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199 años de Bailén
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<blockquote data-quote="JQ01" data-source="post: 284681" data-attributes="member: 40"><p>Los seis últimos días</p><p></p><p> El día 14 de julio el ejército español despliega y se aproxima al enemigo para establecer contacto. En la zona de Mengíbar, el brigadier Venegas obliga a volver a pasar el río a la débil línea de cobertura que tenía el enemigo. En Andújar y Villanueva parece que se efectuaron unos reconocimientos preparatorios. </p><p></p><p> El día 15 de julio las fuerzas españolas establecen contacto en todo el frente. En el de Andújar, Castaños dice en un parte que firma el 17: ...el 15 al amanecer ocupé sin desgracias los Visos... Es curioso que las acciones que se llevan a cabo en los Visos, con las divisiones De la Peña y Jones, las relata en primera persona, como si ejerciera un mando más directo sobre ellas y su zona de combate.</p><p></p><p> En Villanueva, Coupigny da cuenta de haber desalojado a los franceses de esta población y de haberlos perseguido con su caballería hasta más allá del río y del camino de Andújar a Madrid, haciéndoles numerosas bajas y regresando posteriormente a esta población recién conquistada. </p><p></p><p> En Mengíbar se producen acontecimientos más transcendentales. Reding realiza un ataque contra Liger-Belair, que tiene que pedir ayuda a Vedel. Éste acude a sostenerle, presentándose en el campo de batalla a las once horas (informe del teniente coronel d'Affry), y desplegando su división para provocar al general español a mostrar la suya. Reding comprendió el ardid; y...se dedicó a apagar el incendio de las mieses… (general Gómez Arteche). Parece que con ello también pretendía provocar a Vedel a atacar, simulando que disponía de pocas fuerzas. Si Vedel hubiera decidido la ofensiva, se hubiera encontrado con toda la división de Reding a su frente, más la de Coupigny que le hubiera podido atacar por el flanco. Pero la llegada de un edecán de Dupont le quitó esas intenciones (si llegó a tenerlas), al comunicarle que en Andújar el enemigo va a descargar el golpe en fuerza, pues se muestra amenazador y le está tirando con artillería de sitio; en consecuencia, pide que le envíe las unidades de refuerzo que pueda disponer. El general Vedel, con su acometividad, hace lo contrario: deja un refuerzo de cuatro compañías a Liger-Belair, y se va, con el resto de su división, a Andújar. Esta decisión nos dice claramente que dispone de una información muy inexacta, porque no se puede pensar que hubiera abandonado aquella posición de haber sabido que tenía enfrente una división de más de nueve mil hombres. La provocación de Reding no dio el resultado apetecido, pero indujo a su enemigo a abandonar confiadamente la posición. </p><p></p><p> La prudente conducta de Reding también nos demuestra que no veía muy fácil el cumplimiento de la misión que se le encomendó en el plan de Porcuna. Las situaciones se ven con más claridad sobre el terreno frente al enemigo real y en el momento que sobre el papel y varios días antes. Es evidente que no le pareció viable atacar frontalmente a aquella división. En el gráfico donde se ha representado el Plan de Porcuna, pero con el despliegue francés de los últimos días, se ve la dificultad para Reding.</p><p></p><p> Vedel, a las diecisiete horas (informe de d'Affry), partió para Andújar eligiendo un camino junto a la orilla del río que, además de mucho más largo, era casi impracticable. Se puede interpretar que quiere limpiar la orilla norte del río de las incursiones que había realizado Coupigny, y tal vez avisarle de que aquel terreno estaba controlado; pero lo cierto es que este movimiento constituye un desfile de flanco que permite a Coupigny hostigarle y picarle el flanco y la retaguardia durante toda la noche. Pero aún tiene otra consecuencia más importante: poder conocer la situación de toda la columna con exactitud y en todo momento.</p><p></p><p> Esta oportunidad no pasa desapercibida a Reding, que pide algún refuerzo a Coupigny y prepara un ataque más profundo para el amanecer. El refuerzo consistió en el Batallón de Ceuta y doscientos voluntarios catalanes (unos mil cuatrocientos hombres).</p><p></p><p> * * * </p><p></p><p> En el campo francés de Andújar, los acontecimientos se reflejan en una carta que Dupont escribe al duque de Rovigo, y que nos parece al mismo tiempo, confusa y sumamente reveladora. Aunque es de todo punto conocida, la vamos a transcribir para que el lector pueda analizarla con nosotros sin tener que acudir a los archivos u otros textos.</p><p></p><p>La carta dice: </p><p></p><p> Al S.E. el Sr. Duque de Robigo, Gral. en Jefe de los Ejtos. franceses en España = Sr. Geral. en Jefe = Tengo el honor de participaros que el enemigo se ha presentado hoy delante de nuestra posición con todas sus fuerzas, ha presentado frente de Andújar de 19 á 18.000 hombres y su Artillería se halla en parte compuesta de piezas de a 12. Mientras nos atacaba de frente, un cuerpo de 3.000 hombres que había pasado el río por debajo de Andújar, se dirigió por medio de la sierra sobre nuestra espalda. El 6º Rg. Provisional se destacó para combatirlos y les ha rechazado vigorosamente: otro Cupo de 5 á 6.000 hombres que se hallan en Villanueva amenaza nuestro flanco izquierdo. Dos Bones. de la 4ª Legión se enviaron para contenerlos y hubo sobre este punto un combate muy vivo, pero el enemigo sin embargo de su superioridad no ha podido desordenar nuestras tropas y el puesto vecino, del cual sacamos nuestros víveres no ha sido asaltado. El enemigo ha marchado igualmente con un cupo considerable sobre Mengibar situado en el camino de Jaén para Bailén. El Gral. Liger de Lair, desde algunos días a esta parte cubría esta posición con el objeto de defender el camino de la Carolina y el Gral. Bedel ha pasado esta misma noche con toda su División para reforzarlo. No tengo todavía los detalles de lo que puede haber sucedido, pero tengo motivo para creer que el Gral. Bedel se habrá mantenido en su puesto con ventaja. El Gral. Gobert marchó esta mañana a Bailén para apoyar al Gral. Bedel. Su División está estremadamente debilitada habiendo tenido que dejar otros seis Bons., de los que tres se hallan en la Mancha y la Sierra para la seguridad de las comunicaciones. Es sumamente importante que esta División se reuna toda y lo mas pronto posible. El enemigo ha tomado posiciones sobre las alturas que hallan frente de Andujar. Esto anuncia que habrá mañana una nueva tentativa mas seria que la de hoy: resistiremos a ella con el mayor empeño. V.E. conoce cuan penosa es la posición de Andújar sobre todo bajo el aspecto de los víveres que se acopian en el día con una dificultad estrema. El soldado está obligado a segar el mismo el trigo y de hacer su pan, habiéndose dejado los paisanos las mieses en pie para seguir (a) los rebeldes. Suplico a V.E. que envie los refuerzos necesarios para volver a tomar al instante nuestras operaciones. El interés de S.S.M.M. el Emperador y el Rey de España los ecsigen y se debe sentir mucho haber dado lugar al enemigo de emprender la ofensiva contra nosotros. Solo hemos tenido hoy una pérdida muy leve para rechazar los ataques del enemigo= Dupont = P.D. Tengo noticia del Gral. Bedel, conserva siempre su posición: el enemigo no ha logrado ninguna ventaja sobre nosotros." (Sic. de la traducción microfilmada del IHCM.). </p><p></p><p> Es necesario analizar minuciosamente esta carta, porque nos revela el estado de ánimo del general Dupont. A primera vista cabría afirmar que es un mensaje de alarma, donde la frases nos han atacado…, hemos resistido…, mañana una nueva tentativa...etc. pueden interpretarse como un deseo de dar mayor énfasis a la petición de refuerzos; pero lo cierto es que, además, da la impresión de sentirse asediado por un enemigo muy superior, cuando parece, como después se expondrá, que en el momento de escribir esta carta tenía la segunda oportunidad de culminar brillantemente su misión, infligiendo un grave y tal vez definitivo daño a las fuerzas españolas.</p><p></p><p> En un análisis más detallado se observa, en primer lugar, que ya dispone de información de contacto. La valoración que tiene del enemigo en los distintos frentes es bastante aproximada, pero donde se manifiesta que hay una falta de información es en Mengíbar, en el que valora al enemigo como un Cuerpo considerable. Este dato, que Dupont tuvo que conocer por Vedel, nos revela que ambos generales ignoraban la verdadera entidad de las fuerzas de Reding, ya que por su potencial merecían otra valoración más importante.</p><p></p><p> Un aspecto muy interesante es la mención que hace de los movimientos en la zona de Bailén y Mengíbar. Dice que esta última posición tiene por objeto defender el camino de La Carolina, cuando su participación en tal defensa es muy relativa, puesto que se encuentra a unos cuarenta kilómetros de aquel punto y, además, Bailén, que está detrás en ese camino, cumple esa función mucho más directamente. También dice que el general Vedel ha pasado esta misma noche a reforzarlo cuando sabemos que el apoyo de Vedel a Liger-Belair fue a las once de esa misma mañana. ¿A qué noche se refiere? ¿a la pasada o la que empieza? Lo que no menciona es la marcha de Vedel a Andújar que ya se está realizando esa noche. Sin embargo informa que el general Gobert marchó esta mañana a Bailén... Este movimiento tuvo que producirse a petición de Vedel cuando éste tomó la decisión de ir a Andújar. Es muy extraño que ninguno de los dos generales haya informado a su jefe de este importante movimiento de Vedel.</p><p></p><p> El primer interrogante que se nos ofrece es: ¿a qué hora fue escrita la carta? Observamos que después de mencionar todos los combates o acciones que han tenido lugar en el día, dice que haré mañana una nueva tentativa. Esta frase nos da una idea de que las horas de actividad en el campo ya han terminado. Es decir, podremos afirmar que es, por lo menos, a última hora de la tarde. Por ello nos hemos planteado, ¿es que no tiene aún noticias de Vedel? Nos cuesta aceptarlo; pero es en la posdata (o sea aún más tarde) cuando ya da cuenta de tener noticias de este general, pero tampoco menciona la marcha.</p><p></p><p> Por ello esta carta la hemos calificado de confusa y precisamente por ello nos parece reveladora de que Dupont, que no ha ordenado el movimiento de Vedel y que le parece sumamente peligroso, quiere declinar su responsabilidad ignorándolo.</p><p></p><p>* * *</p><p></p><p> El día 16 de julio hay una intensa actividad en el campamento de Reding desde las cero horas. Toda la división, mas los agregados de la II, se van aproximando al río para pasar cuanto antes a la otra orilla. Unos observadores a caballo, que Liger-Belair ha situado en Javalquinto, empiezan a detectar estos movimientos de las fuerzas españolas. El ataque va a comenzar al romper el alba, y el general francés, ya alertado, comienza a disponer sus medidas.</p><p></p><p> En el campamento de Coupigny tampoco hay descanso. El desfile de flanco de la división de Vedel les obliga a observarla continuamente y les permite hostigarla también continuamente. Sus tiradores no dejan de hacerles bajas manteniéndolos en constante tensión. Parece que durante la noche, Vedel dio un gran alto a su columna, y suponemos que sería en las zonas de los numerosos vados que había por esas fechas de estiaje. En este lugar y en este momento es cuando nos parece que Dupont tuvo su segunda oportunidad de éxito. Si hubiera ordenado a Vedel atacar al amanecer a la división de Coupigny, y a la vez rodearla por la espalda con la división de Caballería, es casi seguro que hubiera dividido en dos partes la línea española, para después batir sucesivamente los extremos. Como premio adicional hubiera abortado el ataque de Reding a Liger-Belair. Pero estas hipótesis sobre situaciones del pasado, como la anterior que hemos hecho en Córdoba, nunca podrán ser contrastadas con la realidad, por lo que siempre queda impune el prestigio del que las formula. Queda pues al criterio del lector, pensar si pudieron suceder de esa manera. Lo que sí es cierto es que Dupont pudo intentarlo sin el riesgo, que luego tuvo, de que sus fuerzas quedaran rodeadas. Es obligado tener en cuenta que el general francés ni tenía la información que nosotros tenemos hoy, ni nadie podía suponer en aquel momento el desastroso final que le esperaba por mantener aquella actitud defensiva.</p><p></p><p> Amanece. El general Reding da la orden de comenzar el ataque. Durante la noche, una parte de su división ya ha pasado el río por los vados de Javalquinto. Los agregados de Coupigny pasan en la barca. El general Liger-Belair, que tiene noticia de estos movimientos, se ha aprestado a la defensa. Pronto se da cuenta de que no puede contener el empuje de las fuerzas españolas y pide ayuda a Gobert, que acude con todos los medios disponibles: pero tampoco puede contenerlo. Este general muere de un disparo en la cabeza, y le sucede en el mando de la división el general Dufour. Los franceses no tienen otra opción que retirarse realizando una defensiva en profundidad. El terreno se presta a esta maniobra y obligan a Reding a montar sucesivos y agotadores ataques. A las catorce horas, éste detiene el ataque y regresa a Mengíbar.</p><p></p><p> Esta decisión del general Reding ha sido, desde el primer momento y más tarde, frecuentemente criticada, tanto por detener el ataque victorioso como por regresar a Mengíbar. Por nuestra parte consideramos que fue acertada en su totalidad, tal y como vamos a justificar a continuación.</p><p></p><p> En cuanto a la detención del ataque pensamos que, si tantos estudiosos han considerado el calor y la sed como causa determinante de la rendición de Dupont a las doce del mediodía, con mayor razón habrá que aceptar la detención de Reding a las dos de la tarde, después de avanzar unos ocho kilómetros en ataques sucesivos. En el parte que redacta a las cuatro de la tarde dice: ...como la calidad del terreno hacía interminable la cadencia de ataque a que obligaban sucesivamente las nuevas posiciones que tomaba el enemigo, me vi precisado a las dos de la tarde a regresar a este pueblo para que no se aumentasen las víctimas del calor y del cansancio... Nos parece que es muy convincente la explicación. Debemos precisar que sus unidades quedaron ocupando las posiciones que habían conquistado al enemigo al norte del río. </p><p></p><p> Pero a fin de exponer mejor nuestro punto de vista, asumiremos la personalidad del Jefe de Estado Mayor de esa división y exponemos el informe que hubiéramos elevado al general Reding en aquellas circunstancias.</p><p></p><p> Este hipotético informe, hubiera podido ser: Después de realizar los movimientos preparatorios durante la noche, y combatir con calor extremo desde el amanecer (informe d'Affry), atacando sucesivas posiciones que el enemigo ha presentado a lo largo de unos ocho kilómetros, la división se encuentra sumamente fatigada hasta el punto que, de continuar el ataque, se producirán numerosas bajas por deshidratación e insolación. No se puede esperar un avance mayor, de unos tres o cuatro kilómetros más desde la posición actual, por las horas de luz que quedan en esta jornada. Se podría pues alcanzar una posición a unos dos kilómetros como máximo, al norte de Bailén. En cuanto al enemigo: la hipótesis más probable es que la División Vedel regrese con la mayor celeridad a Bailén. La hipótesis más peligrosa es que el general Dupont levante el campo y se repliegue a Bailén con todas sus divisiones. Creemos que el Coronel Jefe de Estado Mayor informaría a Reding en unos términos más o menos similares.</p><p></p><p> Como sabemos, la primera hipótesis es la que sucedió en realidad, y debe pensarse que era muy previsible, puesto que si el descalabro se había producido por la ausencia de Vedel de su posición, lo más probable que cabría esperar es que Dupont lo enviara inmediatamente a restablecer la situación. Por ello, de haber continuado Reding el ataque hasta el crepúsculo, se hubiera encontrado al amanecer con la división agotada, con el mismo enemigo enfrente y la división de Vedel en su retaguardia, y además quedando aislado del grueso de las fuerzas españolas. En la segunda hipótesis, la situación hubiera sido la misma pero con tres divisiones en su retaguardia. Por estas razones estimamos muy acertada la decisión de Reding, y nos parece que queda demostrada la inviabilidad del Plan de Porcuna en su forma inicial, en razón de las fuerzas francesas que había en la zona en el momento de su ejecución. No se puede olvidar que el Camino Real era la arteria principal del despliegue de Dupont.</p><p></p><p> * * *</p><p></p><p> Nos trasladamos a Andújar, y encontramos al general Dupont que parece haber estado pensando toda la noche en el tema de la carta que había escrito la tarde o la noche anterior. La inquietud se trasluce en que a primera hora de la mañana escribe dos nuevas cartas, que intentaremos analizar.</p><p></p><p>La primera a considerar es la que va dirigida también a Rovigo. La reproducimos, como la anterior, para mayor comodidad del lector.</p><p></p><p> A S.E. el Sr. Duque de Robigo, Comte de los Ejtos. franceses en España = Sr. Gral. en Jefe = Tengo el honor de dirigir a V.E. el duplicado de mi carta de ayer. El enemigo se mantiene en las mismas posiciones, ocupa las alturas del frente de Andújar y sus baterías están a tiro de nuestra cabeza del Puente. Me presumo que hoy renovar su ataque, y nosotros lo recibiremos con la mayor tenacidad para conserbar nuestra posición. El Gral. Bedel guarda el camino de Jaén a Bailén, y yo le he encargado con eficacia observe el de Jaén a Ubeda, por el cual podría el enemigo pasar a la Carolina. El mismo encargo tengo hecho al Gral. Gobert, en atención a la suma importancia de la posición de La Carolina, para mantener nuestra comunicación con Madrid = El enemigo descubre en su ataque proyectos formales, y le ha dado alientos nuestra inacción. Yo creo, como ya he insinuado a V.E. muchas veces, que no debemos perder un instante en pasar a la ofensiva. Si no se sujeta el Medio-Dia inmediatamente se extenderá el fuego de la insurrección a las otras provincias y las tropas regladas que hay esparcidas por ellas se dejarán arrastrar al partido de los rebeldes, mas vale no hacer caso por un momento de los movimientos parciales, que puedan manifestarse en algunos puntos, a fin de ponerse en situación de marchar con fuerzas suficientes contra su Ejto. del Medio-Dia, que está en guerra abierta contra nosotros. Ademas haré‚ observar a V.E. que hace cerca de un mes que ocupamos la posición de Andújar, que este país ha sido asolado por los bandidos y que no podemos sacar de él sino los mas escasos recursos para vivir. Las tropas no hubieran tenido mucho hace suministros, si los soldados no se empleasen diariamente en segar el trigo y hacer por si mismos su pan, pero hoy día que la tropa está continuamente sobre las armas no puede usar ya de este medio. V.E. conocerá cuán impaciente está el Ejto. por salir de esta situación y marchar al enemigo. La entera reunión de la División Gobert y otra División más con alguna Caballería, pondrán a este Ejtº en disposición de volver a empezar sus operaciones, y este momento nunca podrá venir muy temprano, ruego a V.E. que asegure a S.M. del celo que anima sus tropas por su servicio, ayer adquirieron un grado mas de confianza; todos los motivos se reunen para que den incesantemente una batalla decisiva = Tengo ... =El Gral. Dupont.</p><p></p><p> La primera consideración que podemos formularnos es que está escrita a primera hora de la mañana, puesto que presume un nuevo ataque de los españoles. Por ello resulta sorprendente esta carta que realmente no tiene ninguna novedad que contar. Las primeras líneas dicen que le dirige el duplicado de la carta de ayer. No hemos podido discernir si el duplicado es la primera carta que transcribimos arriba (de otra que pudo haber enviado anteriormente), o bien esta segunda es el duplicado de la primera. La explicación de nuestra duda es que no son iguales, pero al mismo tiempo repite conceptos: como la situación del enemigo, la previsión de un nuevo ataque, la falta de víveres, la siega del trigo... etc.</p><p></p><p> Sin embargo, la segunda carta se diferencia en que añade unas explicaciones inesperadas. Dupont le manifiesta a Rovigo, que ha dado orden a Vedel de guardar Bailén, y a Gobert de guardar La Carolina. Cuando escribe esto ya sabemos que conoce la nueva posición de Gobert en Bailén aunque no la confirma. Tampoco habla del movimiento de Vedel. ¿Es posible que aún ignore que lo tiene a menos de diez kilómetros? El general Gómez Arteche dice: ...(Vedel) se dirigió a Andújar precedido de un ayudante que le previniera con tiempo si aquella marcha obtenía o no el beneplácito del general en jefe. En resumen, esta segunda carta de fecha 16 nos parece también algo confusa y nos reafirma en la sospecha de que Dupont quiere ignorar los movimientos que sus subordinados han ejecutado sin orden suya.</p><p></p><p> En ambas cartas se repite también la petición de refuerzos con un tono de urgencia para reanudar sus operaciones. Es significativo que en ningún caso habla de replegarse a una posición más concentrada a retaguardia. </p><p></p><p> Esa misma mañana Dupont escribe otra carta, ésta al general Belliard. Como sabemos, este general desempeña en Madrid una función un tanto ambigua. Por su cargo de segundo jefe del defenestrado duque de Berg, Belliard queda encargado de la firma; pero el que lleva todos los asuntos, dando cuenta a Napoleón, es el duque de Rovigo. En estas circunstancias la carta que tratamos no puede entenderse más que como una búsqueda de apoyo en su ya angustiosa petición de refuerzos. No vamos a reproducirla por considerar que no contiene nada relevante; se limita a pedir urgentes refuerzos, apelando a la situación de la insurrección andaluza. Reitera el argumento de la siega del trigo por los soldados.</p><p></p><p> Estas tres cartas son interceptadas por Coupigny este mismo día al apresar un correo (suponemos en el Camino Real) cuando acosaba a la retaguardia de Vedel. Ignoramos la hora en que habían sido expedidas, pero hay que suponer, por su contenido, que fue antes de la llegada de la vanguardia de Vedel a Andújar, que debió ser sobre el mediodía. Como era de esperar los soldados de esta división fueron recibidos jubilosamente por las fuerzas de Dupont, pero no podemos saber cual fue la actitud interior de este último.</p><p></p><p>* * *</p><p></p><p> En el campo español de Andújar, el día amanece en igual situación que el anterior. El interés se centra en ver aparecer a Reding y Coupigny por el flanco y retaguardia de Dupont, para cogerlo entre dos fuegos. Pero esa esperanza se transforma en inquietud al ver aparecer a la división de Vedel, que viene a reforzar al enemigo que tiene a su frente. Verdaderamente, Dupont disponía en aquel momento de una fuerza temible: dos divisiones y una brigada de Infantería más una división de Caballería. Con este potencial hubiera podido iniciar una peligrosa ofensiva, si bien creemos que había perdido la mejor oportunidad, que señalábamos al paso de Vedel frente a Coupigny. Ahora podría pensar otra operación diferente, pero cualquier tentativa, en ese momento, hubiera tenido que esperar al día siguiente porque la retaguardia de Vedel llegó sobre las dieciocho horas. Este refuerzo alarma considerablemente a Castaños, que ya empieza a urgir a Reding y Coupigny en el cumplimiento de su misión de envolver a Dupont. Y con estas deliberaciones termina la jornada en las unidades españolas de los Visos. </p><p></p><p> Entre tanto en la zona de Bailén, el general Dufour, al mando de la división del fallecido Gobert y el destacamento de Liger-Belair, se refugia en Bailén cuando Reding detuvo el ataque. En esta población se encuentran al Batallón Lanusse que guarnecía Linares, el cual da cuenta a Dufour de que hay movimientos de fuerzas españolas que se dirigen al desfiladero de Despeñaperros y que, según informadores, llevan intención de bloquear las comunicaciones con Madrid. Aquí es preciso recordar que las misiones generales encomendadas a las divisiones Vedel y Gobert eran en primer lugar asegurar las comunicaciones en el desfiladero. No es pues sorprendente que Dufour, continuando la dirección de su retirada, siga el movimiento hacia Guarromán, para aproximarse a Despeñaperros. Pero antes, como es obligado, envía un parte a Dupont dándole cuenta del combate, de la retirada con la lamentable pérdida del general Gobert y de las informaciones sobre avances españoles en dirección al desfiladero.</p><p></p><p>* * *</p><p></p><p> El parte que da Coupigny a Castaños este día es muy conocido por lo que nos limitaremos a reproducir únicamente las primeras palabras: Habiéndome pedido el Gral. D. Teodoro Reding reforzar .... Lo cual nos confirma que la división de Coupigny no había sido agregada todavía a la de Reding porque, en tal caso, éste hubiera ordenado, no pedido; y además Coupigny no hubiera dirigido el parte directamente a Castaños. El resto de este escrito da cuenta de sus acciones sobre la retaguardia de Vedel y la captura de un correo con las cartas de Dupont que antes hemos presentado.</p><p></p><p> El parte de Reding, igualmente conocido, ya lo hemos mencionado anteriormente, resaltando el aspecto que nos interesaba.</p></blockquote><p></p>
[QUOTE="JQ01, post: 284681, member: 40"] Los seis últimos días El día 14 de julio el ejército español despliega y se aproxima al enemigo para establecer contacto. En la zona de Mengíbar, el brigadier Venegas obliga a volver a pasar el río a la débil línea de cobertura que tenía el enemigo. En Andújar y Villanueva parece que se efectuaron unos reconocimientos preparatorios. El día 15 de julio las fuerzas españolas establecen contacto en todo el frente. En el de Andújar, Castaños dice en un parte que firma el 17: ...el 15 al amanecer ocupé sin desgracias los Visos... Es curioso que las acciones que se llevan a cabo en los Visos, con las divisiones De la Peña y Jones, las relata en primera persona, como si ejerciera un mando más directo sobre ellas y su zona de combate. En Villanueva, Coupigny da cuenta de haber desalojado a los franceses de esta población y de haberlos perseguido con su caballería hasta más allá del río y del camino de Andújar a Madrid, haciéndoles numerosas bajas y regresando posteriormente a esta población recién conquistada. En Mengíbar se producen acontecimientos más transcendentales. Reding realiza un ataque contra Liger-Belair, que tiene que pedir ayuda a Vedel. Éste acude a sostenerle, presentándose en el campo de batalla a las once horas (informe del teniente coronel d'Affry), y desplegando su división para provocar al general español a mostrar la suya. Reding comprendió el ardid; y...se dedicó a apagar el incendio de las mieses… (general Gómez Arteche). Parece que con ello también pretendía provocar a Vedel a atacar, simulando que disponía de pocas fuerzas. Si Vedel hubiera decidido la ofensiva, se hubiera encontrado con toda la división de Reding a su frente, más la de Coupigny que le hubiera podido atacar por el flanco. Pero la llegada de un edecán de Dupont le quitó esas intenciones (si llegó a tenerlas), al comunicarle que en Andújar el enemigo va a descargar el golpe en fuerza, pues se muestra amenazador y le está tirando con artillería de sitio; en consecuencia, pide que le envíe las unidades de refuerzo que pueda disponer. El general Vedel, con su acometividad, hace lo contrario: deja un refuerzo de cuatro compañías a Liger-Belair, y se va, con el resto de su división, a Andújar. Esta decisión nos dice claramente que dispone de una información muy inexacta, porque no se puede pensar que hubiera abandonado aquella posición de haber sabido que tenía enfrente una división de más de nueve mil hombres. La provocación de Reding no dio el resultado apetecido, pero indujo a su enemigo a abandonar confiadamente la posición. La prudente conducta de Reding también nos demuestra que no veía muy fácil el cumplimiento de la misión que se le encomendó en el plan de Porcuna. Las situaciones se ven con más claridad sobre el terreno frente al enemigo real y en el momento que sobre el papel y varios días antes. Es evidente que no le pareció viable atacar frontalmente a aquella división. En el gráfico donde se ha representado el Plan de Porcuna, pero con el despliegue francés de los últimos días, se ve la dificultad para Reding. Vedel, a las diecisiete horas (informe de d'Affry), partió para Andújar eligiendo un camino junto a la orilla del río que, además de mucho más largo, era casi impracticable. Se puede interpretar que quiere limpiar la orilla norte del río de las incursiones que había realizado Coupigny, y tal vez avisarle de que aquel terreno estaba controlado; pero lo cierto es que este movimiento constituye un desfile de flanco que permite a Coupigny hostigarle y picarle el flanco y la retaguardia durante toda la noche. Pero aún tiene otra consecuencia más importante: poder conocer la situación de toda la columna con exactitud y en todo momento. Esta oportunidad no pasa desapercibida a Reding, que pide algún refuerzo a Coupigny y prepara un ataque más profundo para el amanecer. El refuerzo consistió en el Batallón de Ceuta y doscientos voluntarios catalanes (unos mil cuatrocientos hombres). * * * En el campo francés de Andújar, los acontecimientos se reflejan en una carta que Dupont escribe al duque de Rovigo, y que nos parece al mismo tiempo, confusa y sumamente reveladora. Aunque es de todo punto conocida, la vamos a transcribir para que el lector pueda analizarla con nosotros sin tener que acudir a los archivos u otros textos. La carta dice: Al S.E. el Sr. Duque de Robigo, Gral. en Jefe de los Ejtos. franceses en España = Sr. Geral. en Jefe = Tengo el honor de participaros que el enemigo se ha presentado hoy delante de nuestra posición con todas sus fuerzas, ha presentado frente de Andújar de 19 á 18.000 hombres y su Artillería se halla en parte compuesta de piezas de a 12. Mientras nos atacaba de frente, un cuerpo de 3.000 hombres que había pasado el río por debajo de Andújar, se dirigió por medio de la sierra sobre nuestra espalda. El 6º Rg. Provisional se destacó para combatirlos y les ha rechazado vigorosamente: otro Cupo de 5 á 6.000 hombres que se hallan en Villanueva amenaza nuestro flanco izquierdo. Dos Bones. de la 4ª Legión se enviaron para contenerlos y hubo sobre este punto un combate muy vivo, pero el enemigo sin embargo de su superioridad no ha podido desordenar nuestras tropas y el puesto vecino, del cual sacamos nuestros víveres no ha sido asaltado. El enemigo ha marchado igualmente con un cupo considerable sobre Mengibar situado en el camino de Jaén para Bailén. El Gral. Liger de Lair, desde algunos días a esta parte cubría esta posición con el objeto de defender el camino de la Carolina y el Gral. Bedel ha pasado esta misma noche con toda su División para reforzarlo. No tengo todavía los detalles de lo que puede haber sucedido, pero tengo motivo para creer que el Gral. Bedel se habrá mantenido en su puesto con ventaja. El Gral. Gobert marchó esta mañana a Bailén para apoyar al Gral. Bedel. Su División está estremadamente debilitada habiendo tenido que dejar otros seis Bons., de los que tres se hallan en la Mancha y la Sierra para la seguridad de las comunicaciones. Es sumamente importante que esta División se reuna toda y lo mas pronto posible. El enemigo ha tomado posiciones sobre las alturas que hallan frente de Andujar. Esto anuncia que habrá mañana una nueva tentativa mas seria que la de hoy: resistiremos a ella con el mayor empeño. V.E. conoce cuan penosa es la posición de Andújar sobre todo bajo el aspecto de los víveres que se acopian en el día con una dificultad estrema. El soldado está obligado a segar el mismo el trigo y de hacer su pan, habiéndose dejado los paisanos las mieses en pie para seguir (a) los rebeldes. Suplico a V.E. que envie los refuerzos necesarios para volver a tomar al instante nuestras operaciones. El interés de S.S.M.M. el Emperador y el Rey de España los ecsigen y se debe sentir mucho haber dado lugar al enemigo de emprender la ofensiva contra nosotros. Solo hemos tenido hoy una pérdida muy leve para rechazar los ataques del enemigo= Dupont = P.D. Tengo noticia del Gral. Bedel, conserva siempre su posición: el enemigo no ha logrado ninguna ventaja sobre nosotros." (Sic. de la traducción microfilmada del IHCM.). Es necesario analizar minuciosamente esta carta, porque nos revela el estado de ánimo del general Dupont. A primera vista cabría afirmar que es un mensaje de alarma, donde la frases nos han atacado…, hemos resistido…, mañana una nueva tentativa...etc. pueden interpretarse como un deseo de dar mayor énfasis a la petición de refuerzos; pero lo cierto es que, además, da la impresión de sentirse asediado por un enemigo muy superior, cuando parece, como después se expondrá, que en el momento de escribir esta carta tenía la segunda oportunidad de culminar brillantemente su misión, infligiendo un grave y tal vez definitivo daño a las fuerzas españolas. En un análisis más detallado se observa, en primer lugar, que ya dispone de información de contacto. La valoración que tiene del enemigo en los distintos frentes es bastante aproximada, pero donde se manifiesta que hay una falta de información es en Mengíbar, en el que valora al enemigo como un Cuerpo considerable. Este dato, que Dupont tuvo que conocer por Vedel, nos revela que ambos generales ignoraban la verdadera entidad de las fuerzas de Reding, ya que por su potencial merecían otra valoración más importante. Un aspecto muy interesante es la mención que hace de los movimientos en la zona de Bailén y Mengíbar. Dice que esta última posición tiene por objeto defender el camino de La Carolina, cuando su participación en tal defensa es muy relativa, puesto que se encuentra a unos cuarenta kilómetros de aquel punto y, además, Bailén, que está detrás en ese camino, cumple esa función mucho más directamente. También dice que el general Vedel ha pasado esta misma noche a reforzarlo cuando sabemos que el apoyo de Vedel a Liger-Belair fue a las once de esa misma mañana. ¿A qué noche se refiere? ¿a la pasada o la que empieza? Lo que no menciona es la marcha de Vedel a Andújar que ya se está realizando esa noche. Sin embargo informa que el general Gobert marchó esta mañana a Bailén... Este movimiento tuvo que producirse a petición de Vedel cuando éste tomó la decisión de ir a Andújar. Es muy extraño que ninguno de los dos generales haya informado a su jefe de este importante movimiento de Vedel. El primer interrogante que se nos ofrece es: ¿a qué hora fue escrita la carta? Observamos que después de mencionar todos los combates o acciones que han tenido lugar en el día, dice que haré mañana una nueva tentativa. Esta frase nos da una idea de que las horas de actividad en el campo ya han terminado. Es decir, podremos afirmar que es, por lo menos, a última hora de la tarde. Por ello nos hemos planteado, ¿es que no tiene aún noticias de Vedel? Nos cuesta aceptarlo; pero es en la posdata (o sea aún más tarde) cuando ya da cuenta de tener noticias de este general, pero tampoco menciona la marcha. Por ello esta carta la hemos calificado de confusa y precisamente por ello nos parece reveladora de que Dupont, que no ha ordenado el movimiento de Vedel y que le parece sumamente peligroso, quiere declinar su responsabilidad ignorándolo. * * * El día 16 de julio hay una intensa actividad en el campamento de Reding desde las cero horas. Toda la división, mas los agregados de la II, se van aproximando al río para pasar cuanto antes a la otra orilla. Unos observadores a caballo, que Liger-Belair ha situado en Javalquinto, empiezan a detectar estos movimientos de las fuerzas españolas. El ataque va a comenzar al romper el alba, y el general francés, ya alertado, comienza a disponer sus medidas. En el campamento de Coupigny tampoco hay descanso. El desfile de flanco de la división de Vedel les obliga a observarla continuamente y les permite hostigarla también continuamente. Sus tiradores no dejan de hacerles bajas manteniéndolos en constante tensión. Parece que durante la noche, Vedel dio un gran alto a su columna, y suponemos que sería en las zonas de los numerosos vados que había por esas fechas de estiaje. En este lugar y en este momento es cuando nos parece que Dupont tuvo su segunda oportunidad de éxito. Si hubiera ordenado a Vedel atacar al amanecer a la división de Coupigny, y a la vez rodearla por la espalda con la división de Caballería, es casi seguro que hubiera dividido en dos partes la línea española, para después batir sucesivamente los extremos. Como premio adicional hubiera abortado el ataque de Reding a Liger-Belair. Pero estas hipótesis sobre situaciones del pasado, como la anterior que hemos hecho en Córdoba, nunca podrán ser contrastadas con la realidad, por lo que siempre queda impune el prestigio del que las formula. Queda pues al criterio del lector, pensar si pudieron suceder de esa manera. Lo que sí es cierto es que Dupont pudo intentarlo sin el riesgo, que luego tuvo, de que sus fuerzas quedaran rodeadas. Es obligado tener en cuenta que el general francés ni tenía la información que nosotros tenemos hoy, ni nadie podía suponer en aquel momento el desastroso final que le esperaba por mantener aquella actitud defensiva. Amanece. El general Reding da la orden de comenzar el ataque. Durante la noche, una parte de su división ya ha pasado el río por los vados de Javalquinto. Los agregados de Coupigny pasan en la barca. El general Liger-Belair, que tiene noticia de estos movimientos, se ha aprestado a la defensa. Pronto se da cuenta de que no puede contener el empuje de las fuerzas españolas y pide ayuda a Gobert, que acude con todos los medios disponibles: pero tampoco puede contenerlo. Este general muere de un disparo en la cabeza, y le sucede en el mando de la división el general Dufour. Los franceses no tienen otra opción que retirarse realizando una defensiva en profundidad. El terreno se presta a esta maniobra y obligan a Reding a montar sucesivos y agotadores ataques. A las catorce horas, éste detiene el ataque y regresa a Mengíbar. Esta decisión del general Reding ha sido, desde el primer momento y más tarde, frecuentemente criticada, tanto por detener el ataque victorioso como por regresar a Mengíbar. Por nuestra parte consideramos que fue acertada en su totalidad, tal y como vamos a justificar a continuación. En cuanto a la detención del ataque pensamos que, si tantos estudiosos han considerado el calor y la sed como causa determinante de la rendición de Dupont a las doce del mediodía, con mayor razón habrá que aceptar la detención de Reding a las dos de la tarde, después de avanzar unos ocho kilómetros en ataques sucesivos. En el parte que redacta a las cuatro de la tarde dice: ...como la calidad del terreno hacía interminable la cadencia de ataque a que obligaban sucesivamente las nuevas posiciones que tomaba el enemigo, me vi precisado a las dos de la tarde a regresar a este pueblo para que no se aumentasen las víctimas del calor y del cansancio... Nos parece que es muy convincente la explicación. Debemos precisar que sus unidades quedaron ocupando las posiciones que habían conquistado al enemigo al norte del río. Pero a fin de exponer mejor nuestro punto de vista, asumiremos la personalidad del Jefe de Estado Mayor de esa división y exponemos el informe que hubiéramos elevado al general Reding en aquellas circunstancias. Este hipotético informe, hubiera podido ser: Después de realizar los movimientos preparatorios durante la noche, y combatir con calor extremo desde el amanecer (informe d'Affry), atacando sucesivas posiciones que el enemigo ha presentado a lo largo de unos ocho kilómetros, la división se encuentra sumamente fatigada hasta el punto que, de continuar el ataque, se producirán numerosas bajas por deshidratación e insolación. No se puede esperar un avance mayor, de unos tres o cuatro kilómetros más desde la posición actual, por las horas de luz que quedan en esta jornada. Se podría pues alcanzar una posición a unos dos kilómetros como máximo, al norte de Bailén. En cuanto al enemigo: la hipótesis más probable es que la División Vedel regrese con la mayor celeridad a Bailén. La hipótesis más peligrosa es que el general Dupont levante el campo y se repliegue a Bailén con todas sus divisiones. Creemos que el Coronel Jefe de Estado Mayor informaría a Reding en unos términos más o menos similares. Como sabemos, la primera hipótesis es la que sucedió en realidad, y debe pensarse que era muy previsible, puesto que si el descalabro se había producido por la ausencia de Vedel de su posición, lo más probable que cabría esperar es que Dupont lo enviara inmediatamente a restablecer la situación. Por ello, de haber continuado Reding el ataque hasta el crepúsculo, se hubiera encontrado al amanecer con la división agotada, con el mismo enemigo enfrente y la división de Vedel en su retaguardia, y además quedando aislado del grueso de las fuerzas españolas. En la segunda hipótesis, la situación hubiera sido la misma pero con tres divisiones en su retaguardia. Por estas razones estimamos muy acertada la decisión de Reding, y nos parece que queda demostrada la inviabilidad del Plan de Porcuna en su forma inicial, en razón de las fuerzas francesas que había en la zona en el momento de su ejecución. No se puede olvidar que el Camino Real era la arteria principal del despliegue de Dupont. * * * Nos trasladamos a Andújar, y encontramos al general Dupont que parece haber estado pensando toda la noche en el tema de la carta que había escrito la tarde o la noche anterior. La inquietud se trasluce en que a primera hora de la mañana escribe dos nuevas cartas, que intentaremos analizar. La primera a considerar es la que va dirigida también a Rovigo. La reproducimos, como la anterior, para mayor comodidad del lector. A S.E. el Sr. Duque de Robigo, Comte de los Ejtos. franceses en España = Sr. Gral. en Jefe = Tengo el honor de dirigir a V.E. el duplicado de mi carta de ayer. El enemigo se mantiene en las mismas posiciones, ocupa las alturas del frente de Andújar y sus baterías están a tiro de nuestra cabeza del Puente. Me presumo que hoy renovar su ataque, y nosotros lo recibiremos con la mayor tenacidad para conserbar nuestra posición. El Gral. Bedel guarda el camino de Jaén a Bailén, y yo le he encargado con eficacia observe el de Jaén a Ubeda, por el cual podría el enemigo pasar a la Carolina. El mismo encargo tengo hecho al Gral. Gobert, en atención a la suma importancia de la posición de La Carolina, para mantener nuestra comunicación con Madrid = El enemigo descubre en su ataque proyectos formales, y le ha dado alientos nuestra inacción. Yo creo, como ya he insinuado a V.E. muchas veces, que no debemos perder un instante en pasar a la ofensiva. Si no se sujeta el Medio-Dia inmediatamente se extenderá el fuego de la insurrección a las otras provincias y las tropas regladas que hay esparcidas por ellas se dejarán arrastrar al partido de los rebeldes, mas vale no hacer caso por un momento de los movimientos parciales, que puedan manifestarse en algunos puntos, a fin de ponerse en situación de marchar con fuerzas suficientes contra su Ejto. del Medio-Dia, que está en guerra abierta contra nosotros. Ademas haré‚ observar a V.E. que hace cerca de un mes que ocupamos la posición de Andújar, que este país ha sido asolado por los bandidos y que no podemos sacar de él sino los mas escasos recursos para vivir. Las tropas no hubieran tenido mucho hace suministros, si los soldados no se empleasen diariamente en segar el trigo y hacer por si mismos su pan, pero hoy día que la tropa está continuamente sobre las armas no puede usar ya de este medio. V.E. conocerá cuán impaciente está el Ejto. por salir de esta situación y marchar al enemigo. La entera reunión de la División Gobert y otra División más con alguna Caballería, pondrán a este Ejtº en disposición de volver a empezar sus operaciones, y este momento nunca podrá venir muy temprano, ruego a V.E. que asegure a S.M. del celo que anima sus tropas por su servicio, ayer adquirieron un grado mas de confianza; todos los motivos se reunen para que den incesantemente una batalla decisiva = Tengo ... =El Gral. Dupont. La primera consideración que podemos formularnos es que está escrita a primera hora de la mañana, puesto que presume un nuevo ataque de los españoles. Por ello resulta sorprendente esta carta que realmente no tiene ninguna novedad que contar. Las primeras líneas dicen que le dirige el duplicado de la carta de ayer. No hemos podido discernir si el duplicado es la primera carta que transcribimos arriba (de otra que pudo haber enviado anteriormente), o bien esta segunda es el duplicado de la primera. La explicación de nuestra duda es que no son iguales, pero al mismo tiempo repite conceptos: como la situación del enemigo, la previsión de un nuevo ataque, la falta de víveres, la siega del trigo... etc. Sin embargo, la segunda carta se diferencia en que añade unas explicaciones inesperadas. Dupont le manifiesta a Rovigo, que ha dado orden a Vedel de guardar Bailén, y a Gobert de guardar La Carolina. Cuando escribe esto ya sabemos que conoce la nueva posición de Gobert en Bailén aunque no la confirma. Tampoco habla del movimiento de Vedel. ¿Es posible que aún ignore que lo tiene a menos de diez kilómetros? El general Gómez Arteche dice: ...(Vedel) se dirigió a Andújar precedido de un ayudante que le previniera con tiempo si aquella marcha obtenía o no el beneplácito del general en jefe. En resumen, esta segunda carta de fecha 16 nos parece también algo confusa y nos reafirma en la sospecha de que Dupont quiere ignorar los movimientos que sus subordinados han ejecutado sin orden suya. En ambas cartas se repite también la petición de refuerzos con un tono de urgencia para reanudar sus operaciones. Es significativo que en ningún caso habla de replegarse a una posición más concentrada a retaguardia. Esa misma mañana Dupont escribe otra carta, ésta al general Belliard. Como sabemos, este general desempeña en Madrid una función un tanto ambigua. Por su cargo de segundo jefe del defenestrado duque de Berg, Belliard queda encargado de la firma; pero el que lleva todos los asuntos, dando cuenta a Napoleón, es el duque de Rovigo. En estas circunstancias la carta que tratamos no puede entenderse más que como una búsqueda de apoyo en su ya angustiosa petición de refuerzos. No vamos a reproducirla por considerar que no contiene nada relevante; se limita a pedir urgentes refuerzos, apelando a la situación de la insurrección andaluza. Reitera el argumento de la siega del trigo por los soldados. Estas tres cartas son interceptadas por Coupigny este mismo día al apresar un correo (suponemos en el Camino Real) cuando acosaba a la retaguardia de Vedel. Ignoramos la hora en que habían sido expedidas, pero hay que suponer, por su contenido, que fue antes de la llegada de la vanguardia de Vedel a Andújar, que debió ser sobre el mediodía. Como era de esperar los soldados de esta división fueron recibidos jubilosamente por las fuerzas de Dupont, pero no podemos saber cual fue la actitud interior de este último. * * * En el campo español de Andújar, el día amanece en igual situación que el anterior. El interés se centra en ver aparecer a Reding y Coupigny por el flanco y retaguardia de Dupont, para cogerlo entre dos fuegos. Pero esa esperanza se transforma en inquietud al ver aparecer a la división de Vedel, que viene a reforzar al enemigo que tiene a su frente. Verdaderamente, Dupont disponía en aquel momento de una fuerza temible: dos divisiones y una brigada de Infantería más una división de Caballería. Con este potencial hubiera podido iniciar una peligrosa ofensiva, si bien creemos que había perdido la mejor oportunidad, que señalábamos al paso de Vedel frente a Coupigny. Ahora podría pensar otra operación diferente, pero cualquier tentativa, en ese momento, hubiera tenido que esperar al día siguiente porque la retaguardia de Vedel llegó sobre las dieciocho horas. Este refuerzo alarma considerablemente a Castaños, que ya empieza a urgir a Reding y Coupigny en el cumplimiento de su misión de envolver a Dupont. Y con estas deliberaciones termina la jornada en las unidades españolas de los Visos. Entre tanto en la zona de Bailén, el general Dufour, al mando de la división del fallecido Gobert y el destacamento de Liger-Belair, se refugia en Bailén cuando Reding detuvo el ataque. En esta población se encuentran al Batallón Lanusse que guarnecía Linares, el cual da cuenta a Dufour de que hay movimientos de fuerzas españolas que se dirigen al desfiladero de Despeñaperros y que, según informadores, llevan intención de bloquear las comunicaciones con Madrid. Aquí es preciso recordar que las misiones generales encomendadas a las divisiones Vedel y Gobert eran en primer lugar asegurar las comunicaciones en el desfiladero. No es pues sorprendente que Dufour, continuando la dirección de su retirada, siga el movimiento hacia Guarromán, para aproximarse a Despeñaperros. Pero antes, como es obligado, envía un parte a Dupont dándole cuenta del combate, de la retirada con la lamentable pérdida del general Gobert y de las informaciones sobre avances españoles en dirección al desfiladero. * * * El parte que da Coupigny a Castaños este día es muy conocido por lo que nos limitaremos a reproducir únicamente las primeras palabras: Habiéndome pedido el Gral. D. Teodoro Reding reforzar .... Lo cual nos confirma que la división de Coupigny no había sido agregada todavía a la de Reding porque, en tal caso, éste hubiera ordenado, no pedido; y además Coupigny no hubiera dirigido el parte directamente a Castaños. El resto de este escrito da cuenta de sus acciones sobre la retaguardia de Vedel y la captura de un correo con las cartas de Dupont que antes hemos presentado. El parte de Reding, igualmente conocido, ya lo hemos mencionado anteriormente, resaltando el aspecto que nos interesaba. [/QUOTE]
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