MISA EN EL EDIFICIO CONDOR POR EL FACH 990
Durante la mañana de hoy, en el hall central del Edificio Cóndor, se realizó una misa a cargo del padre Sergio Fochesato, para recordar a los tripulantes y pasajeros del C-130 Hercules de la Fuerza Aérea de Chile que el lunes 9 de diciembre se siniestró rumbo a la Antártida, mientras volaba el Mar de Drake, por causas que aún se desconocen.
El titular de la Fuerza Aérea Argentina, brigadier general “VGM” Enrique Víctor Amrein, fue la máxima autoridad durante la ceremonia religiosa y estuvo acompañado por el subjefe de la Institución, brigadier mayor Gustavo Testoni y el encargado de Negocios de la Embajada de Chile en Argentina, Bernardo Del Piccó.
Asimismo, se hicieron presentes agregados extranjeros de los países acreditados en nuestro país y los agregados aéreo, militar y de Ejército, además de personal militar y civil de nuestra Institución alojado en el Edificio Cóndor.
“Padre, te encomendamos a tus hijos por quienes hemos celebrado esta Eucaristía para que vivan para ti en tu inmensa misericordia; perdónales los pecados que han cometido por su humana fragilidad y concédeles la recompensa de una vida de servicio (…) Concédeles señor el descanso eterno y brille para ellos la luz que no tiene fin”, reflexionó el sacerdote.
Durante la mañana de hoy, en el hall central del Edificio Cóndor, se realizó una misa a cargo del padre Sergio Fochesato, para recordar a los tripulantes y pasajeros del C-130 Hercules de la Fuerza Aérea de Chile que el lunes 9 de diciembre se siniestró rumbo a la Antártida, mientras volaba el Mar de Drake, por causas que aún se desconocen.
El titular de la Fuerza Aérea Argentina, brigadier general “VGM” Enrique Víctor Amrein, fue la máxima autoridad durante la ceremonia religiosa y estuvo acompañado por el subjefe de la Institución, brigadier mayor Gustavo Testoni y el encargado de Negocios de la Embajada de Chile en Argentina, Bernardo Del Piccó.
Asimismo, se hicieron presentes agregados extranjeros de los países acreditados en nuestro país y los agregados aéreo, militar y de Ejército, además de personal militar y civil de nuestra Institución alojado en el Edificio Cóndor.
“Padre, te encomendamos a tus hijos por quienes hemos celebrado esta Eucaristía para que vivan para ti en tu inmensa misericordia; perdónales los pecados que han cometido por su humana fragilidad y concédeles la recompensa de una vida de servicio (…) Concédeles señor el descanso eterno y brille para ellos la luz que no tiene fin”, reflexionó el sacerdote.