Dudaba en ponerlo, pero es que me ha llegado al alma.
De Moniquilla MB, ex militar del Ejército español.
Hace dias que vengo leyendo en TW un lógico derrotismo acerca del balance de estos 20 años en AF, pero me entristecen especialmente los mensajes de desconcierto, rabia y frustración entre los militares que sirvieron allí.
En un tweet anterior ya expresé mi opinión sobre esto: Un militar no muere nunca “para nada”, fallece en acto de servicio cumpliendo con su deber. Y poner en duda si su muerte valió o no para algo, a mi parecer (y así es como me lo han enseñado) es una deshonra para el caído.
Nadie quiere ser un héroe porque nadie quiere morir pero son cientos los militares caídos en esta guerra. Da igual cómo lo hicieran, porque fué en cumplimiento de su deber como militares. Pero es que también cumplieron con su deber los que volvieron de allí. Y con creces.
Este deber surge de las decisiones que se toman a niveles estratégicos y que rara vez el militar, de cualquier escala, comparte al 100%. Pero aún así las acata.
En la guerra de AF todos veíamos cosas que no nos gustaban desde fuera, imagínense lo duro que sería verlo desde dentro, sobre el terreno. Una arena regada ya por sangre, sudor y lágrimas de compañeros. Pero ahí estuvieron, entregando meses de su vida, año tras año, por una causa justa y noble: la libertad de un pueblo. No entraré, sin embargo, a valorar los pormenores de esta “causa”.
Su dia a dia consistía en esto principalmente, en dar seguridad al pueblo afgano para que pudiera prosperar a nivel local. Y vaya si lo hiceron. Salvaron miles de vidas y ayudaron a muchísimos hombres y mujeres a instruirse en múltiples ámbitos. ¿Qué hay más noble que esto?
Compañeros, me imagino lo que os duele ver que lo que tanto costó conseguir alli durante dos décadas se haya desmoronado como un castillo de naipes en meses. Pero eso ya no formaba parte de vuestra misión. La orden ya no era mantenerse allí y lo que ocurra a partir de ahora o debe empañar lo positivo que se hizo en el pasado.
Cada logro de las comunidades de Herat o Badghis también fue vuestro y vosotros no sois precisamente quienes han fallado al pueblo afgano, ellos lo saben. Si algo bueno tiene no poder cambiar el pasado en este caso es esto.
Cada agradecimiento y cada sonrisa de un afgano realmente ocurrió, fue sincera y valió la pena en su momento. Eso ya es imborrable de vuestra memoria. Es evidente que esta guerra no la han ganado los buenos, pero es que vuestra misión nunca fué ganar esa guerra.
Vuestra misión era otra y esa la cumplisteis hasta el final. Y lo hicisteis con determinación, honor y valentía, como lo hace todo un soldado español. Asi que sí compañeros, os recuerdo que valió la pena cumplir con vuestro deber.
Sirva esta reflexión personal como mi pequeño homenaje y agradecimiento a todos los compañeros, militares del ET, EA y Armada, CNP y GC que sirvieron allí.
A los 102 españoles que no volvieron… “solo muere quien es olvidado”.
ISAF 2001-2021