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<blockquote data-quote="Rolando Lero" data-source="post: 1316767" data-attributes="member: 15908"><p>Reconstrución de la Base Comandante Ferraz</p><p></p><p><img src="http://www.naval.com.br/blog/wp-content/uploads/2013/02/ibama.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></p><p></p><p>El impacto ambiental del incendio que destruyó la Estación Comandante Ferraz hace un año y, posteriormente, de las obras de desmonte de los escombros y montaje de módulos emergenciais, no fue aún totalmente mensurado, pero, ciertamente, no es desprezível. En un ambiente pristino, prácticamente intocado, la brutalidade del fuego — con eventuales fugas de combustible — y la fuerza del maquinário usado en la remoção de las estructuras calcinadas ciertamente deben cobrar un precio. Especialistas del Instituto Brasileño del Medioambiente (Ibama) y de la Compañía de Tecnología de Saneamiento Ambiental (Cetesb), de São Paulo, estaban en la Península Antártica la semana retrasada, acompañando los trabajos.</p><p></p><p>Por el Tratado Antártico, lo Brasil no puede dejar ningún tipo de estructura en el continente, necesita traer todo de vuelta. Ya fueron recogidas 650 toneladas de acero de un total de 800, resultantes del desmonte. Todos los destroços están siendo embarcados en un navío carguero para lo Brasil. El tratado estipula también que no puede haber ningún tipo de contaminación ambiental. Para evaluar la extensión de los daños, los especialistas trabajaron en el local durante más de una semana. “Estamos trabajando en cooperación con el Ministerio del Medioambiente para la recolección de muestras de suelo y de agua subterránea justamente para verificar impactos y posibles contaminaciones”, explicó el geólogo Elton Glolden, de la Cetesb.</p><p></p><p>La mayor preocupación de los especialistas es con la hipótesis de haber habido una fuga mayor, que alcance las aguas subterráneas de la región. Con eso, podría haber contaminación del mar. “Hay varias técnicas de biorremediação que podemos usar, pero, en primer lugar, necesitamos establecer el grado de contaminación, el tipo del contaminante y el medio”, dijo Glolden.</p><p></p><p>Pero ellos también están orientando los 200 obreros que trabajan en la región terminando de desmontar la antigua estación y montando los nuevos módulos de emergencia para que toda la movimentação sea hecha de manera sostenible, la despeito de la presencia de cuatro tratores, una pala carregadeira y una tesoura mecânicana área. “El objetivo es que lo manejo del combustible, lo desmonte de las estructuras quemadas y el montaje de los módulos emergenciais sean hechos con el más pequeño impacto posible”, afirmó.</p><p></p><p>La idea, según el coordinador de atención la emergencias ambientales del Ibama, Marcelo Amorim, es dar una visión más ecológica del proceso: “el impacto es inevitable, pero intentamos tratarlo de forma más sostenible”.</p><p></p><p>Operación atípica</p><p></p><p>Lo Brasil mantiene un efectivo permanente en la Antártica desde 1982, cuando comenzó el Programa Antártico. Son 15 militares de la Marina, que. quedan por un año en la Estación Comandante Ferraz, dando todo el apoyo logístico necesario a la realización de investigaciones científicas en el continente. Dos embarcaciones participan de los trabajos en el verano, cuando la navegación en la región es posible: el navío de apoyo oceanográfico Ary Rongel y el navío polar Almirante Maximiano. Además de transportar víveres e investigadores, los navíos en sí funcionan como laboratorios.</p><p></p><p>La atípica operación de este año (que envolvía los trabajos de remoção de escombros y montaje de módulos de emergencia) llevó a la región tres navíos más: el Germânia, que transportó los obreros y traerá para lo Brasil las 800 toneladas de entulho de la estación; la embarcación de socorro submarino Felinto Perry, de investigación y apoyo logístico; y aún el navío carguero argentino <strong>San Blas</strong>, que llevó a la Isla Rey George los módulos emergenciais. La previsión es que hasta el fin de marzo los 39 módulos estén montados, listos para abrigar los militares que pasarán el invierno por allá, apoyando las investigaciones. Solamente este año, son 20 proyectos científicos.</p><p></p><p><img src="http://www.naval.com.br/blog/wp-content/uploads/2013/02/antartica-580x251.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></p></blockquote><p></p>
[QUOTE="Rolando Lero, post: 1316767, member: 15908"] Reconstrución de la Base Comandante Ferraz [IMG]http://www.naval.com.br/blog/wp-content/uploads/2013/02/ibama.jpg[/IMG] El impacto ambiental del incendio que destruyó la Estación Comandante Ferraz hace un año y, posteriormente, de las obras de desmonte de los escombros y montaje de módulos emergenciais, no fue aún totalmente mensurado, pero, ciertamente, no es desprezível. En un ambiente pristino, prácticamente intocado, la brutalidade del fuego — con eventuales fugas de combustible — y la fuerza del maquinário usado en la remoção de las estructuras calcinadas ciertamente deben cobrar un precio. Especialistas del Instituto Brasileño del Medioambiente (Ibama) y de la Compañía de Tecnología de Saneamiento Ambiental (Cetesb), de São Paulo, estaban en la Península Antártica la semana retrasada, acompañando los trabajos. Por el Tratado Antártico, lo Brasil no puede dejar ningún tipo de estructura en el continente, necesita traer todo de vuelta. Ya fueron recogidas 650 toneladas de acero de un total de 800, resultantes del desmonte. Todos los destroços están siendo embarcados en un navío carguero para lo Brasil. El tratado estipula también que no puede haber ningún tipo de contaminación ambiental. Para evaluar la extensión de los daños, los especialistas trabajaron en el local durante más de una semana. “Estamos trabajando en cooperación con el Ministerio del Medioambiente para la recolección de muestras de suelo y de agua subterránea justamente para verificar impactos y posibles contaminaciones”, explicó el geólogo Elton Glolden, de la Cetesb. La mayor preocupación de los especialistas es con la hipótesis de haber habido una fuga mayor, que alcance las aguas subterráneas de la región. Con eso, podría haber contaminación del mar. “Hay varias técnicas de biorremediação que podemos usar, pero, en primer lugar, necesitamos establecer el grado de contaminación, el tipo del contaminante y el medio”, dijo Glolden. Pero ellos también están orientando los 200 obreros que trabajan en la región terminando de desmontar la antigua estación y montando los nuevos módulos de emergencia para que toda la movimentação sea hecha de manera sostenible, la despeito de la presencia de cuatro tratores, una pala carregadeira y una tesoura mecânicana área. “El objetivo es que lo manejo del combustible, lo desmonte de las estructuras quemadas y el montaje de los módulos emergenciais sean hechos con el más pequeño impacto posible”, afirmó. La idea, según el coordinador de atención la emergencias ambientales del Ibama, Marcelo Amorim, es dar una visión más ecológica del proceso: “el impacto es inevitable, pero intentamos tratarlo de forma más sostenible”. Operación atípica Lo Brasil mantiene un efectivo permanente en la Antártica desde 1982, cuando comenzó el Programa Antártico. Son 15 militares de la Marina, que. quedan por un año en la Estación Comandante Ferraz, dando todo el apoyo logístico necesario a la realización de investigaciones científicas en el continente. Dos embarcaciones participan de los trabajos en el verano, cuando la navegación en la región es posible: el navío de apoyo oceanográfico Ary Rongel y el navío polar Almirante Maximiano. Además de transportar víveres e investigadores, los navíos en sí funcionan como laboratorios. La atípica operación de este año (que envolvía los trabajos de remoção de escombros y montaje de módulos de emergencia) llevó a la región tres navíos más: el Germânia, que transportó los obreros y traerá para lo Brasil las 800 toneladas de entulho de la estación; la embarcación de socorro submarino Felinto Perry, de investigación y apoyo logístico; y aún el navío carguero argentino [B]San Blas[/B], que llevó a la Isla Rey George los módulos emergenciais. La previsión es que hasta el fin de marzo los 39 módulos estén montados, listos para abrigar los militares que pasarán el invierno por allá, apoyando las investigaciones. Solamente este año, son 20 proyectos científicos. [IMG]http://www.naval.com.br/blog/wp-content/uploads/2013/02/antartica-580x251.jpg[/IMG] [/QUOTE]
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