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Mandan a la Gendarmería a sacar el combustible y forcejean con camioneros
Antes del regreso de la presidenta, De Vido, Berni y Mariotto se reunieron para coordinar la ayuda de los gendarmes en la provisión de combustibles. El vicegobernador confirmó que usarán la fuerza para que "los trabajadores puedan hacer su tarea con libertad". Crearon un Comité de crisis.
La tensión en el gobierno crece minuto a minuto mientras las cámaras muestran los roces entre Gendarmería y camioneros en una planta de combustibles de La Matanza.
Es que el gobierno decidió sacar los camiones por la fuerza con tropas de Gendarmería que ya empezaron a chocar con los camioneros que están liderados en el lugar por Pablo Moyano, quien se burló de la medida: "Son gendarmes, no camioneros. No tiene registro profesional ni están capacitados para mover cargas peligrosas, es todo una operación de prensa para sacar 10 camiones y decir que quebraron el paro".
A los forcejeos se sumó una extraña guerra de versiones, ya que el gobierno insistía en que al menos 8 camiones habían dejado la planta de YPF de La Matanza según afirmó esta noche el secretario de Seguridad Sergio Berni, acaso intentando mostrar un triunfo aunque sea simbólico en la pulseada.
El propio Hugo Moyano desestimó esa versión desde los estudios de TN: "¿Usted vio salir algún camión? Son mentiras, igual que cuando dijeros esta tarde que el servicio de combustible estaba normalizado", sentenció en diálogo con Marcelo Bonelli.
La crisis escaló al máximo nivel y obligó a Cristina Kirchner a apurar su regreso de Río de Janeiro, donde participa de una cumbre sobre medio ambiente.
Tan grande es la tensión que por primera vez en muchos años el kirchnerismo realizó una reunión de gabinete y hasta creó un "comité de crisis", que resolvió enviar a la Gendarmería para garantizar la llegada de combustible a los surtidores.
Fue en el edificio Centinela, en la zona de Retiro, donde ajustaron la decisión el secretario de Seguridad, Sergio Berni, el ministro de Planificación Julio de Vido y el vicegobernador bonaerense Gabriel Mariotto, quien se encuentra a cargo de la gobernación por el viaje de Daniel Scioli a Italia.
"La Gendarmería va a garantizar que los trabajadores puedan hacer su tarea con libertad", anticipó Mariotto. "Desde el sur salieron camiones para Orense y Claromecó, otras de las localidades afectadas", agregó.
"El Ministerio de Seguridad no tiene una función represiva, sino la de garantizar al orden público", sostuvo por su parte Berni, al ser consultado sobre la posibilidad de reprimir a los camioneros que mantienen los cortes de acceso a las destilerías de petróleo.
Berni adentó que el Ministerio de Defensa pondrá "camiones y la logística para garantizar el abastecimiento" de combustible, así como otros ministerios que puedan "aportar las herramientas para enfrentar este chantaje del que estamos siendo víctimas. No nos vamos a dejar extorsionar por un grupo de irracionales", enfatizó.
El paro comenzó ayer a las 14 y esta noche el desabastecimiento ya se sentía en la Capital Federal, en Córdoba y en varias localidades del interior.
Randazzo se mantuvo en contacto vía telefónica con la presidenta, quien le informó que adelantaría su regreso.
"Dada la situación, la Presidenta está adelantando su regreso de Río de Janeiro, porque su prioridad es defender los intereses de los 40 millones de argentinos", señalo Randazzo al realizar declaraciones en Rosario, después del acto por el Día de la Bandera.
El conflictó se agravó luego que ayer Amado Boudou amenazara a camioneros con aplicar la ley de desabastecimiento. Lejos de amilanarse Pablo Moyano, que había acatado la conciliación obligatoria, le respondía convocando a un nuevo paro nacional que se extenderá hasta el viernes a las 11 de la mañana.
Esta noche agregó que si para esa hora no hay diálogo o una solución en vista, no descarta sumar nuevas ramas de transporte al conflicto. Y se burlo de la sugestiva ausencia del ministro de Trabajo, Carlos Tomada, durante los últimos días. "¿Vos lo viste al ministro de Trabajo? Yo tampoco", le preguntó a un periodista en la puerta de la plana de combustibles de La Matanza, a metros de los empujones entre los afiliados de su gremio y la Gendarmería.