La batalla por Moscú, (2ª PARTE)
Que comenzó entre el 2 de octubre de 1941 y el 7 de enero de 1942.
Se volvió decisiva para el Ejército Rojo: la pérdida amenazaba con ser derrotada en la Gran Guerra Patria.
Los jefes militares Alemanes reconocían la debilidad de sus fuerzas, pero aceptaban que era necesario tomar la capital soviética, para luego cortar las líneas de suministros que llegaban desde Siberia. La decisión final fue continuar la ofensiva apenas cesaran las lluvias.
El 4º Ejército de von Kluge recibe la responsabilidad de dirigir el ataque a Moscú. Al sur de Oka se encuentran las fuerzas Panzer de Guderian quien debe avanzar por Tula.El grueso de las tropas ocupa el sector central en el camino de Podolsk a Maloyaroslavets y a lo largo de la carretera Smolensko-Moscú y los Panzers de Hoepner se encuentran a lo largo del río Moscova entre Ruza y Volokolamsk.
Una vez que paran las lluvias y se sienten las primeras heladas, preludio del crudo invierno, los Panzers comienzan a rodar por los helados caminos.
Las acciones comenzaron el 17 de noviembre de 1941.
Incapaz de mantener la posición, el Ejército Rojo tuvo retrasar las líneas del Frente Oriental a pocas decenas de kilómetros de Moscú.
Oficialmente el 2 de Octubre se había decretado el Estado de Sitio y comenzó la evacuación de 2 millones de moscovitas que abandonaron la ciudad hacia las zonas rurales de Kazán y los Montes Urales.
A esta fuga en masa siguió la huida de los cuadros del Comité Central del Partido Comunista, del Comité de Defensa del Estado y de todos aquellos diplomáticos que tras cerrar sus embajadas emprendieron la marcha hacia Kuybishev.
Bajo el lema de la «Gran Guerra Patria», el nacionalismo ruso caló profundamente en la sociedad moscovita. Más de 500.000 habitantes, la mayoría mujeres, fueron movilizados en el levantamiento de defensas exteriores en torno a la capital tendiendo una triple alambrada de 112 kilómetros, cavando una zanja anticarro de 160 kilómetros de longitud y construyendo 1.428 emplazamientos artilleros para cañones o ametralladoras, gracias a esto el Ejército Alemán fue rodando cada vez más lento.
Nuevamente Moscú fue bombardeada desde el cielo el 14 de Noviembre de 1941 mediante una enorme fuerza aérea de 245 aviones entre los que había 190 cazas y 55 bombarderos. Aquel supuso el mayor raid hasta la fecha porque las bombas provocaron grandes destrozos en edificios y viviendas, causando también numerosas víctimas a pesar de que la mayoría de la población fue advertida por las sirenas y se refugió tanto los sótanos de las casas como en las bocas de metro.
Stalin ordena a Timoshenko tomar el mando del frente sur para sustituir a Budieny y la defensa de Moscú pasa a ser responsabilidad de Zhukov.
Inesperadamente a comienzos de Diciembre de 1941, comenzó a nevar intensamente y el suelo a convertirse en un manto blanco de hielo. Aquel brusco cambio climático encontró totalmente desprevenidos a los alemanes.Rápidamente el frío comprendido entre los -28ºC y -35ºC bajo cero mató a los primeros soldados ante la falta de anticongelantes, mientras que el hielo dejó inmovilizado a tanques y vehículos.
Los primeros días de diciembre Zhukov realiza una contraofensiva haciendo retroceder a las fuerzas de Kluge, que se encuentran en el límite de su resistencia, y así salva a Moscú de ser invadida.
Al amanecer del 5 de Diciembre de 1941, un devastador bombardeo de artillería y lanzacohetes Katyusha cayó sobre toda la línea defensiva del Grupo de Ejércitos Centro Alemán. Al mismo tiempo, la aviación soviética con bombarderos en picado Sturmovik Il-2 entre sus filas, lanzaron una serie de ataques aéreos durante los cuales destruyeron centros de mando, eliminaron posiciones de cañones y hostigaron a las concentraciones de carros enemigos.
Un día después de la ofensiva iniciada por el Ejército Rojo, el 6 de Diciembre de 1941, todo el Frente Occidental se unió al contraataque en un devastador asalto que sepultó a las primeras trincheras alemanas.
La Batalla de Moscú, que se inició el 2 de octubre, termina el 6 de diciembre, mostrando un ejército alemán en retirada, sin capacidad ofensiva, escaso de combustible, sin uniformes adecuados para el invierno, sin apoyo aéreo suficiente y agotado totalmente.
Cuando el 7 de Diciembre de 1941, se produjo el ataque de Japón a Pearl Harbor que propició la entrada de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial junto a los Aliados, la noticia modificó de manera decisiva el modo estratégico de entender la contienda por parte de las dos superpotencias que se estaban desangrando en la Batalla de Moscú.
Oficialmente el último empuje del Ejército Rojo se produjo a mediados de Diciembre de 1941 mediante el cruce del Río Oka y la expulsión de las tropas alemanas de Kalinin el día 16.
Los días de gloria de la Blitzkrieg llegan a su fin y los mandos alemanes se convencen que deben desarrollar nuevos métodos y nuevas armas, para resistir el embate de los rusos.
El ejército alemán se encuentra totalmente agotado y no puede completar la entrada a la capital rusa debido a carecer de fuerzas suficientes. Apenas unas cuantas unidades de reconocimiento llegaron a los suburbios de la ciudad, para retirarse inmediatamente al ser repelidos por tanques y batallones de obreros moscovitas recientemente movilizados.
A comienzos del año 1942 el Frente Oriental entró en una situación de estancamiento entre las dos superpotencias enfrentadas, Alemania y la Unión Soviética. Militarmente el Tercer Reich no fue derrotado en la Batalla de Moscú; aunque el Ejército Rojo obtuvo una importante victoria moral y estratégica al haber evitado la caída de su capital y por tanto la desaparición de su propia patria.
Fue así como a inicios del nuevo año 1942, los soviéticos se detuvieron agotados tras haber alejado al enemigo un total de 140 kilómetros de la capital.
La Batalla de Moscú había terminado.