Abril de 1982: los radioaficionados convocados para la Gesta de Malvinas Cuando el Conflicto del Atlántico Sur por la recuperación de las Islas Malvinas, el Comando de Defensa Aérea mantenía activado el mecanismo de convocatoria de radioaficionados. Por ese motivo, cuando le fue solicitado por el Sector de Defensa Malvinas, en pocos días movilizó y trasladó a las islas a 19 radioaficionados pertenecientes al Radio Club Córdoba.
Estos fueron convocados como civiles el día 15 de abril en virtud de los decretos del Poder Ejecutivo Nacional, sujetos a leyes y reglamentos aeronáuticos militares, al no pertenecer ninguno de ellos a los cuadros de la reserva ni poseer jerarquía militar.
Al día siguiente este grupo de voluntarios que no vaciló un solo instante y dio probadas muestras de patriotismo, sacrificio, valor y desinterés, quedó concentrado realizando prácticas de supervivencia y comunicaciones, aguardando el momento de partir.
Salieron del aeropuerto de Pajas Blancas de la capital cordobesa por vía aérea rumbo a Comodoro Rivadavia el día 19 de abril antes del mediodía. Eran los únicos ocupantes del avión que llevaba sus bodegas repletas de municiones. A muchos de ellos fueron sus familiares a despedirlos. Varios eran casados y con hijos pequeños, y sus edades iban de los 30 a los 55 años de edad.
Como no les entregaron uniforme de combate, cada uno llevó la ropa de abrigo que disponía. También sus propias frazadas, velas, linternas, prismáticos, platos, jarros, cubiertos, sevillanas, botiquines y por supuesto sus handys. No faltó el visionario que sugirió comprar unas cuantas petacas de cognac “Tres Plumas”, que fueron disimuladas en los bolsos. Por la tarde, llovía cuando descendieron en Comodoro Rivadavia.
Tras las presentaciones fueron llevados a dependencias de la IX Brigada Aérea, donde se agregó al grupo Norberto Poletti, radioaficionado de Haedo, Buenos Aires, con licencia LU5DLE, quien unos días antes también había sido llamado por la Fuerza Aérea y enviado a Comodoro Rivadavia para cubrir tareas de escucha en el espectro radioeléctrico, al tenerse ya conocimiento que la flota británica se desplazaba hacia Malvinas.
Al anochecer tras una recorrida por el centro comodorense, cenaron todos juntos en un local cercano a la Terminal de ómnibus, y tras pasar la noche en la Brigada, al día siguiente, 20 de abril, fueron embarcados en la gigante bodega de un Hércules, uniendo el continente con Puerto Argentino en dos horas.
En el aeródromo fueron recibidos por el Brigadier Luis Guillermo Castellano, comandante del componente aéreo Malvinas, en momentos que iluminaban tenuemente los rayos del sol sobre la capital isleña.
Se alojaron en el hangar del propio aeródromo, un enorme galpón que también daba albergue a los integrantes del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) de la Fuerza Aérea, y donde a su vez se ensamblaban los helicópteros Bell 212, traídos desde el continente parcialmente desarmados, en los aviones Hércules.