Responder al tema

Mensaje: <blockquote data-quote="Eduardo Moretti" data-source="post: 2667765" data-attributes="member: 3824">El riesgo de desatender la Defensa<a href="https://www.clarin.com/autor/julio-hang.html">Julio Hang</a><a href="https://www.clarin.com/opinion/riesgo-desatender-defensa_0_eSh7hL5w.html#activateComments">https://www.clarin.com/opinion/riesgo-desatender-defensa_0_eSh7hL5w.html#activateComments</a>27/11/ 2019 - 0:01<ul> <li data-xf-list-type="ul"><a href="https://www.clarin.com/">Clarín.com </a></li> <li data-xf-list-type="ul"><a href="https://www.clarin.com/opinion/">Opinión</a></li> </ul>Hace años, un ayudante de campo del presidente de una potencia mundial, me comentó lo difícil que era para el mandatario adaptar el nivel de conversación a los intereses que solían plantearle algunos líderes de otras naciones.Se refería a temas de comercio sectorial de poca envergadura, visiones de situaciones regionales sin trascendencia o pedidos de intervención en negociaciones ajenas a sus intereses. En cambio, la seguridad internacional, la cooperación en misiones internacionales de paz, la seguridad del tránsito marítimo, la libertad del uso de los mares y de los espacios aéreos y la seguridad brindada a las inversiones en otros Estados son temas de la “alta política” que los mandatarios de las naciones más desarrolladas esperan tratar. Entre los temas del G20 en Alemania – anterior a Buenos Aires - y este año en Japón estuvo la Seguridad Internacional, tema que ha sido de constante preocupación entre los 20 estados que lo conforman.En nuestra región, Argentina supo ser el país al que se le reconociera internacionalmente su aporte a las misiones paz y, luego de su participación en la lucha por devolver la libertad a Kuwait, también como asociado en la defensa internacional de las causas justas.Hasta los 90’s, nuestra defensa era valorada en Sudamérica. Su personal, de elevado nivel profesional, con reconocido mérito en ambientes internacionales fue de los primeros en ocupar una representación en Comandos de Fuerzas Multinacionales integrados por las principales potencias occidentales.Todo esto parece hoy historia antigua. Brasil y Chile, países hermanos, han realizado grandes esfuerzos para modernizar sus fuerzas, han ocupado en EEUU la casi totalidad de las vacantes y posiciones ofrecidas a la región, han mantenido su presencia en Operaciones de Paz y en general han crecido en su capacidad defensiva ampliando seriamente las diferencias con la nuestra. Esta estimación ha sido ratificada por medios de prensa del Reino Unido que dejaron de considerar a nuestras fuerzas un riesgo para su seguridad, en las ilegalmente ocupadas Islas del Atlántico Sur.Todos hemos sido testigos de los años de espera hasta contar con nuestro rompehielos, de la continua salida de servicio de nuestros medios aéreos, de los accidentes navales – entre ellos el de los 44 héroes del ARA San Juan - y también terrestres; en síntesis, de la constante degradación de nuestra defensa. Inútiles han sido las voces elevadas para pedir un plan plurianual de reequipamiento, inútil el informe del Fiscal Federal Jorge Di Lello, porque siempre se pusieron como obstáculo otras necesidades prioritarias.Hasta el cansancio se ha sostenido que la inversión en defensa nunca debe ser comparada respecto de otras necesidades, sino que es una decisión de estadistas, respondiendo al principio de supervivencia del Estado. En ningún país el presupuesto de defensa responde a una encuesta popular de necesidades, tampoco respecto de la peligrosidad de amenazas o urgencia de riesgos, porque cualquier dirigente sabe que, dadas las actuales condiciones tecnológicas, no hay tiempos para alcanzar niveles de seguridad que se hubieren ignorado por años.La creciente situación de bipolaridad mundial entre EE.UU y China, que según Juan Gabriel Tokatlian ha dejado de ser de “competitividad acotada” para alcanzar la dimensión de “rivalidad intensa”, con elementos confrontativos que pueden verse en la guerra comercial o tecnológica y en muchas otras áreas, no deja espacios para rivalidades menores. Por el contrario, exige la unidad y la integración de fuerzas regionales, para evitar caer en las exigencias de alineaciones restrictivas de la independencia o en las disputas periféricas que caracterizaron la vieja Guerra Fría.Así pues, nuestra situación regional cobra inusual importancia. En el caso de Brasil, somos dos Estados con desarrollo nuclear, con acuerdos de control recíproco de sus instalaciones, socios comerciales prioritarios, con una cultura de amistad, de consensos en los ejes de la política exterior y una relación militar muy estrecha.Si las políticas internas de ambos países pusieran en crisis esta relación, que debiera evolucionar positivamente frente a los acuerdos del Mercosur, los riesgos estratégicos serían graves. Argentina ya no es un socio militar de interés que agregue fortaleza a la región y cualquier diferendo que accidentalmente se agrave mostraría esta vulnerabilidad.La relación con Chile ha evolucionado favorablemente desde el comienzo de siglo. Chile en 2003 comenzó una fuerte modernización de sus FF.AA y explicó a sus pares argentinos en qué consistiría esa modernización. Con una inversión promedio de más del 2,5% de su presupuesto invertido en sus fuerzas a lo largo de 10 años, llevaron a Chile a poseer la defensa más moderna de la región.La positiva relación entre ambos países se manifestó en la integración de la Fuerza de Tareas Combinada “Cruz del Sur”, que es la medida de confianza mutua más avanzada de Sudamérica. Aquí nuevamente hemos defraudado los acuerdos, al no progresar en la modernización de nuestras fuerzas.Una ola de graves crisis sociales, económicas y políticas afecta a muchos países del mundo y también de Sudamérica. En nuestro entorno, las consecuencias de estos conflictos afectan la seguridad de las naciones, las hacen vulnerables a acciones de terceros estados o actores no estatales, que puedan afectar la vida en libertad y la capacidad económica, arrastrándolas al caos.La evolución de la situación mundial y la posible extensión de situaciones regionales, nos hacen ver que existen riesgos sobre las infraestructuras críticas para la vida de la sociedad; riesgos sobre yacimientos, sobre el espacio aéreo, sobre el mar, sobre el ciberespacio y muchos otros atinentes a la Defensa Nacional que deben garantizarse, para asegurar la vida y bienes de nuestros conciudadanos.Una vieja prédica ideológica que imputa a las FF.AA de hoy actitudes propias de las crisis de hace 50 años, pese a que han tenido reiteradas muestras de subordinación y respeto a las autoridades constitucionales en nuestro país, continua recreando fantasmas e imaginando actitudes que saben falaces. Este es el principal obstáculo al desarrollo de la herramienta estratégica que necesita el Estado conforme a su dimensión, su situación y a la estrategia nacional que necesita lo guíe.Julio Hang es general retirado. Director del Instituto de Seguridad Internacional (ISIAE) del CARI<a href="https://www.clarin.com/opinion/riesgo-desatender-defensa_0_eSh7hL5w.html">https://www.clarin.com/opinion/riesgo-desatender-defensa_0_eSh7hL5w.html</a> </blockquote>

Verificación: Libertador de Argentina