No podemos estar como estamos
Con Julio César Martínez, presidente de la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados
En un extenso reportaje, el diputado Julio César Martínez se refirió a los graves problemas de desinversión que afectan a las Fuerzas Armadas de nuestro país. Desde la indefensión y los salarios, hasta la jerarquización de oficiales y suboficiales y el servicio militar obligatorio, ningún tema quedó sin abordar. Por Lauro Noro
En el debut de la puesta en marcha de la flamante Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados, integrada por casi 30 miembros a partir de diciembre pasado, la ministra de Defensa, doctora Nilda Garré, brindó un amplio informe sobre la situación actual de las Fuerzas Armadas. Luego de una exposición de más de tres horas, acompañada por funcionarios de la cartera y los titulares del Estado Mayor Conjunto, el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, el presidente del organismo legislativo, el diputado radical por La Rioja, Julio César Martínez, expresó su preocupación “por el grave cuadro de desinversión en las fuerzas militares” que había percibido. Y a pesar de las explicaciones, muchas cuestiones quedaron insatisfechas. Entre ellas, la realidad que desnudó el almirante Jorge Godoy, jefe de los marinos, sobre la antigüedad de buques de 60 años, corbetas de 40 y aviones de 30. Además, el legislador reveló que solo 16 barcos de los 60 que posee la Armada pueden navegar y que lo hacen 342 días por año, quedando 13 sin completar el patrullaje en el mar. “Las 200 millas de mar continental parecen una ciudad, por las luces de la cantidad de barcos que la iluminan pescando en la zona. Una depredación que sufrimos de manera continua y sistemática”, acota el doctor Eduardo Savarino, asesor de la Comisión. Por otra parte, se enteraron de que del plantel de aviones Súper Etendard que la Marina posee en la Base Espora, únicamente dos están en condiciones de volar, y con los Mirage veteranos de Malvinas sucede otro tanto.
El diagnóstico surgió de las primeras investigaciones realizadas por un equipo del ente legislativo. Entre otros muchos detalles, puso de manifiesto que las horas de vuelo de cada piloto de la Fuerza Aérea no eran muy amplias y que se planean de acuerdo con las asignaciones que manejan. En buen romance, si hay más plata, hay más vuelos. También reconoció que la práctica del canibalismo es una constante desde hace varios años en las Fuerzas. O sea, se desarma una aeronave para que otra vuele, y lo mismo pasa con los tanques y buques. Frente a este estado de cosas, DEF entrevistó al diputado Martínez en su despacho del 7º piso del anexo del Congreso de la Nación, para conocer los proyectos y soluciones que proponen para revertir la situación.
No hay plata
¿Estamos indefensos en la Argentina?, es la pregunta del millón. “Creo que no está bien la defensa nacional. Está desfinanciada, desjerarquizada y no veo motivación en las Fuerzas Armadas y eso me preocupa. En esto, tiene que ver una parte presupuestaria que sin dudas es fundamental, pero también otro tipo de cuestiones que apuntan a la jerarquización y motivación”, explica. “Hay mucho por hacer. Estas son cuestiones estratégicas y de Estado y deben superar a los gobiernos para tener una coherente política de defensa frente a los años que vienen. Por eso, debe basarse en el consenso de todas las fuerzas políticas. Y avanzar en algo distinto”.
-¿Qué surgió de la visita de la ministra?
-La condición de inferioridad frente a nuestros países limítrofes. Y el hecho de que dentro de las hipótesis de conflicto -más allá de que la doctora Garré sostenga que no las hay-, se encuentra el tema de Malvinas. Sin dudas, hay que solucionarlo por la vía diplomática, ya que tenemos todas las herramientas para avanzar, pero con una adecuada política de defensa detrás se pueden obtener mayores resultados.
-¿Quedaron conformes con su explicaciones?
-Hubo temas que fueron satisfactorios y otros no. Hizo una comparación entre el PBI y los presupuestos de Defensa hasta que asumió el cargo. En un power point mostró una curva ascendente en cuanto a montos, pero no convenció de que dicha suba fuese producto de la devaluación y la inflación. Hay muchos pedidos de informes y espero que tengan una respuesta lo antes posible. Son elementos que debemos tener para avanzar en una legislación coherente.
-¿No percibe cierto desinterés en el gobierno por todo lo militar?
-No sé si es así, pero estas cuestiones no están claramente priorizadas ni en la agenda del gobierno ni en la de la oposición, frente a otras más acuciantes como la pobreza, la indigencia y la inseguridad. Pero creo que el tema de la defensa no puede ser tan descuidado como ahora.
-¿Y los propios interesados qué dicen a todo esto?
-Veo que los altos mandos están un poco anestesiados por temor o por otros motivos y que en las Fuerzas Armadas percibimos algún malestar en ese aspecto.
-¿No se trataría de un pase de facturas por hechos del pasado?
-Creo que el 80% o más de los militares en actividad ni siquiera lo eran en la época de la dictadura, si ese es el problema. Debemos despejarlo. Estoy de acuerdo con la verdad, la justicia y con que aquel que cometió un delito lo pague, pero no creo que se merezcan lo que les está pasando o, dicho de otra manera, ser todos metidos en la misma bolsa.
-¿Es cierto que hoy las Fuerzas Armadas no resistirían más de dos horas de combate?
-Es muy preocupante la cuestión. Vemos a nuestros vecinos y, por ejemplo, los chilenos le dedican a Defensa un porcentaje de las exportaciones de cobre, lo que significó una actualización en armamentos y equipos; Perú y Bolivia, por sus problemas con Chile, también tuvieron que hacer algunas cosas; Venezuela y Colombia lo mismo; y Brasil ni que hablar. En ese marco no podemos estar como estamos. Tampoco meternos en una carrera armamentista con las postergaciones sociales, el hambre y la gente bajo la línea de pobreza que sufre nuestro país.
-Con este panorama, ¿cómo se incentiva a un joven militar para que cumpla diariamente con su deber, incluso en lugares más alejados del país?
-Con políticas claras y un adecuado presupuesto. Un piloto que hizo su instrucción y tiene la capacitación que le costó mucho dinero al Estado y después no puede volar porque los aviones se caen, no tienen combustible ni mantenimiento, es una gran frustración. Por esas dos cuestiones pasa la solución.
Temas candentes
Cuando habla de revertir la situación que viven los militares desde hace mucho tiempo, el legislador riojano de 48 años, hace hincapié en implementar políticas de incentivación. “Y después, resolver problemas importantes como un aparente conflicto -que vamos a tratar en la comisión, durante las próximas semanas-, de los liceos militares”.
-¿Cuál es el problema con ellos?
-No solo se les modificaron sus planes de estudio, sino que les quitaron la instrucción militar. En algunos casos, como el del General Paz, de Córdoba, existen contratos firmados donde se plantea que no se pueden modificar las currículas. Además, representan la primera fuente de reservistas, ya que no los tenemos desde que desapareció el servicio militar obligatorio.
-Y para ese suboficial con una especial capacitación para hacer un trabajo determinado, como mecánico, armero, comunicante, etcétera, que se retira de las fuerzas sin poder transmitir sus conocimientos, ¿qué tienen pensado?
-Volvemos al ejemplo de los pilotos que después de recibidos no cuentan con aviones para volar y por eso la incentivación tiene que pasar por esas políticas claras y de presupuesto. No podemos prescindir de esta cuestión que es fundamental. Es el caso de los pilotos de la Fuerza Aérea y de la Armada que se fueron a la aviación civil y que le ha costado mucho dinero al Estado entrenarlos.
-¿Qué otros temas demandan su atención?
-El del rompehielos Irízar, al que están reparando pero con el que, aparentemente, no se estarían cumpliendo los plazos que nos manifestó la ministra. Tenemos pendiente una próxima visita a los astilleros Tandanor para ver cómo están las cosas.
-¿Y los salarios?
-Nos preocupan mucho. Es bastante complicado y oneroso. Hay muchos juicios perdidos y todos los que se hagan correrán la misma suerte, tanto de los militares retirados como en actividad, por el hecho de que casi el 70 u 80% de los salarios de bolsillo están en negro. Esto tiene que ser resuelto cuanto antes, y acatados los fallos judiciales para no dejar una herencia bastante complicada para las generaciones que vengan.
-Sobre todo pensando en la relación del 0,8 por ciento entre el PBI y el presupuesto de Defensa, mirando a Chile, Venezuela y Brasil.
-Así es. Estamos muy bajos. A medida que el presupuesto de Defensa aumenta año a año por la inflación, va bajando con relación al PBI. Y el gran componente, que llegó a más del 80% en el presupuesto de Defensa, son los sueldos. No es correcto, y en ninguno de los parámetros de los indicativos o sugerencias de los especialistas en la materia se aconseja esta relación. La ministra dice que lo están bajando, pero no sé, estamos lejos todavía de lo que tiene que ser. El componente salarial tendría que estar más o menos en un 50 o 60%. Y el resto tienen que ser cuestiones cooperativas o de inversión.
-Con respecto de las infraestructuras de unidades militares que permanecen totalmente desaprovechadas -cuarteles vacíos, gimnasios y natatorios ociosos, etcétera-, ¿qué piensan hacer?
-Tenemos muchas cosas pensadas que se relacionan con las Fuerzas Armadas y que pueden generar recursos y mano de obra en comunidades donde están esos predios. También, tienen que ver con el lado de Fabricaciones Militares o de servicios implementados de distintas maneras.
-En su provincia está el caso de la base aérea de El Chamical.
-Es un ejemplo típico de lo que hablamos. En otro tiempo fue un referente en materia de cohetería y desarrollos vinculados con la astronáutica, hoy está semi abandonada. Una parte está prestada a una escuela y en otra sigue funcionando la base, pero con poco personal y al lado de un par de reparticiones públicas. Hay un montón de proyectos para reflotarla desde dentro de la Fuerza Aérea o de la comunidad; incluso, el gobernador tenía la intención de ubicar un olivar de 200 o 300 hectáreas.
-¿Cómo se daría esto?
-Necesitamos esa política de Estado de la que hablábamos, porque de otra manera se desmadrarían las cosas. Y hay muchos lugares que están siendo donados, expropiados o pasados a otras manos y que después no van a recuperarse más. Hay propuestas muy interesantes que como Estado podremos hacer.
De cara al futuro
El peso real que tendrá la Comisión de Defensa frente a la acción del gobierno es un aspecto a tener en cuenta ¿La escucharán? ¿La tendrán en cuenta? Martínez es optimista. “Ahora, el Congreso está teniendo el peso que no tenía. Antes del 10 de diciembre del año pasado y de nuestra asunción a la Cámara de Diputados, durante seis años fue prácticamente una escribanía donde se refrendaban los proyectos que venían del Ejecutivo. Hoy no”. Apunta a que la relación de fuerzas ha cambiado. “Hay permeabilidad para tratar los proyectos de los legisladores y los que vienen desde el Poder Ejecutivo, no solo referidos a la Defensa que le interesa. Entonces, la influencia que van a tener el Congreso y en su seno el organismo que presido, va a pasar a ser fundamental. Depende de nosotros poder plantear esas políticas a las que me refería y leyes que aporten soluciones”. La idea que repitió durante todo el reportaje es no confrontar. “El tema de la Defensa tiene que ser consensuado y trascender en el tiempo. En ese marco tenemos que avanzar, no en contra de nadie sino en favor de la Defensa en condiciones adecuadas y que hoy, claramente, no tenemos”.
-Vemos el problema, pero ¿cómo lo transferimos al gobierno, que cuenta con la decisión para modificar esas situaciones?
-En nuestro caso, como diputados y miembros de la comisión, no tenemos otra opción que hablar a través de nuestra herramienta, que es legislar, y con un buen diagnóstico consensuar los pasos a seguir. No queremos ir en contra de lo que haga o no la defensa, sino junto con ellos desarrollar algo positivo. Por ejemplo, con el tema presupuestario avanzar en un sentido concreto. La madre de las batallas se va a dar con el tratamiento del presupuesto del año que viene.
-Finalmente y con este panorama que nos acaba de detallar, ¿qué puede hacer efectivamente la Comisión de Defensa de Diputados?
-Sacar el mejor rédito de las partidas presupuestarias para hacer cumplir de la manera más eficaz y eficiente las funciones destinadas a las Fuerzas Armadas.
Fuente Revista DEF de Mayo
Con Julio César Martínez, presidente de la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados
En un extenso reportaje, el diputado Julio César Martínez se refirió a los graves problemas de desinversión que afectan a las Fuerzas Armadas de nuestro país. Desde la indefensión y los salarios, hasta la jerarquización de oficiales y suboficiales y el servicio militar obligatorio, ningún tema quedó sin abordar. Por Lauro Noro
En el debut de la puesta en marcha de la flamante Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados, integrada por casi 30 miembros a partir de diciembre pasado, la ministra de Defensa, doctora Nilda Garré, brindó un amplio informe sobre la situación actual de las Fuerzas Armadas. Luego de una exposición de más de tres horas, acompañada por funcionarios de la cartera y los titulares del Estado Mayor Conjunto, el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, el presidente del organismo legislativo, el diputado radical por La Rioja, Julio César Martínez, expresó su preocupación “por el grave cuadro de desinversión en las fuerzas militares” que había percibido. Y a pesar de las explicaciones, muchas cuestiones quedaron insatisfechas. Entre ellas, la realidad que desnudó el almirante Jorge Godoy, jefe de los marinos, sobre la antigüedad de buques de 60 años, corbetas de 40 y aviones de 30. Además, el legislador reveló que solo 16 barcos de los 60 que posee la Armada pueden navegar y que lo hacen 342 días por año, quedando 13 sin completar el patrullaje en el mar. “Las 200 millas de mar continental parecen una ciudad, por las luces de la cantidad de barcos que la iluminan pescando en la zona. Una depredación que sufrimos de manera continua y sistemática”, acota el doctor Eduardo Savarino, asesor de la Comisión. Por otra parte, se enteraron de que del plantel de aviones Súper Etendard que la Marina posee en la Base Espora, únicamente dos están en condiciones de volar, y con los Mirage veteranos de Malvinas sucede otro tanto.
El diagnóstico surgió de las primeras investigaciones realizadas por un equipo del ente legislativo. Entre otros muchos detalles, puso de manifiesto que las horas de vuelo de cada piloto de la Fuerza Aérea no eran muy amplias y que se planean de acuerdo con las asignaciones que manejan. En buen romance, si hay más plata, hay más vuelos. También reconoció que la práctica del canibalismo es una constante desde hace varios años en las Fuerzas. O sea, se desarma una aeronave para que otra vuele, y lo mismo pasa con los tanques y buques. Frente a este estado de cosas, DEF entrevistó al diputado Martínez en su despacho del 7º piso del anexo del Congreso de la Nación, para conocer los proyectos y soluciones que proponen para revertir la situación.
No hay plata
¿Estamos indefensos en la Argentina?, es la pregunta del millón. “Creo que no está bien la defensa nacional. Está desfinanciada, desjerarquizada y no veo motivación en las Fuerzas Armadas y eso me preocupa. En esto, tiene que ver una parte presupuestaria que sin dudas es fundamental, pero también otro tipo de cuestiones que apuntan a la jerarquización y motivación”, explica. “Hay mucho por hacer. Estas son cuestiones estratégicas y de Estado y deben superar a los gobiernos para tener una coherente política de defensa frente a los años que vienen. Por eso, debe basarse en el consenso de todas las fuerzas políticas. Y avanzar en algo distinto”.
-¿Qué surgió de la visita de la ministra?
-La condición de inferioridad frente a nuestros países limítrofes. Y el hecho de que dentro de las hipótesis de conflicto -más allá de que la doctora Garré sostenga que no las hay-, se encuentra el tema de Malvinas. Sin dudas, hay que solucionarlo por la vía diplomática, ya que tenemos todas las herramientas para avanzar, pero con una adecuada política de defensa detrás se pueden obtener mayores resultados.
-¿Quedaron conformes con su explicaciones?
-Hubo temas que fueron satisfactorios y otros no. Hizo una comparación entre el PBI y los presupuestos de Defensa hasta que asumió el cargo. En un power point mostró una curva ascendente en cuanto a montos, pero no convenció de que dicha suba fuese producto de la devaluación y la inflación. Hay muchos pedidos de informes y espero que tengan una respuesta lo antes posible. Son elementos que debemos tener para avanzar en una legislación coherente.
-¿No percibe cierto desinterés en el gobierno por todo lo militar?
-No sé si es así, pero estas cuestiones no están claramente priorizadas ni en la agenda del gobierno ni en la de la oposición, frente a otras más acuciantes como la pobreza, la indigencia y la inseguridad. Pero creo que el tema de la defensa no puede ser tan descuidado como ahora.
-¿Y los propios interesados qué dicen a todo esto?
-Veo que los altos mandos están un poco anestesiados por temor o por otros motivos y que en las Fuerzas Armadas percibimos algún malestar en ese aspecto.
-¿No se trataría de un pase de facturas por hechos del pasado?
-Creo que el 80% o más de los militares en actividad ni siquiera lo eran en la época de la dictadura, si ese es el problema. Debemos despejarlo. Estoy de acuerdo con la verdad, la justicia y con que aquel que cometió un delito lo pague, pero no creo que se merezcan lo que les está pasando o, dicho de otra manera, ser todos metidos en la misma bolsa.
-¿Es cierto que hoy las Fuerzas Armadas no resistirían más de dos horas de combate?
-Es muy preocupante la cuestión. Vemos a nuestros vecinos y, por ejemplo, los chilenos le dedican a Defensa un porcentaje de las exportaciones de cobre, lo que significó una actualización en armamentos y equipos; Perú y Bolivia, por sus problemas con Chile, también tuvieron que hacer algunas cosas; Venezuela y Colombia lo mismo; y Brasil ni que hablar. En ese marco no podemos estar como estamos. Tampoco meternos en una carrera armamentista con las postergaciones sociales, el hambre y la gente bajo la línea de pobreza que sufre nuestro país.
-Con este panorama, ¿cómo se incentiva a un joven militar para que cumpla diariamente con su deber, incluso en lugares más alejados del país?
-Con políticas claras y un adecuado presupuesto. Un piloto que hizo su instrucción y tiene la capacitación que le costó mucho dinero al Estado y después no puede volar porque los aviones se caen, no tienen combustible ni mantenimiento, es una gran frustración. Por esas dos cuestiones pasa la solución.
Temas candentes
Cuando habla de revertir la situación que viven los militares desde hace mucho tiempo, el legislador riojano de 48 años, hace hincapié en implementar políticas de incentivación. “Y después, resolver problemas importantes como un aparente conflicto -que vamos a tratar en la comisión, durante las próximas semanas-, de los liceos militares”.
-¿Cuál es el problema con ellos?
-No solo se les modificaron sus planes de estudio, sino que les quitaron la instrucción militar. En algunos casos, como el del General Paz, de Córdoba, existen contratos firmados donde se plantea que no se pueden modificar las currículas. Además, representan la primera fuente de reservistas, ya que no los tenemos desde que desapareció el servicio militar obligatorio.
-Y para ese suboficial con una especial capacitación para hacer un trabajo determinado, como mecánico, armero, comunicante, etcétera, que se retira de las fuerzas sin poder transmitir sus conocimientos, ¿qué tienen pensado?
-Volvemos al ejemplo de los pilotos que después de recibidos no cuentan con aviones para volar y por eso la incentivación tiene que pasar por esas políticas claras y de presupuesto. No podemos prescindir de esta cuestión que es fundamental. Es el caso de los pilotos de la Fuerza Aérea y de la Armada que se fueron a la aviación civil y que le ha costado mucho dinero al Estado entrenarlos.
-¿Qué otros temas demandan su atención?
-El del rompehielos Irízar, al que están reparando pero con el que, aparentemente, no se estarían cumpliendo los plazos que nos manifestó la ministra. Tenemos pendiente una próxima visita a los astilleros Tandanor para ver cómo están las cosas.
-¿Y los salarios?
-Nos preocupan mucho. Es bastante complicado y oneroso. Hay muchos juicios perdidos y todos los que se hagan correrán la misma suerte, tanto de los militares retirados como en actividad, por el hecho de que casi el 70 u 80% de los salarios de bolsillo están en negro. Esto tiene que ser resuelto cuanto antes, y acatados los fallos judiciales para no dejar una herencia bastante complicada para las generaciones que vengan.
-Sobre todo pensando en la relación del 0,8 por ciento entre el PBI y el presupuesto de Defensa, mirando a Chile, Venezuela y Brasil.
-Así es. Estamos muy bajos. A medida que el presupuesto de Defensa aumenta año a año por la inflación, va bajando con relación al PBI. Y el gran componente, que llegó a más del 80% en el presupuesto de Defensa, son los sueldos. No es correcto, y en ninguno de los parámetros de los indicativos o sugerencias de los especialistas en la materia se aconseja esta relación. La ministra dice que lo están bajando, pero no sé, estamos lejos todavía de lo que tiene que ser. El componente salarial tendría que estar más o menos en un 50 o 60%. Y el resto tienen que ser cuestiones cooperativas o de inversión.
-Con respecto de las infraestructuras de unidades militares que permanecen totalmente desaprovechadas -cuarteles vacíos, gimnasios y natatorios ociosos, etcétera-, ¿qué piensan hacer?
-Tenemos muchas cosas pensadas que se relacionan con las Fuerzas Armadas y que pueden generar recursos y mano de obra en comunidades donde están esos predios. También, tienen que ver con el lado de Fabricaciones Militares o de servicios implementados de distintas maneras.
-En su provincia está el caso de la base aérea de El Chamical.
-Es un ejemplo típico de lo que hablamos. En otro tiempo fue un referente en materia de cohetería y desarrollos vinculados con la astronáutica, hoy está semi abandonada. Una parte está prestada a una escuela y en otra sigue funcionando la base, pero con poco personal y al lado de un par de reparticiones públicas. Hay un montón de proyectos para reflotarla desde dentro de la Fuerza Aérea o de la comunidad; incluso, el gobernador tenía la intención de ubicar un olivar de 200 o 300 hectáreas.
-¿Cómo se daría esto?
-Necesitamos esa política de Estado de la que hablábamos, porque de otra manera se desmadrarían las cosas. Y hay muchos lugares que están siendo donados, expropiados o pasados a otras manos y que después no van a recuperarse más. Hay propuestas muy interesantes que como Estado podremos hacer.
De cara al futuro
El peso real que tendrá la Comisión de Defensa frente a la acción del gobierno es un aspecto a tener en cuenta ¿La escucharán? ¿La tendrán en cuenta? Martínez es optimista. “Ahora, el Congreso está teniendo el peso que no tenía. Antes del 10 de diciembre del año pasado y de nuestra asunción a la Cámara de Diputados, durante seis años fue prácticamente una escribanía donde se refrendaban los proyectos que venían del Ejecutivo. Hoy no”. Apunta a que la relación de fuerzas ha cambiado. “Hay permeabilidad para tratar los proyectos de los legisladores y los que vienen desde el Poder Ejecutivo, no solo referidos a la Defensa que le interesa. Entonces, la influencia que van a tener el Congreso y en su seno el organismo que presido, va a pasar a ser fundamental. Depende de nosotros poder plantear esas políticas a las que me refería y leyes que aporten soluciones”. La idea que repitió durante todo el reportaje es no confrontar. “El tema de la Defensa tiene que ser consensuado y trascender en el tiempo. En ese marco tenemos que avanzar, no en contra de nadie sino en favor de la Defensa en condiciones adecuadas y que hoy, claramente, no tenemos”.
-Vemos el problema, pero ¿cómo lo transferimos al gobierno, que cuenta con la decisión para modificar esas situaciones?
-En nuestro caso, como diputados y miembros de la comisión, no tenemos otra opción que hablar a través de nuestra herramienta, que es legislar, y con un buen diagnóstico consensuar los pasos a seguir. No queremos ir en contra de lo que haga o no la defensa, sino junto con ellos desarrollar algo positivo. Por ejemplo, con el tema presupuestario avanzar en un sentido concreto. La madre de las batallas se va a dar con el tratamiento del presupuesto del año que viene.
-Finalmente y con este panorama que nos acaba de detallar, ¿qué puede hacer efectivamente la Comisión de Defensa de Diputados?
-Sacar el mejor rédito de las partidas presupuestarias para hacer cumplir de la manera más eficaz y eficiente las funciones destinadas a las Fuerzas Armadas.
Fuente Revista DEF de Mayo