REDUCEN INVERSIÓN MILITAR QUE YA ESTABA ATRASADA PARA BAJAR GASTOS POR LA CRISIS
Defensa, víctima de otro ajuste, ahora del 25%
Por: Edgardo Aguilera
El Ministerio de Defensa prepara un fuerte recorte al presupuesto de las Fuerzas Armadas -rondaría entre un 15 y un 25 por ciento- como primera reacción de esa cartera ante la crisis económica.
La decisión surgió de las evaluaciones del Ministerio de Economía que recomendó a los ejecutores de programa achicar al máximo
los gastos de funcionamiento. El cerebro logístico, Gustavo Sibilla, subsecretario de Planificación Logística del ministerio, bajó la instrucción de «establecer prioridades para orientar las decisiones en materia de inversión militar» a los máximos responsables de los números de cada una de las fuerzas.
Los informes que llegaron al despacho de Oscar Cuattromo, secretario de Planificación, consideran tres escenarios: uno de reducción mínima del 15 por ciento del presupuesto, otro intermedio del 20 y el tercero, apocalíptico, del 25 por ciento. Este último supondría, según concluyen las elucubraciones castrenses, la parálisis de funcionamiento del aparato militar. Acostumbrados desde el retorno de la democracia a sufrir ajuste tras ajuste (desinversión en equipamiento), los uniformados descuentan que Defensa adherirá a la presunta realidad del 25 por ciento, aunque signifique poner en riesgo la capacidad operativa del instrumento militar. Existe una línea de pensamiento dentro del ministerio -exégetas de la denominada defensa-defensiva del país- que sostiene la posibilidad de descansar en mecanismos y esquemas de defensa regional ante la disminución de capacidades propias. Piensan en el modelo en creación del Consejo de Defensa Sudamericano de UNASUR que sesiona desde ayer en el hotel Crowne Plaza de Santiago, Chile.
En marcha
Ministros de Defensa de los 12 países que integran la Unión de Naciones Sudamericanas, UNASUR, pusieron en marcha ayer ese organismo que busca incrementar la cooperación y el diálogo entre sus miembros, sin que esté contemplada la constitución de una fuerza militar combinada, por ahora. Los debates, a agenda abierta, finalizarán hoy por la tarde al cabo de dos reuniones plenarias. Nilda Garré asistió junto con el secretario de Asuntos Internacionales, Alfredo Forti, quien estuvo en Venezuela el jueves de la semana pasada para unificar conceptos con el representante de la defensa venezolana antes del inicio del debate. Este país tiene a cargo la realización de un seminario cuyo objetivo es identificar los riesgos y las amenazas globales, regionales y locales. El anfitrión trasandino, José Goñi, recalcó ayer que no se trata de una alianza militar clásica, como la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), sino de un mecanismo de integración, diálogo y cooperación en materia de defensa de los países de UNASUR. La aclaración tiene un destinatario: el Pentágono. Uno de los socios, Venezuela, considera que Estados Unidos es una amenaza. Hugo Chávez recurrió, entre otros argumentos, a criticar la decisión de la Armada norteamericana de reactivar la IV Flota -con área de operaciones en aguas latinoamericanas- después de 58 años de inactividad, aunque esa unidad de batalla no tiene portaaviones ni buques de guerra, sólo un navío de apoyo para operaciones de ayuda humanitaria.
Hasta ahora la presidente Cristina de Kirchner nunca habló de recesión -¿lo hará en un año de elecciones?-, instancia que justificaría las medidas extremas de poda presupuestaria que piensa llevar a cabo Nilda Garré.
La drástica contracción de recursos pasaría del cajón de pendientes al de irrealizables una larga lista de proyectos que esperan flujo constante de dinero. Entre ellos se pueden citar: de la Armada, modernización de los destructores Meko 360, actualización de misiles, modernización de cazabombarderos Super Etendard, reparación de media vida del submarino San Juan. Del Ejército, reaprovisionamiento de munición, montaje del blindado Patagón, reparación de helicópteros Puma, incorporación de soldados voluntarios, y por último, de la Fuerza Aérea, inspección de los Mentor (aviones escuela), adquisición de un sistema de armas en reemplazo del Mirage, contrato de desarrollo de un radar tridimensional a cargo de INVAP, programa de adquisición de aviones Saab 340 para LADE, inspecciones de aeronaves de transporte Fokker F-28.
El único rubro que no entró en el análisis de recortes es el denominado «inciso 1», las partidas asignadas a sueldos de uniformados y civiles de las tres fuerzas. Claro, la desmotivación es tal que en los últimos años hubo una sangría de personal militar calificado hacia la actividad privada como no se había visto desde el gobierno de Raúl Alfonsín. El sector más golpeado fue el de los pilotos militares. Las tres fuerzas sufren por igual las bajas de esos cuadros, mejor remunerados en líneas aéreas.
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