Julio, no se ofenda que no pretendo descalificarlo de forma alguna. No minimizo nada, conzco -creo humildemente que es así- datos de la historia que nos revelan conflictos reales con nuestros hermanos trasandinos. Ahora bien, no exageremos las cosas, los paraguayos no nos odian (los conozco mejor que usted), mi mujer y mis 11 cuñados son paraguayos, ni les cuento la cantidad de primos y medios cuñados jejejeje. Autocritica deberiamos hacer porque en algún caso especifico (Beagle) uinb tribunal arbitral y la santa sede decidiedieron que no teniamos razón (mal que me pese, y casi nos cagamos a tiros). Respeto su postura no fraternal, pero como ya sabe no la comparto. Confio en que como es usted un hombre de unas cuantas luces algún día me terminara dando la razón. Y creame -con el mayor de los respetos- que no minimizo nada (menos sus afirmaciones) simplemente veo las cosas de distinta manera que usted.
Le mando un abrazo.
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Una aclaración más si me permite Don Julio. Ellos nos llamaran despectivamente curepí. Pero más de uno de nosostros los trata de "paraguas" (igualmente despectivo) y en algunos lugares de la Argentina (me consta) los detestan y los discriminan notoriamente (Misiones, sobre todo aquellos que integran el personal del organismo público en el que trabajo), no por eso todos los argentinos los odiamos y no los recibimos tan bien como ellos nos reciben a nosotros.
Un abrazo.
Yo no dije que los Paraguayos nos odian sino que nos tienen animadversión o están resentidos, pero a los que viven acá no se les nota como Ud. tiene parientes los conocerá mejor. Un sobrino mio se casó con una Peruana y a mi me parece de lo mejor, pero también hay Argentinos a los que les caen mal los Peruanos porque a alguno le ocuparon una casa o le robaron una linea telefónica.A lo que voy que es algo que no se puede definir subjetivamente, por simple experiencia personal.Ahora ,si hablamos en general ,todavía hay resentimiento.
Aquí reseño algunos de los incidentes fronterizos durante gobiernos civiles que podían haber terminado en guerra con Chile que por suerte no se llegaron a concretar.
Establecimiento de Fuerte Bulnes (1843)
gobierno civil
El primer incidente grave entre ambas naciones se produjo en 1843 cuando Chile estableció una fortificación en la zona del estrecho de Magallanes llamada “Fuerte Bulnes”, dentro de territorio perteneciente a la Argentina. Al enterarse de ello el entonces encargado de las relaciones exteriores de la Confederación Argentina Juan Manuel de Rosas ordenó a uno de sus funcionarios, Pedro de Angelis, estudiar la cuestión y ver si el territorio donde se habían asentado los chilenos pertenecía a la Argentina. De Angelis concluyó que efectivamente el territorio era argentino por lo que en 1847 se cursaron los reclamos correspondientes. Es muy importante tener en cuenta que el límite entre ambos países era la cordillera de los Andes, hecho reconocido dentro de todas las Constituciones sancionadas por Chile (1822, 1823, 1828 y 1833).
Misión Blest Gana (1873)
gobierno civil
En 1873 el ministro de relaciones exteriores de Chile Blest Gana envió un ultimátum a la Argentina. Planteó que su país no toleraría actos de posesión de territorio por parte de nuestro país al sur del río Santa Cruz. Chile aprovechó que en esos momentos la Argentina estaba en medio de una nueva crisis interna debido a la rebelión del caudillo federal Ricardo López Jordán. A la vez se habían reavivado las tensiones con el Paraguay. Blest Gana reclamó que toda la Patagonia fuera sometida a arbitraje. Presionado por los problemas Carlos Tejedor aceptó. Las negociaciones entre ambos Estados se retrasaron debido a la revolución mitrista ocurrida al final de la presidencia de Sarmiento. Cuando asumió Nicolás Avellaneda la respuesta ante el reclamo de Chile fue contundente, Avellaneda dijo a Blest Gana: “No senor, me cortaré las manos antes suscribir un tratado que arranque a mi Patria lo que le pertenece. No, no lo haré jamás”.
Los graves incidentes de 1878
(gobierno civil)
En 1878 una nave de guerra chilena, la Magallanes, apresó a una barcaza – la Jeanne Amelie – al sur del río Santa Cruz, es decir en aguas que pertenecían a la Argentina. Mientras la nave chilena la remolcaba se hundió. Esto generó fuertes protestas por parte del gobierno argentino. Poco después el mismo buque chileno apresó a la nave Devonshire, el pueblo argentino reaccionó y pidió al gobierno la guerra.
La reacción de Nicolás Avellaneda no se hizo esperar, el 8 de noviembre partieron del fondeadero de Los Pozos el monitor Los Andes, y la cañonera Constitución dirigidas por el Coronel de Marina Luis Py para enfrentar a las naves chilenas. En Carmen de Patagones se sumó a la escuadra la cañonera Uruguay. El 27 de noviembre los buques argentinos entraron al río Santa Cruz y el primero de diciembre izaron la bandera nacional en el cerro del cañadón de los Misioneros. Las naves de guerra chilenas no se presentaron.
Se firmó un acuerdo entre Fierro y Sarratea, representantes Chile y Argentina respectivamente por el cual se sometería la disputa por el estrecho de Magallanes a arbitraje. Mientras tanto la solución parcial del conflicto permitió a Chile comenzar la guerra contra Perú y Bolivia y a la Argentina emprender las campañas militares contra los indios y solucionar sus problemas limítrofes con Brasil y Paraguay.
Choques en la frontera (1883)
gobierno civil
En febrero de 1883 un pelotón de 26 soldados argentinos dirigidos por el teniente coronel Díaz, que formaban parte de la división del general Conrado Villegas, se enfrentó en Lonquimay a 40 soldados chilenos apoyados por unos 100 indios. Los chilenos fueron derrotados y la tropa argentina quedó dueña del terreno. Los incidentes se repitieron con frecuencia por lo que ambas partes firmaron el protocolo de 1893.
La crisis de 1929
gobierno civil
Ese año gobierno de Hipólito Irigoyen detectó la presencia de concentraciones de tropas chilenas en los pasos que comunican Puerto Montt con Neuquén y Río Negro y Río Ayssen con Comodoro Rivadavia. Los objetivos al parecer eran tomar Viedma y Comodoro Rivadavia.
Al principio el gobierno nacional lo ignoraba, pero el gobierno alemán sabía de este hecho y notificó a la Argentina. Rápidamente Yrigoyen dispuso que las unidades navales de la Armada zarparan de Puerto Belgrano (Bahía Blanca) y avanzaran hacia Chile, a la vez se tomaron fotografías aéreas que confirmaron la presencia de tropas y aeronaves chilenas en la zona. Inmediatamente se enviaron tropas del Ejército y las unidades chilenas se retiraron. En esos momentos el presidente chileno era Carlos Ibáñez del Campo, el que años antes había apoyado a los anarquistas patagónicos desde Puerto Natales.
Laguna del Desierto (1965)
gobierno civil
En 1965, mientras el presidente chileno Frei y el argentino Arturo Humberto Illia se reunían en Mendoza, grupos de carabineros incursionaron en territorio argentino en la zona de Laguna del Desierto. Durante sus penetraciones exigieron a los pobladores el pago de impuestos argumentando que se encontraban en territorio de Chile. La Gendarmería Nacional fue informada y marchó para proteger a los pobladores. El 3 de noviembre un destacamento de gendarmes argentinos intimó a 50 carabineros chilenos a retirarse de la zona, el capitán que comandaba la tropa chilena contestó abriendo fuego contra los gendarmes argentinos. El capitán chileno cayó muerto de un disparo, otro fue herido y tres carabineros se rindieron, el resto huyó. Se levantó una ola de calumnias hacia la Argentina desde los diarios chilenos. Los altos mandos militares argentinos amenazaron abiertamente con la guerra y Chile cesó sus reclamos. A pesar de ello la diplomacia chilena logró que la cuestión se llevara a arbitraje.
Un Saludo.