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Mensaje: <blockquote data-quote="SantySF" data-source="post: 2521207" data-attributes="member: 28947">Luchando por el pescadoLos mariscos son la principal fuente de proteínas para 3 mil millones de personas en todo el mundo, y la industria emplea a más de 55 millones de trabajadores. Pero con el 90 por ciento de las poblaciones de peces agotadas o sobreexplotadas y los arrecifes del mundo muriendo, las flotas operan cada vez más ilegalmente en aguas exclusivas de otros países y en áreas de alta mar que protegen los acuerdos internacionales. Los expertos dicen que al menos el 20 por ciento de la pesca mundial proviene de la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, lo que genera un estimado de $ 15.5 mil millones a $ 36 mil millones al año.La falta de pesca conducirá a una escasez de alimentos y grandes migraciones de personas, lo que alimentará la guerra, el crimen y el reclutamiento de terroristas. La pesca ilegal ha aumentado las tensiones entre las naciones en el Mar de China Meridional y la Bahía de Bengala, a lo largo de la costa patagónica, y en otras áreas. Muchas operaciones de pesca ilegal están a cargo de organizaciones criminales que esclavizan a sus tripulaciones y usan los barcos para el tráfico de personas, la toma de rehenes, la piratería y el transporte de drogas, armas y los llamados diamantes de sangre. Los barcos pesqueros iraníes han sido atrapados tratando de contrabandear armas a los rebeldes hutíes en Yemen.En resumen, la pesca ilegal debe tomarse en serio como una amenaza a la seguridad mundial. Los gobiernos están haciendo muy poco para combatirlo, y algunos están fomentando la práctica. El infractor más notorio es China, el mayor consumidor y exportador de productos del mar. Beijing ofrece subsidios a los operadores de aguas profundas, y su guardia costera acompaña a las flotas cuando violan las zonas económicas exclusivas de sus vecinos. Indonesia ha incautado y hundido cientos de barcos chinos en sus aguas.China ciertamente no es el único que rompe las reglas. Los Estados Unidos han acusado a los países de América Central y América del Sur de pesca ilegal, y los grupos no gubernamentales han documentado infracciones cometidas por países europeos, Italia y España, entre ellos.En el corto plazo, los EE. UU. deben intensificar los esfuerzos de su Armada, su Guardia Costera, la NASA y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica para utilizar sus sofisticados sensores y satélites para rastrear los barcos de pesca que operan sin los transpondedores necesarios. Pero la clave para acabar con el pillaje es la transparencia. Los gobiernos y las agencias ya recopilan toneladas de datos, pero la comparten de manera deficiente y mantienen gran parte de ella en privado. Las corporaciones globales, incluido Google, están ayudando a los grupos no gubernamentales a rastrear y visualizar datos. El objetivo es que los clientes vean qué se ha capturado legalmente y qué no, para que la presión del mercado pueda hacer su trabajo.Este intento de transparencia podría equivaler a algo, pero de ninguna manera es suficiente. Los gobiernos deben cumplir más plenamente con los numerosos tratados sobre recursos oceánicos que ya han firmado. Por ejemplo, más de 50 países han firmado un pacto para administrar mejor sus puertos al negar la entrada a embarcaciones que no pueden documentar sus capturas. La aplicación en los principales puertos ha sido bastante buena, pero los pescadores ilegales se dirigen a los más pequeños que aún no tienen monitoreo.Bloomberg Businessweek</blockquote>

Verificación: Guerra desarrollada entre Argentina y el Reino Unido en 1982