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Temor por los legajos en la Federal
El proceso para que los pasaportes dejen de ser confeccionados por una oficina dependiente de la Policía Federal y pasen a ser tramitados ante el Ministerio del Interior empezó hace más de un mes con reuniones entre técnicos de ambas áreas.
Según explicaron a LA NACION fuentes con conocimiento de lo actuado, los encuentros se realizaron entre funcionarios de la Superintendencia de la Policía Científica, que tiene a su cargo los documentos, y especialistas del Registro Nacional de las Personas (Renaper).
La Policía Federal se mostró recelosa en esas reuniones porque su mayor preocupación, además de la confección de los pasaportes, son los datos de los legajos personales que se abren cuando una persona comienza a tramitar ese documento o la cédula de identidad.
Se trata de una carpeta en la que se reúne no sólo el formulario con la solicitud que contiene información personal y de los allegados de cada uno, sino que también allí se incorporan datos policiales en caso de que la persona sea detenida, acusada de un delito. Es decir, contiene información policial que no consta en el Registro Nacional de Reincidencias, donde se asientan las condenas judiciales. Esos legajos personales son usados por la Policía Federal para sus investigaciones y temen tener que entregarlos o no poder seguir confeccionándolos.
En esas reuniones con civiles, los funcionarios policiales exhibieron un proyecto de pasaporte más moderno que ya estaba elaborando la Policía Federal, que tenía un chip incorporado con los datos personales del titular. Los pasaportes eran confeccionados por la empresa Ciccone Calcográfica, pero dada su situación económica se hacen a través de la Casa de Moneda.
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El Gobierno le quita los pasaportes a la policía
Pese al malestar de la fuerza, en breve se haría el traspaso
Sábado 19 de febrero de 2011
La Policía Federal concentra hoy los trámites del pasaporte
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Jesica Bossi
LA NACION
Desde hace más de un mes, la Presidenta avanza con una medida que le recortará poder a la Policía Federal y que ya genera resistencia dentro de la fuerza: le sacará la atribución de confeccionar pasaportes, según confiaron a La Nacion fuentes oficiales.
Cristina Kirchner pretende "agilizar" el trámite y "facilitar el acceso". Por eso, dejaría el procedimiento en manos del Ministerio del Interior, encabezado por Florencio Randazzo. Esa cartera implementó en 2009 el nuevo sistema de elaboración del DNI, bajo gestión estatal, y entregó hasta ahora más de cinco millones de documentos. La Presidenta suele elogiar esa política y le dará al proceso de expedición del pasaporte una impronta similar.
A poco de desembarcar Nilda Garré al frente del Ministerio de Seguridad, en diciembre pasado, la idea comenzó a circular por los pasillos oficiales. La funcionaria, que tiene como eje de su misión encolumnar a la Federal y restarle autonomía, habló sobre esa posibilidad con la Presidenta y Randazzo. En esas mesas de reunión también se arribó a la conclusión de que la policía tampoco podrá emitir la cédula de identidad.
El proyecto, según confiaron fuentes de la Casa Rosada, tomó cuerpo en la última semana y sólo resta que Cristina decida oficializarlo. Aunque el estilo K siempre fue buscar el impacto sorpresa en los anuncios, trascendió que lo haría antes de que termine el verano.
En el Gobierno reconocen que la iniciativa desató "una puja de poder muy fuerte". El manejo de los pasaportes es para la policía una especie de "rol político". Desde allí, entablan relaciones y despiertan simpatías con trámites exprés para personajes influyentes. Un sector del oficialismo sospecha, además, de presuntas irregularidades en pos de beneficios personales.
"Hay una presión fuerte para que nada cambie", contó un hombre con despacho en Balcarce 50. Desde la Federal, no disimulan su malestar. Hay preocupación por lo que perciben como un avasallamiento sobre la institución que comenzó a partir de que le quitaran el manejo virtual de la policía al jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, de buena relación con los uniformados.
En pleno debate por las modificaciones, en la fuerza dijeron a LA NACION que no quieren ceder en un punto clave: pretenden retener los legajos que se abren cada vez que una persona solicita un pasaporte. No es un dato menor. Ese expediente se va actualizando con registros policiales y acumula información invalorable.
La Policía Federal no sólo quiere conservar esas fichas sino también seguir sumando las que se originen en un futuro. Argumentan que esos legajos son indispensables para sus investigaciones. Para Garré, es una fuente estratégica de datos sensibles.
En la Casa Rosada nadie pudo confirmar qué ocurrirá con los dichosos expedientes e intentan avanzar sin sobresaltos con la policía. De hecho, hay reuniones entre uniformados y funcionarios del Ministerio del Interior para coordinar el traspaso.
La otra inquietud de la Federal es que, sin los pasaportes, pierde estructura y recursos: una parte importante de la Superintendencia de la Policía Científica está abocada al procedimiento. Aunque todavía no trascendieron los detalles del nuevo pasaporte, dan por descontado en el Gobierno que se hará bajo la órbita del Estado.
A fines del año pasado, la Casa de Moneda presentó un plan innovador en el V Congreso de Biometría de la República Argentina. Allí, propusieron crear un documento "electrónico"e incorporarle un chip en la tapa. Anoche, fuentes del Gobierno no confirmaban si ésa era la propuesta que avalaría la Presidenta. Señalaban que para utilizar esa tecnología quizá era necesario recurrir a empresas privadas, algo que no forma parte de la intención oficial.
MÁS CONTROL CIVIL SOBRE LA FUERZA
La llegada de Nilda Garré al Ministerio de Seguridad estuvo signada por un mandato: redoblar el control civil sobre las fuerzas de seguridad y acabar con un modelo de autogestión policial que dejaba a los uniformados casi en piloto automático. Tras cambiar toda la plana mayor de la Policía Federal, monitoreó todas las superintendencias, designó funcionarios para el control de los uniformados y les dio jerarquía ministerial a los anuncios sobre esclarecimientos de hechos delictivos, como el último robo de los boqueteros.
LAS NOVEDADES DEL PLAN OFICIAL
* La Policía Federal tiene el manejo histórico de la confección de pasaportes y cédulas de identidad. Desde hace un mes, la Presidenta evalúa cambios.
* El Ministerio del Interior pasará a hacerse cargo de la emisión de esos documentos, algo que hace desde el Renaper con el DNI.
* El nuevo pasaporte se hará bajo gestión estatal, sería más moderno y con mayor seguridad. Por ahora se organiza el traspaso de manos y se espera que la Presidenta haga oficialmente el anuncio antes de que termine el verano. La decisión causó malestar y resistencias en la Policía Federal.