brasil.
Estar preparados en este escenario es una cuestión clave, no en vano las Fuerzas Armadas de muchos países comienzan a considerar la importancia del espacio aéreo.