Comparto aquí una de las historias del trabajo que estoy haciendo "Puerto Yapeyú"
Repartiendo comida
Otra de las actividades que cumplía el subteniente Ramírez era el reparto de comida en la zona de la capital. La misma se confeccionaba en las barracas de Moody Brook y se distribuía con una cocina rodante de 250 raciones.
Los rancheros debían desplazarse con un vehículo requisado Land Rover en horas de oscuridad. Para evitar ser detectados lo hacían con las luces apagadas. La noche del 9 de junio, esa premisa de seguridad les sería contraproducente. Recuerda Rufino Ramírez, oriundo de Caá Catí-Corrientes- de 21 años de edad: “Esa noche íbamos con los soldados Da Silva y Aldavez. No veíamos nada, por eso yo alumbraba la huella del camino con una linterna, sacándola con el brazo por la ventanilla. De repente vimos al frente la silueta de un Unimog….-¡Cuidado!-grité, pero era tarde. Lo llevámos puesto… Me desperté en una ambulancia de la Fuerza Aérea que me llevaba al hospital de Puerto Argentino”. Efectivamente el Land Rover chocó contra un camión que estaba parado sobre el camino. Así, los tres ocupantes sufrieron graves heridas. Ramírez fue evacuado el hospital militar de Puerto Argentino, donde recibió las primeras curaciones. Tenía el brazo, la mano y la clavícula fracturadas y una luxación de rodilla.
Luego de ser atendido fue colocado en una sala donde descansaban los cuerpos de tres caídos. Aun en shock y observando el panorama, sintió que esa sería su suerte. Pero más tarde fue visitado por su encargado de sección, sargento Benítez. Estando más lúcido y al ver una cara conocida su expresión fue automática –¡saquenmé de acá!- Así sus compañeros lo retiraron, sin autorización, del hospital.
El 10 de junio fue observado con sus vendajes por el coronel Chimeno, 2do Comandante de la Brigada de Infantería III, quien le expidió la tarjeta para embarque y traslado al buque hospital ARA “Almirante Irizar”. En el interín, por su condición de oficial, le entregaron documentación oficial, correspondencia, rollos de fotos y una radio incautada al capellán anglicano. Luego de grandes sufrimientos físicos, producto de sus heridas, pudo concretar el embarque el 13 de junio, haciendo transbordo con el buque de apoyo “Yegüín”.
En el “Irizar” fue trasladado a Comodoro Rivadavia, junto a varios centenares de heridos y combatientes. Volvería a reencontrarse con la unidad en julio, tras tiempo internado en Campo de Mayo.