Las medidas inmediatas que se estarian aplicando a los vuelos con ayuda humanitaria que se dirigen a Haiti es que las aeronaves tengan el suficiente combustible para llegar y salir a un aeropuerto cercano y no congestionar el aeropuerto de Puerto Principe.
Esto seria debido al congestionamiento del aeropuerto y mientras se solventa el suministro de combustible.
Solo aeronaves con ayuda humanitaria pueden aterrizar en Puerto Principe, ya se esta prohibiendo el aterrizaje de vuelos charters sin ayuda y que solo transporten periodistas o familiares.
Los aviones que se encuentran en los aeropuertos de Republica Dominicana parten con autorizacion directa de Puerto Principe para evitar que se mantengan en espera en el aire por horas.
El personal de la USAF ya controla la seguridad de las instalaciones y personal, le trafico aereo y las operaciones en tierra. Se espera que el dia de hoy la evaluacion total del aeropuerto se complete y se implementen las medidas para mejorarlo y posiblemente expandirlo.
La USAF esta considerando el uso de placas de aluminos para extender la pista del aeropuerto de Puerto Principe asi como otros aeropuertos del pais.
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A bordo del USS Carl Vinson. El Mundo.es
Ruí Ferreira - Enviado especial | Puerto Príncipe
Actualizado viernes 15/01/2010 20:23 horas
La marina de Estados Unidos comenzó el vienes su primera operación de rescate y ayuda del año, con el envío a Haití de 100 toneladas de ayuda, básicamente agua y medicinas.
La entrega, dos días después del devastador temblor de tierra que afectó al empobrecido país caribeño, fue realizada por el portaviones nuclear, el Carl Vinson, que acaba de salir de los astilleros de Norfolk, Virginia, tras una reparación capital de cuatro años que incluyó el cambio del combustible nuclear.
Cambio de rumbo
Contralmirante Ted Twing Branch. | R. Ferreira
Hace día y medio, el Carl Vinson navegaba por la costa oeste de Estados Unidos, rumbo a su puerto madre, en San Diego, California, cuando recibió la contraorden, contó a ELMUNDO.es el comandante del grupo de batalla, el contralmirante Ted “Twing” Branch.
El “grupo de batalla” por ahora tiene una sola embarcación, el Carl Vinson, pero se incrementará en los próximos días con la llegada de otras.
“Me llamaron por radio y me dijeron que había cambio en los planes, que nos tocó venir aquí a ser la plataforma principal de distribución de la ayuda y rescate y aquí estamos”, dijo Branch, en su puesto de observación en el ultimo piso de la torre de control del portaviones, de donde se divisa totalmente la pista de la embarcación.
Y para llegar a Haití el viernes al amanecer, el almirante tomó una decisión muy rara en tiempos de paz: dispuso que la embarcación pasara a “velocidad de guerra”, o sea, a navegar a 32 nudos por hora.
“Eso es común en entrenamientos, para probar la capacidad de los motores. Pero no es normal que lo hagamos durante dos días seguidos”, admitió con una sonrisa.
Cuando la orden fue recibida, el Carl Vinson no tenia a bordo ni ayuda de emergencia ni los portaviones necesarios para distribuirla.
Pero eso no fue un obstáculo. En el camino recogieron a 14 helicópteros, de tres modelos – los MH52, HH60 y SH/60 – , sin detenerse nunca y cuando llegaron frente a la costa de Haití llevaron a tierra las 7.600 cajas de botellas de agua y 500 del energizante Gatorade que encontraron a bordo.
Cargamento de ayuda
“No podíamos esperar ni perder tiempo, esas personas están sufriendo y, mientras no comienza a concentrarse en la Base de Guantánamo el resto de la ayuda algo había que hacer”, dijo Branch.
Horas después los aviones Galaxy C-5 de la fuerza aérea, comenzaron un puente aéreo desde Estados Unidos, que ha dejado ya en Guantánamo casi 100 toneladas de ayuda.
Los primeros vuelos de los helicópteros del Carl Vinson recogieron en la base al sur de Cuba 15 toneladas de medicinas, 7.000 cajas de botella de agua, 8.000 mantas y sandalias, además de otras 500 cajas de Gatorade, 1.500 toallas y 5.000 colchones inflables.
La ayuda fue entregada directamente a la población haitiana por un batallón de voluntarios, después que la desembarcaron en el aeropuerto de Puerto Príncipe.
“En nuestra embarcación ya no tenemos nada, entregamos todo lo que teníamos. Ahora comenzamos a recoger en Guantánamo y llevar directamente a los haitianos”, añadió el contralmirante.
Problemas
Pero a día y medio después que la Casa Blanca ordenó el inicio de la operación de rescate y ayuda están apareciendo problemas en el horizonte.
Uno de ellos es la falta de recursos de distribución en el terreno y la poca cooperación entre las entidades envueltas.
En el aeropuerto de Puerto Príncipe se encuentran unas 200 toneladas de ayuda, llegada de varios países y aportada por varias organizaciones no gubernamentales.
Sin embargo, “nosotros no podemos distribuirla, porque esas organizaciones y países dicen que lo harán ellos mismo. Pero los recursos para hacerlo y, los tenemos nosotros”, explicó el contralmirante del Carl Vinson.
Al caer la noche del viernes, esas 200 toneladas seguían en la pista del aeropuerto y nadie sabe cuando será distribuida.
Es que, por su lado, las tripulaciones de Branch están teniendo dificultades en localizar locales donde aterrizar los aparatos con la ayuda.
“La cantidad de destrozos es tan grande, que cuando se aproxima un helicóptero al piso, levanta tanto polvo y pequeñas piedras, que pueda enfermar aún más las victimas como dañar los aparatos”, explicó el contralmirante.
Por otro lado, los militares en el terreno se están percatando de un tenue incremento de la impaciencia de la población que puede tener consecuencias graves.
“Si ese sufrimiento se transforma en desesperación tenemos un problema de seguridad”, enfatizó el alto oficial.
Es por ello que llegó a Haití varias brigadas de la 82 división aerotransportada, para ocuparse de la seguridad y protección de la distribución de la ayuda.
En la pista
Mientras, en la pista del Carl Vinson la actividad no cesa. Cada 15 minutos despegan y aterrizan 17 helicópteros.
Algunos regresan de misiones de localización de puntos seguros donde dejar la ayuda. Otros salen hasta la Base de Guantánamo a buscar cargamentos de ayuda para ser distribuidos el sábado o a recoger a periodistas seleccionados para seguir las tareas de distribución de las toneladas de ayuda.
“Estamos durmiendo un promedio de 3 a 4 horas en las ultimas noches, es un tarea muy difícil que hay que entrenar mucho”, explicó el “Air Boss” del Carl Vinson, el comandante Muhemad Khan.
El “Air Boss”, que se caracteriza por vestirse siempre con una camiseta amarilla, es el encargado del diseño de todas las operaciones aéreas del portaviones.
El jueves, el Carl Vinson aún no había llegado a las aguas haitianas y estaba ya participando en las operaciones de rescate, evacuando a ciudadanos estadounidenses mal heridos por el terremoto.
Uno de ellos, explicó Khan, es un individuo cuya única forma de sacarlo de los escombros fue amputarle las dos piernas.
“El perdió mucha sangre pero lograron estabilizarlo. Tenemos aquí medios suficientes para hacerlo. Esta estabilizado y pensamos enviarlo mañana para el hospital en la Base de Guantánamo”, dijo el “Air Boss”.
El Carl Vinson se encuentra navegando muy lentamente y en círculos a unos 5 kilómetros de Puerto Príncipe, para poder adaptarse a los cambios de los vientos y así mantenerse el despegue y aterrizaje de los helicópteros 24 horas al día.