pulqui
Colaborador
Argentina y Brasil, energías afines
Aldo Ferrer*
El impulso coordinado de los programas nucleares brasileños y argentinos es consistente con la importancia que tiene en el mundo adquirir energía atómica para uso pacífico y con la preservación del medio ambiente.
La noticia más importante del reciente encuentro de los presidentes de Argentina y Brasil es la decisión de coordinar e integrar los respectivos programas nacionales de desarrollo de la energía nuclear. En el actual escenario mundial, la energía nuclear vuelve a adquirir importancia decisiva en la matriz energética y la preservación del medio ambiente.
De allí, la prolongación de la vida útil de centrales existentes y la construcción de nuevas instalaciones, particularmente en los países de más rápido de desarrollo en Asia.
Argentina cuenta con dos centrales en operación y Brasil otras tantas, con una tercera en construcción en ambos países. Sus gobiernos han tomado la decisión correcta de reimpulsar sus programas nucleares y comenzar el diseño y construcción de nuevas centrales.
Argentina y Brasil cuentan con capacidades industriales y técnicas para construir centrales con una alta participación de componentes locales, producir los combustibles nucleares, disponer de los residuos y operar las instalaciones en máximas condiciones de seguridad. Los dos países han desarrollado las múltiples aplicaciones de la actividad, incluyendo la medicina nuclear.
Argentina cuenta con capacidad propia de ingeniería para el diseño de reactores de baja potencia, como el que, construido por el INVAP, acaba de inaugurarse en Australia, luego de haber triunfado en una competencia con empresas de las principales potencias industriales.
Cuenta, además, con uno de los pocos diseños originales de reactores de mediana potencia, el CAREM, con una demanda potencial importante en el mercado internacional.
En consecuencia, como acaban de destacarlo los dos jefes de Estado, existe una frontera inmensa de cooperación científica y tecnológica, que va más allá de la producción nucleoeléctrica, porque derrama en tecnologías aplicables a prácticamente todo el aparato productivo.
La integración del parque nucleoeléctrico existente, de las centrales en construcción y las proyectadas, podría dar lugar a la creación de una empresa binacional, con participaciones equivalentes de ambos socios.
Esto permitiría el pleno despliegue integrado del potencial industrial y tecnológico en el desarrollo del sector y su proyección al mercado internacional. La construcción de centrales nucleares es una de las áreas más dinámicas del comercio mundial.
Nuestra capacidad competitiva ha sido demostrada por el éxito alcanzado por Argentina con la construcción de la Central de Lucas Heights en Australia. Junto a Brasil, multiplicamos esa capacidad competitiva.
La cooperación de Argentina y Brasil en el área nuclear fue objeto de la creación, durante mi desempeño como Presidente del Directorio de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), de la Agencia Argentino Brasileña de Aplicaciones de la Energía Nuclear (AABAEN), en un convenio firmado en el Palacio San Martín, en agosto de 2001, por los ministros de Relaciones Exteriores de los dos países, el ministro de Ciencia y Tecnología de Brasil y el presidente de la CNEA.
El objetivo central era integrar los parques nucleoeléctricos y la infraestructura científica y tecnológica existente, en un gran programa de vasto alcance para el desarrollo conjunto.
La creación de la AABAEN se produjo cuando Argentina se encaminaba a la crisis terminal, que culminó a fines del 2001 y principios del 2002.
Faltaron entonces las condiciones necesarias para que la Agencia fuera realmente operativa para poner en práctica los ambiciosos objetivos planteados.
Ahora la situación ha cambiado y Argentina está en condiciones de ser un protagonista en el desarrollo de la energía nuclear. El instrumento para poner en práctica el acuerdo de los presidentes existe: la AABAEN.
Si la voluntad política anunciada en el reciente encuentro de Buenos Aires se convierte en acción, la alianza estratégica argentino brasileña y el Mercosur recibirán un nuevo y decisivo impulso.
*ECONOMISTA, PROFESOR TITULAR CONSULTO (UBA) Y DIRECTOR DE ENARSA
Fuente.