Así lo manifestó Mike Summers, consejero de las islas. En su discurso por otro aniversario del fin del conflicto bélico, dijo que la Casa Rosada "obstaculiza deliberadamente las industrias de pesca, turismo, y exploración de aceite y gas"
En su discurso en la isla por el aniversario número 27 del fin del conflicto bélico de 1982, Summers dijo que "el desarrollo económico del territorio británico de ultramar" está siendo "detenido" por las políticas argentinas que apuntan a "forzar a las islas a aceptar los reclamos de soberanía".
Las Malvinas tienen una población de alrededor de 3.000 personas, pero el gobierno de las islas cree que la afluencia de habitantes está siendo "deliberadamente contenida" por el gobierno argentino.
Summers se quejó de que la Argentina se haya retirado de la Comisión de Pesca del Atlántico Sur destinada a manejar la industria que provee la mayor parte del ingreso de la isla, por lo que podrían "dañarse seriamente" las reservas de pescado en la zona.
Además, criticó que se hayan detenido los vuelos charter desde Chile a Islas Malvinas que atravesaban el espacio aéreo argentino, lo que dañó la industria de los cruceros.
El consejero denunció, por otra parte, que el negocio de hidrocarburos fue "afectado" por un decreto presidencial que impide que cualquier persona que trabaja en esa industria en la Argentina pueda hacer lo mismo en las Malvinas.
De todos modos, como sucede con las licencias pesqueras, con la búsqueda de hidrocarburo y con la adjudicación de permisos para la explotación minera, son consideradas abiertas violaciones a las resoluciones de Naciones Unidas, que reconocen una disputa de soberanía e instan a ambos Estados a retomar las negociaciones.
"No tenemos buenas relaciones. Ellos están emprendiendo una guerra económica por lo que se ha creado tensión entre los Malvinas y Argentina. El desarrollo económico podría mejorarse si tuviéramos mejores relaciones. Mientras la intención de Argentina sea hacerse cargo de las Malvinas, nos guste o no, no podremos cooperar mejor", señaló Summers en declaraciones reproducidas por el diario británico The Guardian.
Fuente: NA
En su discurso en la isla por el aniversario número 27 del fin del conflicto bélico de 1982, Summers dijo que "el desarrollo económico del territorio británico de ultramar" está siendo "detenido" por las políticas argentinas que apuntan a "forzar a las islas a aceptar los reclamos de soberanía".
Las Malvinas tienen una población de alrededor de 3.000 personas, pero el gobierno de las islas cree que la afluencia de habitantes está siendo "deliberadamente contenida" por el gobierno argentino.
Summers se quejó de que la Argentina se haya retirado de la Comisión de Pesca del Atlántico Sur destinada a manejar la industria que provee la mayor parte del ingreso de la isla, por lo que podrían "dañarse seriamente" las reservas de pescado en la zona.
Además, criticó que se hayan detenido los vuelos charter desde Chile a Islas Malvinas que atravesaban el espacio aéreo argentino, lo que dañó la industria de los cruceros.
El consejero denunció, por otra parte, que el negocio de hidrocarburos fue "afectado" por un decreto presidencial que impide que cualquier persona que trabaja en esa industria en la Argentina pueda hacer lo mismo en las Malvinas.
De todos modos, como sucede con las licencias pesqueras, con la búsqueda de hidrocarburo y con la adjudicación de permisos para la explotación minera, son consideradas abiertas violaciones a las resoluciones de Naciones Unidas, que reconocen una disputa de soberanía e instan a ambos Estados a retomar las negociaciones.
"No tenemos buenas relaciones. Ellos están emprendiendo una guerra económica por lo que se ha creado tensión entre los Malvinas y Argentina. El desarrollo económico podría mejorarse si tuviéramos mejores relaciones. Mientras la intención de Argentina sea hacerse cargo de las Malvinas, nos guste o no, no podremos cooperar mejor", señaló Summers en declaraciones reproducidas por el diario británico The Guardian.
Fuente: NA