Me parece que cada Mil Mi-17 sustituye a unos tres UH-1 dada la capacidad de carga que tienen, autonomía, etc.
Son claramente helicópteros de categorías diferentes y, también, doctrinas diferentes.
A mi me parece una oferta interesante y digna de consideración.
Se podría equipar con los mismos a la brigada de aviación que apoya a la brigada aerotransportada.
Me parece que la cuestión, además de presupuestaria (donde el costo de operación sería más importante que el de adquisición), pasa por lo doctrinal.
Me pregunto si de los 20, habría que considerar 2 o 3 para la Fuerza Aérea ya que el proyecto original preveía 5 unidades para esa fuerza.
Si fuesen 16 Mil Mi-17 para el Ejército y tuvieran una tasa de disponibilidad del, digamos, ¿60 o 70 %? se podría contar con 12 aparatos capaces de trasladar una compañía reforzada de asalto aéreo perfectamente pertrechada (a diferencia de los UH-1H, donde las tropas tienen que ir algo más ligeras por limitaciones de peso).
En sucesivos viajes se podrían reforzar a dicha compañía con todo tipo de cosas (tropas adicionales, vehículos de hasta 4 toneladas, etc.).
Su capacidad de carga es superior a los CASA C-212, por ejemplo.
Para mí, serían “helicópteros de transporte táctico“ que cambiarían el juego de nuestras fuerzas de asalto aéreo. Tendrían una contundencia impensable con los Huey.
Ahora bien, helicópteros más pesados, como sabe la Fuerza Aérea Argentina, también implica un aumento significativo de los gastos de combustible y otros insumos.
Nos cuesta mantener los UH-1H ¿Podríamos mantener estos gigantes? Difícil.
Por otro lado, cada brigada del ejército debiera contar su pequeña sección de aviación. Allí probablemente sería mejor continuar utilizando Huey.
Los Huey no serían retirados, sino que podrían redistribuirse entre las distintas brigadas a lo largo y ancho del país.
Es un costo que continuaría existiendo.
En pocas palabras, aunque me resulta una oferta atractiva, me parece que continuará siendo ciencia ficción.
Son claramente helicópteros de categorías diferentes y, también, doctrinas diferentes.
A mi me parece una oferta interesante y digna de consideración.
Se podría equipar con los mismos a la brigada de aviación que apoya a la brigada aerotransportada.
Me parece que la cuestión, además de presupuestaria (donde el costo de operación sería más importante que el de adquisición), pasa por lo doctrinal.
Me pregunto si de los 20, habría que considerar 2 o 3 para la Fuerza Aérea ya que el proyecto original preveía 5 unidades para esa fuerza.
Si fuesen 16 Mil Mi-17 para el Ejército y tuvieran una tasa de disponibilidad del, digamos, ¿60 o 70 %? se podría contar con 12 aparatos capaces de trasladar una compañía reforzada de asalto aéreo perfectamente pertrechada (a diferencia de los UH-1H, donde las tropas tienen que ir algo más ligeras por limitaciones de peso).
En sucesivos viajes se podrían reforzar a dicha compañía con todo tipo de cosas (tropas adicionales, vehículos de hasta 4 toneladas, etc.).
Su capacidad de carga es superior a los CASA C-212, por ejemplo.
Para mí, serían “helicópteros de transporte táctico“ que cambiarían el juego de nuestras fuerzas de asalto aéreo. Tendrían una contundencia impensable con los Huey.
Ahora bien, helicópteros más pesados, como sabe la Fuerza Aérea Argentina, también implica un aumento significativo de los gastos de combustible y otros insumos.
Nos cuesta mantener los UH-1H ¿Podríamos mantener estos gigantes? Difícil.
Por otro lado, cada brigada del ejército debiera contar su pequeña sección de aviación. Allí probablemente sería mejor continuar utilizando Huey.
Los Huey no serían retirados, sino que podrían redistribuirse entre las distintas brigadas a lo largo y ancho del país.
Es un costo que continuaría existiendo.
En pocas palabras, aunque me resulta una oferta atractiva, me parece que continuará siendo ciencia ficción.
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