Dos bombarderos rusos aterrizaron en VenezuelaLas aeronavesTu-160 arribaron hoy en territorio de Chávez con el fin de efectuar vuelos de prueba en aguas internacionales, según informó hoy el gobierno ruso
"Dos bombarderos estratégicos de las Fuerzas Aéreas de Rusia (FAR) efectuarán durante los próximos días maniobras de vuelo en aguas neutrales, tras lo que regresarán a sus bases en Rusia", señalaron las fuentes a las agencias rusas.
Los Tu-160 tomaron tierra en el aeródromo Libertador de Venezuela tras cruzar el océano Atlántico en 13 horas, travesía durante la que fueron escoltados por cazas rusos Su-27 y, durante cierto tiempo, vigilados por aviones de la OTAN.
"Todos los vuelos de las FAR se realizan en estricto respeto de las normas internacionales de uso del espacio aéreo sobre aguas internacionales, sin violar las fronteras de ningún Estado", señaló Alexandr Drobishevsky, jefe del departamento de prensa del ministerio de Defensa, citado por la agencia rusa Interfax.
El portavoz castrense apuntó que la aviación estratégica rusa vuela "con regularidad" sobre aguas internacionales en los océanos Atlántico, Pacífico y Ártico, además del mar Negro.
Rusia reanudó a mediados de agosto del pasado año los vuelos de sus aviones estratégicos a zonas patrulladas por Estados Unidos y la OTAN, suspendidos desde 1992.
El Tu-160, (Black Jack, según la OTAN), es capaz de portar doce cohetes de crucero con ojivas nucleares o convencionales y 40 toneladas de bombas, y es el avión de guerra más grande de la historia.
El lunes Rusia ya anunció el envío de una escuadra naval al Caribe para participar en maniobras conjuntas con la Armada de Venezuela en aguas del Atlántico.
En las maniobras tomarán parte el crucero nuclear 'Piotr Veliki' (Pedro el Grande) y la fragata antisubmarinos 'Admiral (Almirante) Chabanenko'", además de un buque de salvamento y un barco cisterna.
Por otra parte, Moscú también adelantó que emplazaría provisionalmente aviones caza-submarinos en una base aérea venezolana.
Según los analistas rusos, tanto el aterrizaje de los aviones estratégicos en Venezuela como las maniobras navales conjuntas son una respuesta tanto al acercamiento de la OTAN a sus fronteras como al despliegue de elementos del escudo antimisiles norteamericano en Polonia y la República Checa.
Ambos proyectos son considerados por el Kremlin una "amenaza directa" para su seguridad.
Además, Rusia devolvería así a Washington la moneda por el apoyo que ha dado todos a Georgia, al que habría suministrado durante las últimas semanas armamento en forma de ayuda humanitaria para reconstruir sus maltrechas Fuerzas Armadas, tras su derrota en Osetia del Sur.
Venezuela se ha convertido en el principal cliente de la industria militar rusa, con contratos en marcha por valor de 4.000 millones de dólares.
Rusia ha defendido siempre la venta de armamento, tanto a Venezuela como a Irán o Siria, cuyos regímenes son denostados por Estados Unidos, aduciendo que no alteran el equilibrio estratégico en las respectivas regiones.
EFEE