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Mensaje: <blockquote data-quote="Shandor" data-source="post: 1449523" data-attributes="member: 50">Regreso a Vietnam para salvar vidas<ul> <li data-xf-list-type="ul"> Veteranos de guerra americanos regresan al campo de batalla para desminar campos </li> <li data-xf-list-type="ul"> 'No podía entender que no me odiaran', cuenta un veterano estadounidense </li> </ul><img src="http://estaticos01.elmundo.es/assets/multimedia/imagenes/2013/11/04/13835802204656.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" />El veterano de guerra estadounidense Chuck Searcy, durante su proyecto de desminado en Vietnam.Cuando finalmente decidió regresar al país que había ayudado a bombardear, Chuck Searcy se preparó para soportar el rechazo de su gente. Pero las mujeres le sonreían en el mercado, los niños le saludaron en la calle y los soldados que habían luchado en el bando contrario le abrazaban cuando descubrían su pasado militar. "No podía entender que no me odiaran", cuenta el veterano estadounidense de la Guerra de Vietnam. "Después de lo que les habíamos hecho".Searcy ha regresado al campo de batalla, esta vez para salvar vidas. Es uno de los ex soldados americanos implicados en el desminado de la nación del sureste asiático. Los bombardeos sobre Vietnam dejaron 350.000 toneladas de explosivos sin detonar, bombas que impiden cultivar miles de hectáreas de tierras, condicionan la vida de millones de personas y han provocado más de 100.000 víctimas desde el final del conflicto en 1975, la mayoría niños.Los veteranos que han vuelto a Vietnam dicen estar haciendo el trabajo que corresponde a su país. EEUU gasta cerca de un millón de dólares en la búsqueda de cada uno de los soldados americanos desaparecidos en combate. Nada, o en ocasiones cantidades "irrisorias", en compensar los efectos de sus bombardeos. Las bombas que no explotaron se suman a los efectos del 'agente naranja', un arma química utilizada para eliminar la vegetación donde se ocultaba el enemigo y que estudios independientes relacionan con las enfermedades sufridas por cerca de tres millones de vietnamitas.Chuck Searcy sirvió en Vietnam entre 1967 y 1968 en una unidad de inteligencia del Ejército. Completó su servicio, creó un pequeño periódico local, sirvió como funcionario en la administración del presidente Jimmy Carter y ejerció como abogado antes de elegir Vietnam para unas vacaciones en 1992, sorprendiéndose de la falta de resentimiento de su gente. Tres años después regresó para quedarse.El veterano pasa estos días gran parte de su tiempo en la provincia de Quang Tri, la región más bombardeada de la historia. "Nuestros B-52 arrojaban bombas las 24 horas del día, sin descanso, sin importar donde caían. Muchas siguen ahí, provocando muertos y heridas", recuerda Searcy, que se ha unido a una treintena de ex soldados para tratar de ayudar a las aldeas más afectadas a través del Proyecto Renovación.El empuje de Christos CotsakosLa asociación arrancó gracias al millonario estadounidense Christos Cotsakos, un veterano herido en Quang Tri durante la guerra que aportó la financiación para iniciar los trabajos de desactivación de explosivos. Más de una década después, el número de accidentes en la zona se ha reducido un 40%. El programa se ha ampliado a la concesión de créditos a campesinos locales, la construcción de escuelas, la fabricación de 10.000 prótesis para víctimas que han sufrido amputaciones y cursos de formación para concienciar a la población de los peligros de las bombas durmientes.El número de ex combatientes estadounidenses que regresan a Vietnam no ha dejado de aumentar desde que Washington nombró al veterano Pete Peterson como su primer embajador en el país desde el final de la guerra en 1997. El avión de Peterson fue derribado en 1966 y el piloto pasó seis años en la prisión de Ha Lò, conocida como el Hanoi Hilton por los presos de guerra americanos. Tras jubilarse como embajador en 2001, el diplomático fundó una ONG que entre otros proyectos ha enseñado a nadar a 300.000 niños vietnamitas para evitar muertes por ahogamiento. "La reconciliación no es solo necesaria, sino la única opción que nos queda", según Peterson.Otros veteranos han formado empresas, aprovechando la apertura económica iniciada por el país en 1986 y creando miles de puestos de trabajo. Los hay que trabajan como voluntarios en asociaciones locales. O quienes, como Chuck Searcy, se han centrado en el desminado, convencidos de que es una forma de revertir parte del daño causado. "No me gusta hablar de sentimiento de culpa", asegura el vicepresidente de la organización Veteranos por la Paz. "Lo que siento es responsabilidad". Todos coinciden en que el trabajo realizado en estos años no compensará nunca la muerte de tres millones de vietnamitas y 58.000 soldados estadounidenses en la guerra, pero tampoco es un requisito para ganarse el perdón del pueblo que bombardearon. "Jamás me han culpado por mi participación en el conflicto. Vietnam ha sido una lección de vida. Es algo que pasó y no puede ser cambiado", dice Searcy. "Estaré en deuda con el país para el resto de mi vida".ELMUNDO.ES</blockquote>

Verificación: Guerra desarrollada entre Argentina y el Reino Unido en 1982