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<blockquote data-quote="Doctor-N" data-source="post: 393437" data-attributes="member: 130">&quot;Nos hundieron el Belgrano&quot;El 2 de mayo de 1982 la guerra de Malvinas ya era una guerra. Los británicos habían lanzado las primeras bombas sobre las posiciones argentinas mientras, a miles de kilómetros, en Gran Bretaña, Estados Unidos, Buenos Aires y Perú, se intentaba una negociación que frenara el fuego de las armas.Una de las propuestas más sólidas y tempranas llegó de voz del entonces presidente peruano, Fernando Belaúnde Therry. A grandes rasgos, contemplaba el cese del fuego, una administración de las islas compartida por Argentina, Gran Bretaña y Naciones Unidas, la teoría de las tres banderas, y la búsqueda de la paz.Ese 2 de mayo la propuesta de Belaúnde debía ser contemplada por la Junta Militar. El canciller Nicanor Costa Méndez la llevaba anotada en lo que él mismo llamaba &quot;el papelito peruano&quot;. La reunión de la junta estaba fijada para las 19 en el edificio Libertador, sede del Ejército. Mientras Costa Méndez hablaba de las bondades del &quot;papelito&quot;, Galtieri y Lami Dozo no sabían qué decir. Faltaba Anaya, un hombre puntual que ni siquiera había avisado el motivo de su demora.El almirante llegó cuarenta y cinco minutos después, desencajado, y ni bien Costa Méndez insinuó la propuesta del presidente peruano, Anaya sepultó toda esperanza con dos frases: &quot;La Armada se retira de la negociación. Nos hundieron el Belgrano&quot;.La guerra siguió su curso.<a href="http://www.clarin.com/diario/2008/01/10/elpais/p-00901.htm">http://www.clarin.com/diario/2008/01/10/elpais/p-00901.htm</a>SAludos</blockquote>

[QUOTE="Doctor-N, post: 393437, member: 130"] "Nos hundieron el Belgrano" El 2 de mayo de 1982 la guerra de Malvinas ya era una guerra. Los británicos habían lanzado las primeras bombas sobre las posiciones argentinas mientras, a miles de kilómetros, en Gran Bretaña, Estados Unidos, Buenos Aires y Perú, se intentaba una negociación que frenara el fuego de las armas. Una de las propuestas más sólidas y tempranas llegó de voz del entonces presidente peruano, Fernando Belaúnde Therry. A grandes rasgos, contemplaba el cese del fuego, una administración de las islas compartida por Argentina, Gran Bretaña y Naciones Unidas, la teoría de las tres banderas, y la búsqueda de la paz. Ese 2 de mayo la propuesta de Belaúnde debía ser contemplada por la Junta Militar. El canciller Nicanor Costa Méndez la llevaba anotada en lo que él mismo llamaba "el papelito peruano". La reunión de la junta estaba fijada para las 19 en el edificio Libertador, sede del Ejército. Mientras Costa Méndez hablaba de las bondades del "papelito", Galtieri y Lami Dozo no sabían qué decir. Faltaba Anaya, un hombre puntual que ni siquiera había avisado el motivo de su demora. El almirante llegó cuarenta y cinco minutos después, desencajado, y ni bien Costa Méndez insinuó la propuesta del presidente peruano, Anaya sepultó toda esperanza con dos frases: [B]"La Armada se retira de la negociación. Nos hundieron el Belgrano".[/B] La guerra siguió su curso. [url]http://www.clarin.com/diario/2008/01/10/elpais/p-00901.htm[/url] SAludos [/QUOTE]

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